Early spring. 1898 Isaac Ilyich Levitan (1860-1900)
Isaac Ilyich Levitan – Early spring. 1898
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Pintor: Isaac Ilyich Levitan
Ubicación: State Russian Museum, St. Petersburg (Государственный Русский Музей).
Los cuadros del gran artista Levitan siempre han tenido una gran acogida por parte del público. La aprobación del cuadro, titulado Primavera temprana, no ha pasado desapercibida. Esta obra expresaba vívidamente un estado de ánimo especial, el más susceptible para el pueblo ruso, con su percepción del mundo y un sutil sentido de la naturaleza. Al mismo tiempo, cabe destacar que este cuadro está realizado con una gran calidad artística. Algunos críticos llegaron a comentar esta pintura moderna, que es del más alto nivel en el mundo. La pintura es incomparablemente un acto de penetración y sentimiento únicos de la naturaleza.
Descripción del cuadro Primavera temprana de Isaac Levitan
Los cuadros del gran artista Levitan siempre han tenido una gran acogida por parte del público. La aprobación del cuadro, titulado Primavera temprana, no ha pasado desapercibida.
Esta obra expresaba vívidamente un estado de ánimo especial, el más susceptible para el pueblo ruso, con su percepción del mundo y un sutil sentido de la naturaleza. Al mismo tiempo, cabe destacar que este cuadro está realizado con una gran calidad artística.
Algunos críticos llegaron a comentar esta pintura moderna, que es del más alto nivel en el mundo.
La pintura es incomparablemente un acto de penetración y sentimiento únicos de la naturaleza. En cuanto a la ejecución técnica, no cabe duda de que Levitan es uno de los mayores representantes de la perfección técnica.
En este paisaje, el maestro no sólo transmite la belleza de lugares nativos y familiares para él, sino que generaliza toda la belleza de la naturaleza rusa. Esto se debe, en gran parte, directamente al estado de ánimo del propio maestro. En confirmación de esto podemos incluso dar un ejemplo, cuando el artista estaba en Yalta para el tratamiento, pero no le trajo alivio, ya que todo el tiempo Levitan anhelaba sus lugares nativos.
El inicio de la primavera fue capturado principalmente porque el artista trató de captar cada momento de la naturaleza, en sus diversos estados. Debido al hecho de que Levitan no era muy aficionado, esta eternidad inevitablemente cercana de la existencia, en sus pinturas, es muy bien llegar a discernir y sentir la experiencia instantánea de la naturaleza y el artista en el momento de escribir un cuadro. La nieve empieza a dar paso a la fértil tierra eslava, aunque gran parte del terreno sigue cubierto por ella.
En el río se puede ver el reflejo de los árboles, que aún no han conseguido adquirir follaje. El cuadro evoca una especie de tristeza por la humedad y el frío que retrata, pero al mismo tiempo la proximidad de la primavera no puede sino alegrarse.
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Comentarios: 1 Ответы
Барыня-речка, сударыня-речка,
На сосне грачи кричат.
Просыпайтесь, речка, сударыня-речка,
Хватит подо льдом скучать.
Барыня-речка, сударыня-речка,
Не проснулись Вы одна.
Просыпайтесь, речка, сударыня-речка,
На дворе у нас весна.
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La obra presenta un paisaje invernal en transición hacia la primavera. El dominio del color es el violeta y el gris, creando una atmósfera melancólica y sombría. En primer plano, se observa un río parcialmente congelado; fragmentos de hielo flotan sobre las aguas oscuras, reflejando tenuemente el cielo nublado. Las orillas están cubiertas por nieve que comienza a derretirse, revelando parches de tierra húmeda y vegetación seca en tonos marrones y ocres.
En la lejanía, una línea de árboles desnudos se extiende horizontalmente, delineándose contra el cielo plomizo. La pincelada es suelta y expresiva, sugiriendo más que definiendo los detalles del paisaje. No hay presencia humana visible; sin embargo, la composición evoca una sensación de quietud y soledad.
La paleta cromática restringida y la ausencia de elementos vibrantes sugieren un estado de espera, un momento liminal entre el fin del invierno y el despertar de la naturaleza. La luz tenue y difusa acentúa la atmósfera introspectiva de la escena. Se puede interpretar como una reflexión sobre la fugacidad del tiempo y la belleza sutil que se encuentra en los cambios estacionales.
La obra no celebra la exuberancia de la primavera, sino más bien el proceso gradual y silencioso de su llegada, marcado por la persistencia del invierno y la promesa latente de un nuevo comienzo. La composición horizontal refuerza esta sensación de calma y contemplación, invitando al espectador a sumergirse en la atmósfera melancólica del paisaje.