Sir Percivale slays the Serpent Henry Justice Ford (1860-1941)

El grabado presenta una escena de combate singular. Un caballero, ataviado con armadura completa –casco, cota de malla visible bajo placas y escudo– se encuentra enfrascado en la lucha contra una serpiente colosal. La criatura, de proporciones exageradas, ocupa gran parte del espacio inferior de la composición; su cuerpo sinuoso se retuerce alrededor del héroe, sugiriendo un peligro inminente y abrumador.
El caballero empuña una espada con determinación, clavándola en el costado de la serpiente. Su postura es firme, aunque no exenta de tensión, evidenciada por la inclinación de su cuerpo y la expresión concentrada en su rostro. El escudo, decorado con un emblema heráldico simple, sirve como defensa ante los ataques del reptil.
En el fondo, se vislumbra un paisaje marino brumoso, con olas que rompen contra una costa rocosa. A la derecha de la escena, sobre una elevación, aparece un felino –posiblemente un león o pantera– observando la contienda con una actitud expectante. La presencia del animal introduce un elemento simbólico adicional, quizás representando el valor, la fuerza o incluso un presagio.
La técnica del grabado, caracterizada por líneas finas y densas, crea un fuerte contraste entre luces y sombras, acentuando la dramaticidad de la escena. El artista ha prestado especial atención a los detalles de la armadura y las escamas de la serpiente, lo que sugiere una cuidadosa representación de texturas y formas.
Subyacente a la acción representada, se intuye un conflicto más amplio entre el bien y el mal. La serpiente, tradicionalmente asociada con el pecado, la tentación o el caos, simboliza las fuerzas oscuras que amenazan el orden establecido. El caballero, por su parte, encarna los valores de la valentía, la justicia y la protección.
La composición sugiere una narrativa épica, donde un héroe solitario se enfrenta a una amenaza monstruosa en defensa de un mundo amenazado. La soledad del caballero, contrastada con el tamaño imponente de la serpiente, enfatiza su coraje y determinación frente a la adversidad. El felino observador podría interpretarse como un testigo silencioso o incluso un aliado potencial en esta lucha primordial.