Before the storm. 1890 Isaac Ilyich Levitan (1860-1900)

Análisis de la pintura
La obra presenta una escena dominada por un cielo nublado y amenazante. El autor concentra la atención en la acumulación de nubes grises y blancas que ocupan la mayor parte del lienzo. Estas nubes, densas y voluminosas, sugieren inminencia; no se trata de un cielo tranquilo, sino de uno cargado de potencial energético. La luz, difusa y tenue, apenas penetra a través de las capas nubosas, creando una atmósfera opresiva y melancólica.
En la parte inferior del cuadro, se vislumbra una franja oscura que representa el paisaje terrestre. Esta línea horizontal es relativamente indefinida, compuesta por tonos marrones y ocres que sugieren vegetación baja o campos arados. La falta de detalles en esta sección contrasta con la riqueza textural del cielo, enfatizando aún más su importancia. Se perciben algunos elementos verticales oscuros, posiblemente árboles solitarios, que parecen resistir ante la fuerza inminente.
La paleta cromática es restringida, basada principalmente en grises, blancos y marrones terrosos. Esta sobriedad contribuye a generar una sensación de quietud tensa, un preludio al estallido. La pincelada es suelta y expresiva, especialmente visible en la representación de las nubes, donde se aprecia el movimiento y la dinámica del aire.
Subtextualmente, la pintura evoca sentimientos de anticipación, incertidumbre y quizás incluso temor. El cielo tormentoso puede interpretarse como una metáfora de los conflictos internos o de las dificultades que se avecinan. La soledad de los árboles en primer plano podría simbolizar la vulnerabilidad individual frente a fuerzas superiores e incontrolables. La obra no describe un evento en sí mismo, sino el momento previo a él, cargado de expectación y presagio. Se trata de una reflexión sobre la naturaleza, pero también sobre la condición humana ante la adversidad. La ausencia de figuras humanas refuerza la idea de una amenaza universal e impersonal.