The Christening of Grand Duke Vladimir (c.956-1015) Viktor Vasnetsov (1848-1926)
Viktor Vasnetsov – The Christening of Grand Duke Vladimir (c.956-1015)
Editar atribución
Descargar a tamaño completo: 954×685 px (0,1 Mb)
Pintor: Viktor Vasnetsov
Ubicación: Saint Vladimir Cathedral, Kiev (Володимирський кафедральний патрiарший собор).
Victor Mikhailovich Vasnetsov, nació en el seno de la familia de un clérigo de rango, en 1848. Estudió en un seminario teológico local y luego en la famosa Academia de Artes de San Petersburgo. Tras dejar la Academia, salió al extranjero y, a partir de 1869, comenzó a exponer en exposiciones académicas y, posteriormente, itinerantes. Se convirtió en el primer pintor, y dirigiéndose a las escenas épicas y de cuentos de hadas, V.Vasnetsov consiguió animarlas con el poder del Arte.
Descripción del cuadro El bautismo del príncipe Vladimir de Viktor Vasnetsov
Victor Mikhailovich Vasnetsov, nació en el seno de la familia de un clérigo de rango, en 1848. Estudió en un seminario teológico local y luego en la famosa Academia de Artes de San Petersburgo. Tras dejar la Academia, salió al extranjero y, a partir de 1869, comenzó a exponer en exposiciones académicas y, posteriormente, itinerantes.
Se convirtió en el primer pintor, y dirigiéndose a las escenas épicas y de cuentos de hadas, V.Vasnetsov consiguió animarlas con el poder del Arte. Sus obras se desarrollaron en los cuadros de género de la primera época, sus retratos y, por supuesto, en la pintura religiosa, que marcó el inicio de una nueva era en este campo. Con sus magníficas obras, el Maestro sentó las bases de un estilo "vasnetsovsky" único, que muchos han intentado y están tratando de emular.
Un lugar especial entre las obras del Maestro lo ocupa el "Bautismo del Príncipe Vladimir" (1885-1986).
Vladimir, convertido en príncipe de Kiev en 978, decidió convertir a su pueblo al cristianismo. Posteriormente, el propio príncipe se bautizó en Chersonesos, y a su regreso continuó bautizando a la población de Kiev, dirigiéndola con una rígida firmeza, e informando de que si alguno de los habitantes no acudía al río, independientemente de la posición en la sociedad, se convertiría en enemigo para siempre. Y todo el mundo vino.
Al crear esta obra maestra, el artista estudió durante muchos años los manuscritos antiguos para trasladar el carácter y la personalidad del príncipe. Este enfoque permitió a Vasnetsov lograr un claro historicismo, y ésta es la principal diferencia con la pintura de iconos clásica. Los ojos claramente trazados enfocan, y expresan la conciencia de tomar una decisión tan trascendental para todo el país, y la barba puntiaguda y el pelo suelto reflejan plenamente, como se veía en la vida.
En el lienzo dedicado al trascendental acontecimiento, el Genio retrató a numerosas personas: sacerdotes, la nobleza principesca, guerreros y otros.
Vasnetsov consiguió retratar a cada persona en el cuadro al máximo, lo que nos permitió ver la actitud de una clase particular ante el acontecimiento. Los sacerdotes llevan a cabo la ceremonia del bautismo de forma comedida, el ejército real observa con curiosidad y la nobleza expresa su humildad ante el acontecimiento histórico que ha tenido lugar.
Кому понравилось
Пожалуйста, подождите
На эту операцию может потребоваться несколько секунд.
Информация появится в новом окне,
если открытие новых окон не запрещено в настройках вашего браузера.
Necesitas iniciar sesión
Для работы с коллекциями – пожалуйста, войдите в аккаунт (abrir en nueva ventana).



















No se puede comentar Por qué?
La escena representada se desarrolla en el interior de un espacio arquitectónico que sugiere una basílica o iglesia antigua, posiblemente bizantina por sus arcos y decoración. El foco central es un hombre semidesnudo inmerso en una pila bautismal rectangular, construida con bloques de piedra y adornada con una cruz prominente. Su rostro denota una expresión serena, casi extática, mientras recibe el sacramento del bautismo.
Alrededor de la pila se agrupa un conjunto numeroso de figuras masculinas. A la derecha, destaca un clérigo de avanzada edad, ataviado con vestimentas litúrgicas elaboradas y un nimbo que indica su santidad. Este personaje preside la ceremonia, elevando sus manos en actitud de bendición o invocación divina. Otros eclesiásticos, también ricamente vestidos, observan atentamente el ritual.
A la izquierda, se distinguen figuras vestidas con ropas más profanas, aunque igualmente suntuosas. Algunos portan coronas o tocados que sugieren su elevado rango social. Sus rostros reflejan una mezcla de solemnidad y expectación. La composición general es simétrica, lo cual enfatiza la importancia del evento central.
La iluminación es dramática, con un fuerte contraste entre las zonas iluminadas, donde se concentra la acción principal, y las áreas oscuras que envuelven el fondo y los laterales. Este recurso acentúa la solemnidad de la escena y dirige la atención del espectador hacia el bautismo.
Subtextos potenciales: La pintura parece ilustrar un momento crucial en la conversión religiosa de una figura poderosa. El contraste entre las vestimentas litúrgicas y las ropas nobles sugiere la unión de poder secular y religioso. La presencia de múltiples testigos indica que este evento no es meramente personal, sino que tiene implicaciones políticas y sociales significativas. La expresión serena del hombre bautizado podría interpretarse como una aceptación voluntaria de una nueva fe o ideología, marcando el inicio de un nuevo orden social y cultural. El uso de la cruz como elemento central refuerza la importancia del cristianismo en este proceso de transformación. La arquitectura bizantina evoca un pasado glorioso y legitima la autoridad religiosa que se está estableciendo.