Isaak Levitan – Evening Bell 900 Classic russian paintings
Isaak Levitan - Evening Bell
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Isaac Levitan, un gran maestro del pincel y un hombre con un destino difícil, dejó un gran legado de paisajes vívidos y expresivos. En 1892, el artista creó el cuadro "Evening Chime". Este cuadro refleja las impresiones que el autor recibió durante su viaje a los lugares sagrados del Volga. Los monasterios que vio fueron la base de una imagen inusualmente poética que está en sintonía con la famosa música y los poemas y las campanas de la iglesia. El maestro representa una bochornosa tarde de verano.
Descripción del cuadro de Isaac Levitan "Evening Chime".
Isaac Levitan, un gran maestro del pincel y un hombre con un destino difícil, dejó un gran legado de paisajes vívidos y expresivos.
En 1892, el artista creó el cuadro "Evening Chime". Este cuadro refleja las impresiones que el autor recibió durante su viaje a los lugares sagrados del Volga. Los monasterios que vio fueron la base de una imagen inusualmente poética que está en sintonía con la famosa música y los poemas y las campanas de la iglesia.
El maestro representa una bochornosa tarde de verano. Bajo los rayos de la flamante puesta de sol, se oye el tañido de las campanas, que invitan a la oración vespertina. Otro día que llega a su fin trae consigo una agradable melancolía y tristeza y la anticipación de un nuevo día.
La solemnidad y la grandeza naturales del día se ven subrayadas por un cielo que se oscurece ligeramente, con una bruma rosada generalizada. El cielo se refleja en la suave y serena superficie del agua en tonos grises.
El río fluye tranquilo y amplio entre las oscuras orillas, arenosas en el borde del agua, y luego cubiertas de arbustos. Los peregrinos toman una barca para cruzar las aguas tranquilas hasta el otro lado. Tienen prisa por llegar a tiempo para el servicio de la tarde. Al otro lado del río ya les esperan los serviciales monjes. Y dos barcos con un barquero aburrido y una pasarela de madera se quedan al otro lado.
En el agua clara y silenciosa se reflejan también los muros de piedra blanca y las cúpulas doradas de los monasterios, la afilada aguja del campanario. Los majestuosos edificios se ocultan tras el verdor de los árboles. Los principios espirituales y naturales están como fusionados aquí, conduciendo al silencio y la tranquilidad.
"Evening Chime" es uno de los cuadros más significativos de los grandes paisajistas. Muestra la habilidad de un pintor experimentado que sabe ver la belleza de la naturaleza y plasmarla en el lienzo con los colores. Aquí se ve claramente el estado de ánimo del autor, su aspiración a lo divino. La música conmovedora y majestuosa del artista se transmite al espectador.
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Comentarios: 2 Ответы
Вечерний звон – Бом, Бом...
Очень красивая картина передает в действительности какая раньше была Русь добрая тихая
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La obra presenta una escena crepuscular a orillas de un río amplio y sereno. El cielo domina la composición con tonos cálidos que varían del dorado al rosa pálido, sugiriendo el final del día. Estas tonalidades se reflejan en las aguas quietas del río, creando una atmósfera de calma y melancolía.
En primer plano, un bote solitario descansa sobre la orilla arenosa, con una figura humana apenas visible que parece absorta en sus pensamientos. Más adelante, otro bote navega lentamente por el río, transportando a varias personas cuya silueta se difumina con la luz tenue. La vegetación exuberante de las orillas, representada con pinceladas sueltas y texturizadas, enmarca la escena y añade profundidad al paisaje.
En el centro de la composición, sobre una elevación natural, se distingue un conjunto arquitectónico que parece ser una iglesia o monasterio ortodoxo. Sus cúpulas doradas brillan bajo los últimos rayos del sol, simbolizando quizás la fe y la espiritualidad en medio de la naturaleza. La luz incide directamente sobre este edificio, destacándolo como el punto focal de la pintura.
La paleta cromática es rica en tonos terrosos y ocres, con contrastes sutiles que enfatizan la sensación de profundidad y atmósfera. El uso de la luz y la sombra contribuye a crear una impresión de quietud y contemplación.
Subyacentemente, la obra evoca temas como la soledad, el paso del tiempo y la conexión entre el ser humano y la naturaleza. La presencia de las figuras en los botes sugiere un viaje o transición, mientras que el edificio religioso podría representar un refugio espiritual o una búsqueda de sentido. El ambiente general transmite una sensación de nostalgia y reflexión sobre la fugacidad de la vida. Se percibe una armonía entre el mundo natural y el construido, invitando al espectador a sumergirse en la belleza serena del paisaje y a meditar sobre su propia existencia.