Gustav Klimt – Baby (Cradle)
Ubicación: National Gallery of Art, Washington.
На эту операцию может потребоваться несколько секунд.
Информация появится в новом окне,
если открытие новых окон не запрещено в настройках вашего браузера.
Для работы с коллекциями – пожалуйста, войдите в аккаунт (abrir en nueva ventana).
Поделиться ссылкой в соцсетях:
Comentarios: 3 Ответы
Восхитительно! Ребенок ангельски красивый. Он смотрит осмыслено и доверчиво, так, словно он уже много раз видел Вас и хорошо Вас знает, будто это Ваш ребенок. А одеало, которым он укрыт, как-будто соткано из одежд тысячи людей, которые повтречаются ему в жизни. Будто это карта его судьбы.
Ощущение незавершённости, чего-то не хватает...
ты модерн почитай чё такое ёпта
No se puede comentar Por qué?
La obra presenta una composición densa y fragmentada centrada en una figura infantil. El espectador percibe un cuerpo pequeño, casi disuelto entre capas superpuestas de tela y color. La paleta cromática es vibrante, dominada por tonos verdes, azules, amarillos y rosas, aplicados con pinceladas gruesas y texturizadas que sugieren movimiento y una cierta agitación emocional.
La figura del niño se encuentra envuelta en un amasijo de ropajes que parecen sofocarlo o protegerlo simultáneamente. La abundancia de patrones textiles – florales, geométricos, abstractos – crea una atmósfera opresiva, casi claustrofóbica. El rostro del infante, aunque pálido y sereno, contrasta fuertemente con el caos circundante. Sus ojos, grandes y fijos, transmiten una sensación de vulnerabilidad e incluso aislamiento.
La ausencia de un fondo definido o elementos contextuales concretos intensifica la introspección de la escena. La forma en que se construye la imagen sugiere una preocupación por la fragilidad de la existencia y la dificultad de protegerse del mundo exterior.
Se puede interpretar la obra como una representación simbólica de la infancia, no tanto como un estado idílico sino como un período marcado por la dependencia, el miedo y la incertidumbre. La profusión de telas podría aludir a las convenciones sociales o las expectativas que se imponen sobre los niños. El color intenso y la pincelada expresiva evocan una fuerte carga emocional, posiblemente relacionada con la angustia materna o la experiencia del trauma.
La pintura no ofrece respuestas fáciles; más bien, invita a la reflexión sobre la complejidad de las relaciones humanas y la naturaleza ambivalente del amor y el cuidado. La sensación general es de un abrazo asfixiante, donde la protección se convierte en una forma de encierro.