Recreación y turismo. Viajando en Suiza Traductor traducir

Desde mediados del siglo XIX, decenas de artistas y compositores han venido a los Alpes. Uno de ellos fue Gustav Mahler (1860-1911), que vivía en varios rincones remotos y apartados de la montañosa Austria.

Steinbach en el lago Attersee. Aquí Mahler se alojó en el hotel muchas veces, que ahora se llama el "Gasthof Fettinger"; allí compuso su Segunda y Tercera Sinfonías. El compositor era ampliamente conocido por su sensibilidad personal al ruido extraño: a los molinos de órganos se les dio dinero especialmente para mantenerse alejados de casa, y las vacas amortiguaban las campanas, y a los niños se les prohibió estrictamente acercarse al hotel. Mahler luego encontró la soledad en otro lago, Wörthersee, cerca de Klagenfurt, en el este de las montañas. Adquirió una casa grande en el lago, y en un pequeño claro en el bosque en la ladera, construyó una sencilla casa de verano de madera, en la que creó una serie de sinfonías; es un lugar encantador, aunque no hay nada especial aquí: cuatro paredes, un piso y un techo. Se puede llegar solo a pie, elevándose a través del bosque, desde la concurrida, llena de bancos en reposo de Wörthersee. Actualmente, la casa está custodiada como un santuario dedicado a la memoria de Mahler. Pero en Klagenfurts en 1907, en la e Después de cumplir quince años, la hija mayor del compositor, María, murió de escarlatina, y Mahler nunca regresó aquí, pasando los últimos meses de verano de su vida en una remota ciudad turística en los Alpes tiroleses, cerca de Dobbyako. Puede leer más sobre las vistas de Suiza en el artículo http://www.syl.ru/article/152718/new_shveytsariya-dostoprimechatelnosti-i-goroda-chto-posmotret-v-shveytsarii.

Richard Wagner (1813-1883), otro compositor al que le encantaba trabajar en lugares tranquilos a orillas de los lagos, desde 1866 hasta 1872 vivió en una villa en Tribshen, en el cantón de Lucerna. Wagner no era un extraño en Lucerna, donde adquirió propiedades; Durante una larga estancia en el hotel Schweizerhof en 1859, compuso la ópera Tristán, y el idilio de Siegfried nació en otra residencia de Lucerna, el Hotel du Lac, en 1852. Viajando por Suiza con su amante Cosima, hija de Liszt Ferenc, Wagner tomó nota. de esta hermosa finca aislada en Tribshen. "Nadie puede sacarme de aquí otra vez", dijo más tarde sobre su nuevo hogar. Las creaciones que concebí en esta Suiza serena y encantadora, cuando mis ojos están en las maravillosas montañas en coronas doradas, serán obras maestras, y en ningún otro lugar tendría su plan. "

La tranquila villa de Wagner, que se eleva sobre los árboles, se alza sobre un acantilado, que está rodeado por tres lados por el agua, y desde allí hay maravillosas vistas del lago. En 1870, el compositor se casó con Cosim, y los años que pasó en Lucerna se convirtieron en uno de los períodos más fructíferos de su trabajo. En 1938, Arturo Toscanini realizó un concierto en esta casa: esta fue la celebración solemne de la inauguración del primer Festival de Lucerna, que finalmente se convirtió en uno de los festivales de música más prestigiosos del mundo; No es sorprendente que la casa en sí alberga actualmente un museo dedicado a la vida y obra de Wagner.

Muchos artistas también creían que rodeados de montañas, lejos del alboroto mundano, la inspiración desciende sobre ellos y, a través de la soledad, su trabajo mejora. A principios del siglo XX, Gustav Klimt (1862-1918) a menudo se alojaba en una casa en el Attersee, se sintió atraído por el mismo hermoso paisaje con muchos acantilados, que Mahler se inspiró unos años antes. La amante de Klimt, Emilia Flege, era dueña de una casa en Unterach en el mismo lago, y esta casa a menudo aparecía en sus pinturas. Murnau, una antigua ciudad medieval en los Alpes bávaros es considerada la cuna del Art Nouveau alemán: el artista Gabriel Munter (1877-1962) compró una casa rural a orillas del Staffelsee en 1909 y pasó más de un verano aquí, y la ciudad pronto se convirtió en un centro de atracción para un grupo de arte conocido como Der Blaue Reiter "(" The Blue Horseman "). Incluía, en particular, Vasily Kandinsky y Franz Mark.

Ascona, otro complejo lacustre en el Lago Maggiore, ha atraído a varios grupos de filósofos, artistas y figuras culturales durante más de cien años, comenzando con el anarquista ruso Mikhail Bakunin, quien vino aquí en la década de 1870. A principios de siglo, Henri Odenkoven y Uda Hoffmann fundaron una colonia de artistas vegetarianos en una ladera mirando el complejo, y entre las dos guerras mundiales Ascona se convirtió en un lugar de vacaciones favorito no solo de Isadora Duncan, sino también de muchos otros. Lenin, Jung, Hesse, Kandinsky y Paul Klee, todos en un momento u otro visitaron esta ciudad, dándole un cierto bohemianismo picante; la ciudad se diferenciaba de ella por el carácter bastante tranquilo de Locarno, del que Ascona forma parte.