Rembrandt Harmenszoon Van Rijn – The Resurrection of Christ
На эту операцию может потребоваться несколько секунд.
Информация появится в новом окне,
если открытие новых окон не запрещено в настройках вашего браузера.
Для работы с коллекциями – пожалуйста, войдите в аккаунт (abrir en nueva ventana).
Поделиться ссылкой в соцсетях:
No se puede comentar Por qué?
La composición se centra en una escena dramática que transcurre en un espacio oscuro y cavernoso. La luz, elemento primordial, irrumpe desde el centro superior del lienzo, iluminando a dos figuras masculinas ascendentes envueltas en un halo dorado. Estas figuras, presumiblemente humanas por su forma, exhiben una palidez casi espectral, contrastando fuertemente con las sombras que dominan la escena inferior.
En la parte baja de la pintura, se observa un grupo numeroso de individuos, soldados o guardias, representados en posturas de sorpresa y desconcierto. Sus rostros, parcialmente ocultos por la oscuridad, revelan expresiones de temor y asombro. Algunos yacen derribados, mientras que otros parecen retroceder ante el evento luminoso. La presencia de armaduras y armas sugiere un contexto militar o de vigilancia.
El autor emplea una técnica de claroscuro pronunciada, donde las zonas iluminadas resaltan la acción principal y las áreas oscuras enfatizan la profundidad y el misterio. Esta fuerte oposición lumínica dirige la mirada del espectador hacia las figuras ascendentes, otorgándoles un carácter casi divino.
La atmósfera general es tensa y cargada de emoción. La luz no solo ilumina, sino que también parece emanar una fuerza poderosa que perturba a los presentes. Se percibe un movimiento ascendente, casi vertical, que sugiere la superación de límites físicos o terrenales.
Subtextualmente, la pintura podría aludir a un momento de trascendencia, una liberación o victoria sobre la muerte y el poder terrenal. La oscuridad circundante puede simbolizar la ignorancia, el miedo o las fuerzas del mal, mientras que la luz representa la esperanza, la fe o la intervención divina. El desconcierto de los guardias sugiere la incapacidad humana para comprender o controlar eventos sobrenaturales. La escena, en su conjunto, evoca una sensación de asombro y reverencia ante un fenómeno inexplicable.