Arhip Kuindzhi – Sunset in the steppes.
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En este óleo se observa un vasto paisaje horizontal que sugiere una llanura extensa, posiblemente una estepa o pradera sin rasgos distintivos notables en su terreno. La composición está dominada por el cielo, ocupando aproximadamente dos tercios del lienzo. El sol, representado como un disco rojo intenso y casi tangible, se encuentra justo sobre el horizonte, proyectando una luz cálida que difumina los contornos de la tierra.
El cielo exhibe una gradación sutil de colores: desde tonos verdosos pálidos en la parte superior, pasando por amarillos dorados y naranjas rojizos cerca del horizonte, hasta un azul violáceo más oscuro en las zonas superiores. Una masa nubosa densa y horizontal se sitúa sobre el sol, actuando como una barrera que atenúa su brillo directo. La pincelada es visible y expresiva, especialmente en la representación de las nubes y los cambios cromáticos del cielo, sugiriendo movimiento y atmósfera.
En primer plano, la tierra aparece como una banda oscura y relativamente uniforme, con sutiles variaciones de tono que indican cierta vegetación o relieve. Se distinguen algunas formas oscuras difusas que podrían ser árboles o arbustos dispersos, pero su identificación precisa es difícil debido a la distancia y la falta de detalle. La presencia de un humo tenue ascendiendo en el centro del paisaje introduce una nota ambigua; podría interpretarse como vapor natural, un incendio lejano o incluso señales de actividad humana.
La pintura transmite una sensación de quietud melancólica y soledad. El horizonte bajo y la inmensidad del cielo enfatizan la pequeñez del observador frente a la naturaleza. La luz crepuscular sugiere el final del día, simbolizando posiblemente el paso del tiempo, la reflexión o incluso un sentimiento de pérdida. La ambigüedad de las formas en primer plano y la presencia del humo añaden una capa de misterio e incertidumbre, invitando al espectador a proyectar sus propias interpretaciones sobre el paisaje representado. La paleta de colores, aunque cálida, está atenuada, contribuyendo a la atmósfera introspectiva de la obra.