Pieter Brueghel the Younger – Мassacre of the innocents
Ubicación: Royal Museum of Fine Arts (Koninklijke Musea voor Schone Kunsten), Brussels.
На эту операцию может потребоваться несколько секунд.
Информация появится в новом окне,
если открытие новых окон не запрещено в настройках вашего браузера.
Для работы с коллекциями – пожалуйста, войдите в аккаунт (abrir en nueva ventana).
Поделиться ссылкой в соцсетях:
No se puede comentar Por qué?
La escena representada es un episodio de violencia que se desarrolla en un paisaje invernal cubierto de nieve. El autor ha dispuesto una multitud de figuras humanas en un espacio relativamente pequeño, creando una sensación de agitación y caos. En primer plano, observamos a hombres armados, vestidos con ropas coloridas y portando espadas, lanzas y otras armas, involucrados en acciones agresivas contra personas desarmadas.
La composición es dinámica; las figuras se entrelazan, caen, huyen o luchan por defenderse. La nieve bajo los pies de los personajes está perturbada por el movimiento constante, sugiriendo la rapidez con que se suceden los acontecimientos. Se distinguen mujeres y niños entre la multitud, algunos ya víctimas de la violencia, otros intentando escapar.
El fondo muestra una aldea con casas modestas cubiertas de nieve, lo que sugiere un entorno rural y cotidiano contrastado fuertemente con la brutalidad del evento central. La paleta cromática es fría, dominada por tonos grises, blancos y marrones, acentuados por los colores vivos de las vestimentas de los soldados, lo cual enfatiza su presencia amenazante.
Subtextos potenciales:
La pintura parece aludir a un acto de represión o persecución sistemática. La disparidad en el armamento entre los agresores y las víctimas sugiere una clara desigualdad de poder. La inclusión de niños como objetivo de la violencia introduce un elemento particularmente perturbador, evocando temas de inocencia perdida y crueldad innecesaria.
La ubicación del evento en un entorno doméstico y aparentemente pacífico intensifica el impacto dramático, contrastando la seguridad esperada con la realidad brutal de la agresión. La presencia de animales (perros) que participan o observan la escena podría interpretarse como una metáfora de la naturaleza instintiva de la violencia o como testigos silenciosos del horror.
La representación detallada y realista de las figuras, a pesar de su escala relativamente pequeña, busca generar empatía en el espectador y transmitir la gravedad de los acontecimientos retratados. La escena no se centra en un héroe o figura central, sino que enfatiza la colectividad del sufrimiento y la deshumanización inherente al acto violento.