Portrait of Emile Zola Édouard Manet (1832-1883)
Édouard Manet – Portrait of Emile Zola
Editar atribución
Descargar a tamaño completo: 3110×4000 px (1,8 Mb)
Pintor: Édouard Manet
Ubicación: Orsay Museum (Musée d’Orsay), Paris.
Retrato de Emile Zola, pintado por Édouard Manet en 1868, fue realizado por el propio escritor, que acudía al estudio del maestro varias veces por semana para posar. Édouard Manet y Emile Zola eran buenos amigos y se defendían mutuamente de los ataques de la prensa y la crítica. Cabe señalar que el éxito del artista llegó precisamente tras la presentación de su retrato al público, así como de varios artículos de Emile Zola sobre la obra de su entonces desconocido amigo. En el lienzo, Emile Zola está medio girado, sentado detrás de su escritorio en un mullido sillón, meditabundo, con el rostro bien iluminado y el libro que sostiene en las manos.
Descripción del cuadro de Eduard Manet "Retrato de Emile Zola".
Retrato de Emile Zola, pintado por Édouard Manet en 1868, fue realizado por el propio escritor, que acudía al estudio del maestro varias veces por semana para posar. Édouard Manet y Emile Zola eran buenos amigos y se defendían mutuamente de los ataques de la prensa y la crítica. Cabe señalar que el éxito del artista llegó precisamente tras la presentación de su retrato al público, así como de varios artículos de Emile Zola sobre la obra de su entonces desconocido amigo.
En el lienzo, Emile Zola está medio girado, sentado detrás de su escritorio en un mullido sillón, meditabundo, con el rostro bien iluminado y el libro que sostiene en las manos. Al parecer, lo que ha leído en el grueso almanaque es tan interesante que el escritor se ha olvidado de todo el mundo que le rodea y está reflexionando sobre lo que acaba de aprender.
El entorno en sí es propicio para la reflexión; se puede observar el caos creativo que hay en la mesa: el tintero, las pilas de libros y papeles, apenas queda espacio para nada más que lo que ya está allí. También hay un plato y una cuchara sobre la mesa, lo que da la impresión de que el escritor suele olvidarse de comer o beber mientras trabaja, por lo que los pone lo más cerca posible de su escritorio.
Las paredes están oscurecidas, pero los cuadros y recortes que las adornan son claramente visibles, el espectador puede ver parte del paisaje que representa un pájaro en una rama, así como otro cuadro, o más bien un grupo de ellos en un solo marco. En las paredes, al igual que en la mesa, hay un cierto caos creativo cuya ubicación conocen bien el propio autor del cuadro y su reflexivo amigo escritor.
Los temores de Édouard Manet de morir en la oscuridad no se materializaron; pronto encontró su merecida fama, y su retrato de Emile Zola ya fue considerado como uno de los mejores de sus retratos en vida, tanto como artista como por su protagonista.
Кому понравилось
Пожалуйста, подождите
На эту операцию может потребоваться несколько секунд.
Информация появится в новом окне,
если открытие новых окон не запрещено в настройках вашего браузера.
Necesitas iniciar sesión
Для работы с коллекциями – пожалуйста, войдите в аккаунт (abrir en nueva ventana).



















No se puede comentar Por qué?
En este óleo sobre lienzo, el autor presenta a un hombre de mediana edad sentado en un sillón ricamente decorado. La figura domina la composición, ocupando casi todo el espacio pictórico y siendo retratada de perfil. Viste un traje oscuro, probablemente de terciopelo, y pantalones grises claros; su barba completa y bien cuidada sugiere una cierta madurez intelectual y posiblemente un estatus social elevado.
El hombre está absorto en la lectura de un libro abierto, cuyas páginas revelan reproducciones fotográficas. Su mirada se dirige hacia abajo, concentrada en el material que tiene entre manos. La iluminación es tenue pero focalizada, destacando su rostro y las texturas de su vestimenta.
El interior donde se encuentra el retratado parece ser un estudio o despacho. En la pared posterior, se observan varias obras de arte: una estampa japonesa a la izquierda y un conjunto de grabados o fotografías enmarcadas a la derecha. Estos elementos no son meros adornos; sugieren los intereses culturales del personaje, posiblemente inclinaciones hacia el arte oriental y la documentación visual de la realidad.
Sobre el escritorio se acumulan papeles, libros, tinteros y plumas, indicando una vida dedicada al trabajo intelectual o literario. La disposición de estos objetos parece deliberada, aunque no excesivamente ordenada, transmitiendo una sensación de actividad mental constante.
La paleta cromática es sobria, con predominio de tonos oscuros y terrosos, lo que contribuye a crear un ambiente íntimo y reflexivo. El contraste entre la oscuridad del traje y el brillo sutil de los objetos sobre el escritorio acentúa la figura central y dirige la atención del espectador hacia su rostro y sus manos.
En conjunto, la pintura sugiere una representación de un intelectual o artista inmerso en su trabajo. La presencia de las reproducciones fotográficas podría aludir a la importancia creciente de la documentación y la objetividad en el estudio de la realidad social, mientras que los objetos sobre el escritorio evocan la laboriosa creación artística o literaria. El retrato no se limita a mostrar una apariencia física; busca transmitir un estado mental, una dedicación apasionada al conocimiento y la expresión creativa.