Egon Schiele – Schiele.portrait-black-vase
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La obra presenta un retrato de una figura humana, posiblemente femenina, aunque con rasgos andróginos marcados. El rostro se caracteriza por una expresión intensa y perturbadora; los ojos, grandes y hundidos, transmiten inquietud y una profunda melancolía. La boca está entreabierta, sugiriendo un suspiro o un grito contenido.
El autor ha empleado una paleta de colores terrosos y apagados – ocres, marrones, grises oscuros – que refuerzan la sensación de angustia y desasosiego. Sin embargo, se observa un contraste vibrante en el objeto que sostiene la figura: una especie de florero o recipiente decorado con líneas geométricas multicolores. Este elemento introduce una nota discordante, casi caótica, dentro de la composición general.
La pincelada es nerviosa e irregular, con trazos angulosos y fragmentados que contribuyen a la desestructuración formal del rostro y las manos. La figura no se presenta idealizada; al contrario, su piel parece enfermiza, marcada por líneas y manchas que evocan fragilidad y deterioro.
El fondo es difuso y abstracto, carente de detalles reconocibles. Se distingue una rama seca con algunas hojas marchitas en la parte superior derecha, lo cual podría interpretarse como un símbolo de decadencia o pérdida.
La postura de la figura, con las manos abiertas y extendidas hacia el espectador, sugiere una petición de ayuda o un intento desesperado por conectar con el exterior. La mirada fija y penetrante establece un diálogo directo e incómodo con quien observa la obra.
Subtextos posibles:
El retrato parece explorar temas relacionados con la soledad, la alienación y la crisis existencial. La figura retratada podría representar una persona atormentada por sus propios demonios internos, incapaz de encontrar consuelo o alivio en el mundo que le rodea. El contraste entre la palidez del rostro y los colores vivos del objeto que sostiene sugiere una lucha interna entre la desesperación y un anhelo de belleza o vitalidad. La fragilidad física y la expresión angustiada podrían aludir a enfermedades, tanto físicas como mentales, o a las consecuencias devastadoras de experiencias traumáticas. En general, la obra transmite una sensación de vulnerabilidad extrema y una profunda reflexión sobre la condición humana.