#43764 Boris Kustodiev (1878-1927)
Boris Kustodiev – #43764
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Pintor: Boris Kustodiev
El lienzo fue pintado en 1920. Para el artista, una casa no es simplemente una construcción arquitectónica que tiene que ser ejecutada con sus proporciones y líneas claras, sino que es la vida misma, saliendo a borbotones por todas sus puertas y ventanas. Y en el cuadro de Kustodiev "La casa azul" todo es exactamente igual. La casa, pintada de un color puramente celestial, y las personas que reúne, les llevan a un lugar en el que pueden sentir su unidad, no sólo con la casa, sino también entre ellos. El hogar es el lugar del que parte el destino humano, que trae mil pruebas, y que regresa aquí para llevarlo a su último viaje.
Descripción del cuadro La casa azul de Boris Kustodiev
El lienzo fue pintado en 1920. Para el artista, una casa no es simplemente una construcción arquitectónica que tiene que ser ejecutada con sus proporciones y líneas claras, sino que es la vida misma, saliendo a borbotones por todas sus puertas y ventanas. Y en el cuadro de Kustodiev "La casa azul" todo es exactamente igual.
La casa, pintada de un color puramente celestial, y las personas que reúne, les llevan a un lugar en el que pueden sentir su unidad, no sólo con la casa, sino también entre ellos.
El hogar es el lugar del que parte el destino humano, que trae mil pruebas, y que regresa aquí para llevarlo a su último viaje. Entendiendo esto, el artista retrata no sólo una casa, sino toda una vida humana. Por eso los investigadores del cuadro creen que sólo es posible entenderlo cuando se empieza a considerar por partes, según la disposición prevista de los personajes.
En primer plano aparecen personas sencillas de diversas profesiones, jugando al ajedrez, como si estuvieran jugando la partida de sus vidas, que de todas formas terminará en la funeraria, situada en el sótano de la casa. El sepulturero es el final del viaje, pero su comienzo puede verse en la parte inferior del cuadro, donde los niños pequeños, ocupados en jugar con el perro, se colocan de forma casi invisible.
A continuación, el artista representa a una pareja enamorada, mostrando que la vida continúa, y como resultado, una mujer con un bebé se muestra en la esquina de la casa, sin duda recordando simbólicamente a la Virgen María con Jesús en sus brazos.
En la parte superior, en el balcón, los propietarios de la casa están tomando el té, reunidos alrededor de un samovar. Todo es perfecto y bello, la mesa está profusamente dispuesta y las macetas con flores son fragantes, pero esta gente también viene a la funeraria.
En la azotea, un adolescente espanta a las palomas, está por encima de todo el mundo, ya que no conoce ni el ensueño de una pareja enamorada, ni las preocupaciones de una madre, ni siquiera los problemas de la gente reunida para tomar el té y jugar; es totalmente despreocupado y, por tanto, perfecto. Este muchacho es la juventud y la fuerza del pueblo ruso, que nunca se achica ante ninguna adversidad.
El cuadro está lleno de luz y felicidad, todo aquí es armonioso y alegre, y qué más necesita el alma humana.
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La imagen tiene algo de esto: casa, gente, calle, al aire libre, edificio, arquitectura, niño, familia, ciudad, divertido, pueblo, tradicional, hombre, paisaje.
Tal vez sea un cuadro de una casa con mucha gente en el porche y muchos árboles al otro lado de la casa.