Vladimir Borovikovsky – Allegory of winter in the form of an old man warming his hands by the fire
Ubicación: The State Tretyakov Gallery, Moscow (Государственная Третьяковская галерея).
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En el lienzo se presenta un anciano de facciones marcadas y mirada penetrante. La figura domina casi por completo el espacio pictórico, sugiriendo una importancia inherente al personaje. Su rostro, surcado por arrugas profundas y con una expresión que oscila entre la resignación y el sufrimiento, evoca la vejez y el paso implacable del tiempo.
El artista ha empleado una paleta de colores terrosos y apagados, predominando los tonos ocres, marrones y grises. Esta elección cromática refuerza la sensación de frialdad y desolación que emana la escena. La luz incide directamente sobre el rostro y las manos del anciano, destacándolos como puntos focales y enfatizando su fragilidad.
El hombre viste ropas sencillas y desgastadas, lo cual sugiere una vida austera o incluso de privaciones. Un grueso collar de piel alrededor de su cuello podría interpretarse como un intento de protegerse del frío, pero también como un símbolo de su conexión con la naturaleza salvaje.
Sus manos, juntas frente a una pequeña fuente de calor –aparentemente brasas–, transmiten una necesidad urgente de combatir el frío. La mirada fija y algo perdida sugiere introspección o melancolía. En segundo plano, se vislumbra un paisaje invernal con árboles desnudos y cielos nublados, lo que refuerza la idea de un ambiente hostil y desapacible.
La composición general, centrada en la figura del anciano y su lucha contra el frío, puede interpretarse como una alegoría de la vejez, la decadencia o incluso la muerte. La imagen sugiere una reflexión sobre la fragilidad humana frente a las fuerzas implacables de la naturaleza y el tiempo. El fuego, aunque pequeño, representa un último resquicio de esperanza o vitalidad en medio de la desolación invernal. Se percibe una fuerte carga simbólica relacionada con los ciclos naturales y la inevitabilidad del declive.