Isaac Ilyich Levitan – Peonies. Mid 1890
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Comentarios: 1 Ответы
ПИОНЫ
Ярко-красные шапки пионов
Подтверждают величье законов
Бытия, где единый исток.
Если чувства твои в порядке,
То беги суеты без оглядки
И ищи золотой бережок.
Им предстанет порою и дача.
Зелень лета, сознанье инача,
Успокоит душевный разлад.
Наблюдаешь, весьма терпеливо,
Как пионы, презрев перспективу.
Полыхая огнём, не сгорят.
Всё закончится горсткою праха!
Под воздействием смертного страха
Попадаешь опять в черноту.
Только солнце сияет, как прежде.
Научись доверять надежде
И поверь, наконец, в высоту!
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Análisis de la pintura
En esta obra se presentan tres flores, presumiblemente peonías, dispuestas sobre una superficie terrosa y oscura. La composición es sencilla: las flores ocupan el primer plano, mientras que el fondo permanece difuso e indeterminado, enfatizando su presencia individual.
Las flores no están en plena floración; exhiben un estado de madurez parcial, con pétalos ligeramente marchitos o desprendidos en algunos casos. El autor ha prestado especial atención a la textura y al color de los pétalos, utilizando una paleta suave que combina tonos rosados, blancos y lavandas. La luz incide sobre las flores desde un ángulo sutil, creando volúmenes delicados y resaltando las irregularidades naturales de sus formas.
La elección de representar peonías en este estado particular sugiere una reflexión sobre la fugacidad del tiempo y la belleza efímera. Las flores, aunque hermosas, muestran signos de decadencia, lo que podría interpretarse como una metáfora de la vida misma y su inevitable transcurso. La oscuridad del fondo acentúa esta sensación de melancolía y fragilidad.
La ausencia de elementos adicionales en la escena concentra la atención del espectador en las flores, invitándolo a contemplar su delicada estructura y su proceso de transformación. El tratamiento realista de los detalles sugiere un interés por capturar la esencia natural de estos seres vivos, pero también una conciencia de su vulnerabilidad y transitoriedad. La obra podría entenderse como una vanitas moderna, aunque desprovista de los símbolos tradicionales asociados a este género pictórico; en cambio, se centra en la belleza intrínseca del ciclo vital y su inevitable conclusión.