Church at Auvers Vincent van Gogh (1853-1890)

Descripción del cuadro La iglesia de Auvers de Vincent Willem van Gogh

1890 г.

Este cuadro es uno de los últimos óleos sobre lienzo del artista. En 1890, Van Gogh se traslada a Auvers, un pueblo cercano a París, donde pasa los dos últimos meses de su vida. Fue entonces cuando creó esta obra de arte.

El lugar principal en el paisaje lo ocupa el edificio de la iglesia, pintado de forma muy clara y creíble. Las fotos actuales de la iglesia lo sugieren. Van Gogh pinta cada ventana, flecha y pináculo del tejado. Incluso representa el patrón de celosía de las ventanas de la iglesia. Esta iluminación estructurada y detallada del edificio sugiere su proximidad al lugar, visitándolo repetidamente, memorizando todos los detalles de la construcción.

Otro detalle en el primer plano del cuadro es el camino hacia la iglesia, que se bifurca y rodea la iglesia por cada lado. La silueta de una mujer que camina hacia la oración se puede ver en el camino. Su imagen es mostrada por el artista de forma bastante esquemática, discreta y sin énfasis en ella. También hay mucho espacio en el lienzo con la imagen de la hierba y las flores en ella, que rodean el camino y crecen a lo largo de todo el frente de la iglesia.

Como siempre, Van Gogh ha conseguido que su pintura sea extraordinariamente vívida y rica. El cielo se muestra de un azul brillante, justo el color del cobalto. El cielo saturado y oscuro da al cuadro una especie de falta de naturalidad, provocando una sensación de iluminación inadecuada. Pero al mismo tiempo hace que el paisaje sea completo y extraordinariamente colorido.

La iglesia se muestra en una combinación de tonos azules, amarillos, marrones, naranjas, verdes y azules. Un increíble derroche de color para un tranquilo y modesto edificio del claustro de Dios. La hierba y las flores que rodean la iglesia brillan en una paleta de colores que va del verde claro al pantano, con salpicaduras de azul y trazos blancos de autor. La carretera está salpicada de amarillo, marrón y naranja.

La impresión general del cuadro es mixta. La exuberancia de los colores y la riqueza de la gama cromática hacen que uno se alegre, pero cierta antinaturalidad del paisaje ensombrece la alegría.