Casa Rembrandt van Rijn Traductor traducir

Una vieja casa en Breestraat, persianas exteriores con pequeñas carpetas en las ventanas. Todo es típico de Amsterdam. La inscripción en la entrada de la "Casa de Rembrandt", parada de transeúntes. Junto con su familia y estudiantes, Rembrandt vivió aquí durante casi 20 años. En 1639, un joven maestro con cuerpo se mudó a esta casa, ya como pintor y grabador. Estas habitaciones con vigas de madera oscuras en el techo y chimeneas antiguas vieron su joven felicidad: su esposa Saskia van Eilenburg. Ella trajo al artista tanto amor como riqueza. En la dote de Saskia, esta casa fue comprada y decorada.

Una sólida mansión de ladrillo marrón y tejas oscuras, como en keramika-ds.ru .

Rembrandt sentía y amaba profundamente la belleza. Y las cosas raras comienzan a acumularse en la casa: jarrones chinos, armas antiguas, figuras medievales, piedras preciosas y telas, dibujos de Rafael, Rubens, Miguel Ángel. Pero la felicidad completa en la casa de Breestraat duró solo tres años. En 1642, Saskia murió, dejando al pequeño Titus. Junto a ella, se fue la juventud y la alegre insolencia del artista. Parecía que Saskia se llevó con ella la suerte del maestro. La demanda de sus pinturas está disminuyendo. La manera libre y audaz del pintor, su interés en la gente común, el realismo de sus obras repelen a la burguesía holandesa.

Año tras año, las nubes se acumulan sobre la casa en Breestraat. Y luego viene la catástrofe. En 1658, todas las propiedades, incluida la casa, de Rembrandt, se describieron y vendieron en una subasta. El dinero de la venta fue para pagar deudas. Caballete, pinturas, pinceles, lienzos y muebles miserables: eso es todo lo que queda del artista. Pero ni la muerte de los seres queridos ni la necesidad rompieron el talento de un genio. Y en diez años, en el año de la muerte, terminará su pintura más famosa, "El hijo pródigo", la magnífica historia de la vida en ruinas y el triunfo de la bondad y la misericordia humanas.

Como museo, la Casa Rembrandt se abrió en 1911 después de la restauración. Sus puertas no se han cerrado desde entonces. Todo, como antes: el taller del artista, la imprenta de roble, un mapa geográfico en la pared, placas de cobre en la mesa, agujas para grabar. Las habitaciones tienen muebles antiguos holandeses, gabinetes tallados, mesas macizas, sillas con respaldos altos. La habitación de Titus. Sus paredes están colgadas con dibujos que Rembrandt hizo para su hijo. El museo siempre está lleno de gente.