Doors of Timur (Tamerlane) Vasily Vereshchagin (1842-1904)
Vasily Vereshchagin – Doors of Timur (Tamerlane)
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Pintor: Vasily Vereshchagin
Ubicación: The State Tretyakov Gallery, Moscow (Государственная Третьяковская галерея).
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El cuadro fue pintado al óleo sobre lienzo en 1873. Vasily Vereshchagin fue un artista que pintó muchos lienzos orientales, por lo que alcanzó gran popularidad entre los artistas. Sus cuadros nos trasladan a esa difícil época. Ropas exquisitas, puertas pesadas y robustas, armas en forma de flechas y arcos nos dan una pequeña idea de cómo vivían las gentes de Oriente hace cientos de años. Los cuadros de Vereshchagin siempre asombraron no sólo a la gente de a pie, sino también a los artistas famosos, porque era capaz de representar los detalles, la mentalidad y la historia de los acontecimientos como nadie. Tamerlán fue un gran conquistador que se asemejaba a Gengis Kan en sus hazañas, pero se diferenciaba de él por su sed de sangre aún mayor y su considerable inteligencia.
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Descripción del cuadro de Vasili Vereshchagin Las puertas de Tamerlán (Tamerlane)
El cuadro fue pintado al óleo sobre lienzo en 1873.
Vasily Vereshchagin fue un artista que pintó muchos lienzos orientales, por lo que alcanzó gran popularidad entre los artistas.
Sus cuadros nos trasladan a esa difícil época. Ropas exquisitas, puertas pesadas y robustas, armas en forma de flechas y arcos nos dan una pequeña idea de cómo vivían las gentes de Oriente hace cientos de años.
Los cuadros de Vereshchagin siempre asombraron no sólo a la gente de a pie, sino también a los artistas famosos, porque era capaz de representar los detalles, la mentalidad y la historia de los acontecimientos como nadie.
Tamerlán fue un gran conquistador que se asemejaba a Gengis Kan en sus hazañas, pero se diferenciaba de él por su sed de sangre aún mayor y su considerable inteligencia. Timur sabía más de una lengua, le gustaba comunicarse con los mayores, conocía el Corán por completo. Sus conquistas fueron enormes, hizo de la ciudad de Samarcanda su capital. Como está escrito en los libros antiguos, echó una maldición a los que perturbaron su paz. En su tumba estaba escrito que quien la abra, habrá una guerra sangrienta.
En 1941, esta profecía se hizo realidad para nuestro país. Un día antes del estallido de la Segunda Guerra Mundial, el 21 de junio, la tumba fue abierta por nuestros científicos. La decisión de sellar las cámaras de Tamerlán en 1942 fue un punto de inflexión para nuestro país. Rusia comenzó a ganar batallas y ganó la guerra.
Estos acontecimientos influyeron mucho en Vereshchagin, que dedicó su pintura a este tema. Y el lienzo lo consiguió como nadie. Con qué destreza transmitió la decoración tallada de las puertas de los siglos pasados, la ropa pintada con precisión. Sus volúmenes muestran lo difícil que era llevar toda esa ropa bajo el sol abrasador de Oriente.
El artista ha elegido todos los colores con mucha precisión. Los países orientales siempre han sido famosos por sus colores. Los guardias del lienzo miran fijamente las pesadas y lujosas puertas, esperando a su gran maestro. Siglos después podemos recordar los acontecimientos de aquellos días, aprender sobre la historia, reflexionar sobre la vida.
El cuadro se conserva en la Galería Tretyakov. En Moscú.
Comentarios: 2 Ответы
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La obra presenta una escena interior dominada por un par de puertas ornamentadas con intrincados diseños geométricos y caligráficos. Estas puertas, construidas en madera oscura, sugieren solidez y riqueza, posiblemente indicando el acceso a un espacio de gran importancia o poder. El marco que las rodea, decorado con motivos similares aunque más estilizados, refuerza esta noción de prestigio.
En primer plano, dos figuras masculinas flanquean la entrada. Se trata de guerreros o guardias, ataviados con armaduras completas y turbantes. Sus vestimentas son coloridas y detalladas, mostrando una mezcla de patrones y texturas que evocan culturas orientales. Cada uno sostiene un arco y flechas cruzadas, símbolo evidente de su función protectora y bélica. La posición rígida y formal de los guardias, con la mirada fija hacia el espectador, transmite una sensación de vigilancia constante y autoridad inquebrantable.
La iluminación es difusa pero cuidadosamente dirigida, resaltando las texturas de la madera tallada, el brillo del metal en las armaduras y los detalles de los trajes. Esta atención al detalle sugiere un interés por representar con precisión la materialidad y la opulencia del entorno.
Subyacentemente, la pintura parece explorar temas relacionados con el poder, la defensa y la exclusividad. Las puertas cerradas simbolizan una barrera entre el mundo exterior y un espacio privado reservado para aquellos en posiciones de autoridad. La presencia de los guardias enfatiza esta idea de protección y control, sugiriendo que el acceso a este lugar está estrictamente regulado. El ambiente general es solemne y austero, evocando una atmósfera de misterio y respeto. Se percibe un aura de grandeza y posiblemente, de temor reverencial hacia la figura o institución que reside detrás de estas puertas. La composición simétrica contribuye a esta sensación de orden y estabilidad, reforzando la idea de un poder establecido y duradero.