Ivan Ivanovich Shishkin – The corner of the overgrown garden. Dream grass
Ubicación: The State Tretyakov Gallery, Moscow (Государственная Третьяковская галерея).
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La obra presenta un fragmento de jardín descuidado, centrado en una exuberante proliferación de vegetación silvestre. El encuadre es íntimo, casi claustrofóbico, limitándose a una sección específica del espacio exterior. Predominan los tonos verdes y ocres, con el blanco puro de las flores que contrastan fuertemente con la oscuridad de la estructura de madera al fondo.
En primer plano, se observa un denso conjunto de hierbas altas y flores blancas agrupadas en inflorescencias complejas. La pincelada es suelta y vigorosa, sugiriendo movimiento y vitalidad orgánica. La luz incide directamente sobre las plantas, creando fuertes contrastes de sombra que acentúan la textura y el volumen de los elementos vegetales.
Al fondo, una pared o cobertizo de madera ennegrecida por el tiempo actúa como límite del jardín. Los árboles se vislumbran a través de aberturas entre la vegetación, insinuando un espacio más amplio pero inaccesible. La estructura de madera parece estar en estado de deterioro, lo que sugiere abandono y el paso implacable del tiempo.
La composición transmite una sensación de quietud melancólica. El jardín no es un espacio ordenado o cultivado; se trata de un rincón salvaje donde la naturaleza ha recuperado su dominio. La abundancia de vegetación puede interpretarse como símbolo de fertilidad y crecimiento, pero también evoca ideas de decadencia y olvido.
La ausencia de figuras humanas refuerza esta atmósfera introspectiva. El espectador es invitado a contemplar un momento fugaz en la vida del jardín, una escena silenciosa que sugiere reflexiones sobre la naturaleza, el tiempo y la fragilidad de la existencia. La luz dorada y los tonos terrosos contribuyen a crear una sensación de nostalgia y añoranza por un pasado remoto o idealizado. Se percibe una tensión entre la belleza efímera de las flores y la inevitabilidad del desorden natural.