Bogdanov-Belsky Nikolai – Virtuoso 900 Classic russian paintings
Bogdanov-Belsky Nikolai - Virtuoso
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Nikolai Bogdanov-Belsky dedicó toda su creatividad a los sencillos niños del pueblo. No sólo los amaba, sino que los conocía, los comprendía, los sentía, porque el propio académico en su infancia era el mismo niño de pueblo descalzo. No tenía padre, era un hijo ilegítimo. Y su madre luchaba demasiado y con demasiada fuerza contra la pobreza como para prestarle al niño una atención especial: no tenía tiempo.
Descripción del cuadro "Virtuoso" de Nikolai Bogdanov Belsky
Nikolai Bogdanov-Belsky dedicó toda su creatividad a los sencillos niños del pueblo. No sólo los amaba, sino que los conocía, los comprendía, los sentía, porque el propio académico en su infancia era el mismo niño de pueblo descalzo.
No tenía padre, era un hijo ilegítimo. Y su madre luchaba demasiado y con demasiada fuerza contra la pobreza como para prestarle al niño una atención especial: no tenía tiempo. Kolya trabajaba él mismo, arreando el ganado en los días de verano. En invierno el niño estudiaba.
Por suerte para él, conoció a un maravilloso profesor que consiguió no sólo detectar el talento en un chico corriente, sino que también hizo todo lo posible para evitar que el talento del chico se perdiera.
El cuadro "Virtuoso" muestra a un grupo de niños que escuchan al pequeño músico con entusiasmo. El virtuoso está absorto en su propia forma de tocar, con los ojos cerrados y las cejas fruncidas... Está claro que el chico no tiene tiempo para conservatorios y escuelas de música, lo más probable es que haya tenido que aprender a tocar él mismo. Pero ha dominado esta difícil ciencia, de lo contrario los niños no estarían sentados a su alrededor viéndole jugar.
Las caras de los niños son brillantes y limpias. Cada rostro tiene su propio carácter, su pequeña historia. Este es un niño brillante: los sonidos del instrumento son un verdadero milagro para él. Por supuesto, los niños del pueblo han visto una balalaika, pero cuando su amigo la toca, es una verdadera maravilla. Por eso no quita los ojos de la hábil mano del pequeño virtuoso.
El chico oscuro - le gusta el juego. Y también la forma de tocar, pero... ¿Pero qué pasa si el virtuoso se equivoca, puede ser? Esa es la expresión escrita en la cara de astucia del chico.
La chica del pañuelo rojo se limita a escuchar la melodía y una sonrisa aparece en su rostro.
Un chico mayor se levanta y mira pensativo a lo lejos: la música le ha inspirado. Aparentemente, el pequeño músico es un virtuoso, si hace pensar a sus amigos y a nosotros, los admiradores de las obras de Bogdanov-Belskiy.
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Comentarios: 10 Ответы
Россия
Вторая половина XIX века
Виртуоз. 1891
Холст, масло.
Национальный музей Грузии
великолепное мастерство художника, не могу насмотреться, просто заворожена!
"... И Родина щедро поила меня берёзовым соком... "
картины завораживают
Напишите пожалуйста описание к данной картине
Щазз
напешите
очень хорошая картина
люблю рассматривать лица, взгляды, воображать, как сложатся судьбы персонажей. У мальчика в красном цепкий взгляд, прагматичный
Когда её написали?
No se puede comentar Por qué?
La obra presenta un grupo de cinco niños reunidos en un claro de un bosque de abedules. La luz, difusa y vibrante, se filtra entre los troncos blancos, creando una atmósfera luminosa y casi etérea. El autor ha empleado una pincelada suelta y empastada, especialmente visible en la vegetación, que sugiere movimiento y frescura.
Cuatro de los niños están sentados sobre el suelo cubierto de hierba, formando un círculo informal alrededor de un quinto niño que se encuentra arrodillado, concentrado en lo que parece ser una pieza musical escrita sobre un pequeño atril improvisado. El niño arrodillado viste una camisa estampada y su postura denota dedicación y concentración. Los otros niños observan con atención; sus expresiones varían entre la curiosidad, el interés y una leve distracción.
El contraste cromático es notable: los tonos terrosos del suelo y la vegetación se oponen al rojo intenso de la camisa del niño que se encuentra de pie, atrayendo inmediatamente la mirada del espectador. Este niño, con su postura erguida y su atuendo llamativo, podría interpretarse como un símbolo de talento o liderazgo dentro del grupo.
La escena evoca una sensación de inocencia, espontaneidad y conexión con la naturaleza. La presencia de la música sugiere un momento de aprendizaje y creatividad compartida. Sin embargo, también se percibe una cierta melancolía subyacente; las miradas ausentes de algunos niños y el ambiente boscoso podrían aludir a la fugacidad de la infancia o a la soledad inherente a la experiencia humana. La composición, aunque aparentemente sencilla, está cuidadosamente equilibrada, con los troncos de los abedules actuando como elementos verticales que enmarcan la escena y dirigen la atención hacia el grupo central de figuras.
La obra no se centra tanto en la representación realista de los niños sino más bien en capturar una atmósfera emocional particular, un instante de quietud y contemplación en medio del bullicio de la vida.