Fedor Reshetnikov – Low marks again (Unsatisfactory Again)
Ubicación: The State Tretyakov Gallery, Moscow (Государственная Третьяковская галерея).
На эту операцию может потребоваться несколько секунд.
Информация появится в новом окне,
если открытие новых окон не запрещено в настройках вашего браузера.
Для работы с коллекциями – пожалуйста, войдите в аккаунт (abrir en nueva ventana).
Поделиться ссылкой в соцсетях:
No se puede comentar Por qué?
La escena representada se desarrolla en el interior de una vivienda modesta, probablemente un hogar de clase trabajadora. El espacio es pequeño y funcional, con paredes pintadas en un tono azul oscuro que contribuye a una atmósfera algo sombría. La luz, aunque presente, no parece abundante, sugiriendo quizás un día nublado o la hora avanzada del día.
En el centro de la composición, se observa a un niño de pie frente a una mesa cubierta con un mantel sencillo. El muchacho sostiene en sus manos lo que parecen ser libros o cuadernos atados con una cuerda, y su expresión facial denota tristeza y resignación. Su postura corporal, encorvada y con la mirada baja, refuerza esta sensación de abatimiento. Un perro, de raza indeterminada pero de tamaño mediano, se alza sobre sus patas traseras, aparentemente buscando consuelo o atención del niño.
A su alrededor, otros miembros de la familia observan la situación. Una joven, vestida con un pañuelo rojo al cuello, permanece de pie junto a una silla, con una actitud distante y preocupada. Sentada en la mesa, otra mujer, ataviada con un delantal rojo y un pañuelo cubriendo su cabeza, mira fijamente al niño, aunque su expresión es difícil de interpretar; podría ser compasión o reproche. Un niño más pequeño, sentado junto a ella, observa la escena con curiosidad e inquietud.
La presencia de objetos cotidianos –un piano en el fondo, una bicicleta infantil– sugiere una vida familiar normal, pero la tensión palpable en la atmósfera y la actitud de los personajes indican que algo no está bien. La acumulación de libros atados podría simbolizar un fracaso académico reciente, posiblemente reflejado en las malas notas implícitas en el contexto general.
La pintura transmite una sensación de angustia silenciosa y preocupación familiar. El perro, como elemento intermedio entre el niño y los demás miembros del hogar, actúa como un catalizador emocional, intensificando la empatía hacia el protagonista y subrayando la importancia del apoyo afectivo en momentos difíciles. La paleta de colores terrosos y apagados contribuye a reforzar esta atmósfera melancólica y realista.