Old Man in Sorrow Vincent van Gogh (1853-1890)

Descripción del cuadro "En el umbral de la eternidad" de Vincent van Gogh

Van Gogh siempre se preocupó por el tema de la vida. Su carácter efímero, su fragilidad y al mismo tiempo su poder. Hombre infeliz, trabajador, tenaz y que se niega a perder la esperanza incluso en las situaciones más desesperadas, ha pintado muchas veces tanto la desesperación como el sueño y la indomable voluntad de vivir, encarnándola a veces incluso en las cosas más insulsas como los girasoles.

"En el umbral de la eternidad" es uno de sus escasos cuadros que representan al hombre. Fue dibujado por primera vez en Etten, donde Van Gogh dibujó la ciudad local, y donde conoció a un viejo campesino gravemente enfermo, que finalmente acabó en el lienzo.

El cuadro muestra al anciano sentado en una silla junto a una chimenea. Toda su postura expresa desesperación: la espalda encorvada, las manos cerradas en puños cubriendo su rostro, los codos apoyados en las rodillas. Él está claramente roto, y alrededor de su figura y construye toda la composición del cuadro, que excepto él, en su mayor parte, y nada.

Detrás de la rejilla hay una chimenea encendida; las llamas están representadas esquemáticamente con ligeras pinceladas, sin ningún atisbo de realismo. El suelo de madera está sin pintar, pero las paredes están encaladas. La silla bajo el campesino parece inestable y se balancea, a punto de caer en cualquier momento.

En su representación de la desesperación, Van Gogh es tan detallista como en su representación de la felicidad. Los zapatos del campesino están astillados, son ya muy viejos y se nota que se han desgastado mucho en el barro y la lluvia. El traje, a pesar de lo abigarrado de la imagen, parece cutre. Su pelo retrocede, dejando ver una calva, su barba está pulcramente recortada, y se nota que este hombre ha vivido una larga vida, durante la cual, si ha visto la felicidad, es raramente y sólo en vacaciones. El trabajo duro, la pobreza y ahora la enfermedad.

Y a pesar de ello, la imagen parece extrañamente luminosa. Como si, aunque vea el miedo y el dolor, el artista no quisiera renunciar a la idea de que la vida puede seguir siendo bella y que siempre hay esperanza, dolorosa y dulce al mismo tiempo.