Savaoph, God the Father Viktor Vasnetsov (1848-1926)
Viktor Vasnetsov – Savaoph, God the Father
Editar atribución
Descargar a tamaño completo: 1001×535 px (0,1 Mb)
Pintor: Viktor Vasnetsov
Ubicación: The State Tretyakov Gallery, Moscow (Государственная Третьяковская галерея).
Maestro de la pintura rusa, Viktor Vasnetsov completó un extenuante trabajo en el cuadro Dios de Sabaoth en 1896. El cuadro representa a una deidad cristiana llamada el Señor de los poderes. Otras fuentes relacionan sus actividades con las guerras de liberación en beneficio del pueblo judío cautivo. La historia de este mítico héroe se encuentra en las páginas del Antiguo Testamento. A este Dios se le atribuye un poder absoluto.
Descripción del cuadro Dios de Sabaoth de Victor Vasnetsov
Maestro de la pintura rusa, Viktor Vasnetsov completó un extenuante trabajo en el cuadro Dios de Sabaoth en 1896. El cuadro representa a una deidad cristiana llamada el Señor de los poderes. Otras fuentes relacionan sus actividades con las guerras de liberación en beneficio del pueblo judío cautivo.
La historia de este mítico héroe se encuentra en las páginas del Antiguo Testamento. A este Dios se le atribuye un poder absoluto. Hay acuerdo general en que es el único señor de la tierra, los cielos y las estrellas.
El artista lo representa de esta manera. Representa a un anciano omnipotente con una radiante túnica blanca como la nieve, con fuertes brazos extendidos en un gesto abierto. El señor nos abre las palmas de las manos como comunicando la bondad de sus intenciones. Su mirada profunda y tranquila, sabia por siglos de experiencia, no mira al espectador, sino a algún lugar dentro de la conciencia de la propia deidad. Está simultáneamente con nosotros y en algún lugar de sus pensamientos. Su rostro está rodeado por una esfera con una estrella de cinco puntas claramente marcada y cubierta por mechones de pelo gris. En el centro de la figura del sabio, Vasnetsov ha trazado un gran círculo dorado en el que hay una joven paloma.
Al parecer, simboliza el deseo de armonía, pureza y paz en el universo. El entorno de Dios es bastante inusual. A su alrededor hay criaturas míticas con cuerpos de pájaros ardientes y cabezas humanas. Se aferran al señor, se abrazan a sus hombros y se inclinan a sus pies.
Los fabulosos Sirines se quedaron paralizados con una expresión de reverencia en sus mansos rostros. Un poco alejados del centro del lienzo vemos a los seres angélicos con el rostro inclinado en señal de adoración silenciosa. Uno de los ángeles está ante el gran Salvador, mirándolo fijamente con ojos de admiración, con los brazos cruzados sobre el pecho en forma de cruz. Es como si confiara a la deidad todas sus aspiraciones.
Кому понравилось
Пожалуйста, подождите
На эту операцию может потребоваться несколько секунд.
Информация появится в новом окне,
если открытие новых окон не запрещено в настройках вашего браузера.
Necesitas iniciar sesión
Для работы с коллекциями – пожалуйста, войдите в аккаунт (abrir en nueva ventana).



















Comentarios: 1 Ответы
Самое милое дело – рисовать то, чего никогда не видел. Резвись, душа!
No se puede comentar Por qué?
La obra presenta una figura central masculina, anciana y barbada, sentada en un trono que parece estar suspendido en el espacio. Su piel es clara, casi translúcida, y su larga barba blanca fluye hasta sus rodillas. Viste una túnica blanca amplia y fluida, que enfatiza su carácter etéreo y trascendente. Sus manos están abiertas en un gesto de bendición o aceptación.
El rostro del personaje irradia serenidad y sabiduría; la mirada es directa, aunque no imponente, sugiriendo benevolencia. Sobre su cabeza se observa una aureola triangular luminosa, que acentúa su estatus divino.
Alrededor de la figura principal, se despliegan numerosas figuras aladas, presumiblemente ángeles o seres celestiales. Estos están representados con rostros delicados y expresiones devotas, rodeando a la figura central como un cortejo o una guardia protectora. Sus alas, de un color rojo intenso, contrastan con los tonos más pálidos del personaje principal y el fondo azul oscuro estrellado.
El fondo no es uniforme; se perciben pinceladas que sugieren nebulosas o espacios cósmicos, lo cual refuerza la idea de una realidad superior e inmaterial. La luz parece emanar principalmente de la figura central y su aureola, iluminando a los ángeles circundantes y creando un efecto dramático.
Subtextos potenciales:
La composición sugiere una jerarquía clara, con la figura principal como el punto focal absoluto. El trono suspendido y el entorno cósmico indican un dominio sobre la creación o el universo. La presencia de los ángeles refuerza la idea de poder, autoridad y santidad. El gesto de las manos abiertas puede interpretarse como una invitación a la fe, la redención o la gracia divina.
La paleta cromática, con predominio del blanco, el rojo y el azul, evoca asociaciones simbólicas: el blanco representa pureza y divinidad; el rojo, pasión y poder celestial; y el azul, lo infinito y lo trascendente. La obra parece representar una entidad creadora o un ser supremo en su manifestación más pura y espiritual. La ausencia de elementos terrenales sugiere que la escena se desarrolla en un plano existencial diferente al humano.