Oaks. Arhip Kuindzhi (Kuindschi) (1842-1910)

Descripción del cuadro de Arkhip Kuindzhi Los robles (1900 1905)

El lienzo "Los robles" refleja la verdadera naturaleza rusa. Llama la atención los detalles de los contornos y las configuraciones. En el primer plano del lienzo hay un grupo de poderosos árboles, distinguidos por sus densas copas y cargados de un exuberante e impenetrable follaje. Se funden en un solo arbusto, formando un contorno imponente. Frente a ellos se extiende una densa sombra. Al otro lado de la radiante línea del horizonte, flotan de vez en cuando nubes ingrávidas y translúcidas.

Hay una percepción innegablemente romántica de la naturaleza en el lienzo.

Con el discernimiento y la fidelidad de visión que le caracterizan, el artista advierte las sutiles diferencias de sus matices y las presenta con asombrosa habilidad. Esto se aprecia en la reproducción de un cielo ingrávido y transparente, y en el resplandor radiante que llena el claro, y en la fresca murava, cuyos medios tonos cambian de claro a verde oscuro. El lienzo de Quindzhi establece una comparación compositiva con "Los robles" de Shishkin. La manada. Pero si en su obra Shishkin se centra en los detalles del paisaje, Kuindzhi, por el contrario, sintetiza las formas, creando una hábil metáfora artística.

Kuindzhi aspiraba en sus obras a las máximas generalizaciones, a identificar lo principal, a transmitir el estado de ánimo del paisaje. Buscaba un tipo de árbol colectivo, y esta selección le llevó a una especie de imagen voluminosa y original de un enorme roble. De este modo, el artista parece combinar objetos naturales terrestres reales con otros celestiales, no terrenales. El follaje de las copas de los árboles, que recuerda a una nube, tiene un aspecto grandioso y majestuoso. Esto crea la impresión del esplendor de una naturaleza impresionante, saturada de bebidas vivificantes y encarnada en la imaginación del pintor en algo divino, sobrenatural e importante.

Los árboles poderosos parecen expresar la espiritualidad de Rusia. Son igual de longevas, gloriosas en su sencillez, belleza y fuerza. El azul del cielo, los campos verdes, los pequeños árboles y arbustos, la hierba ligeramente amarillenta sirven de detalles realistas, que apuntan al verano. El paisaje combina realidad y alegoría.