First Snow 1875 140h220 Ivan Ivanovich Shishkin (1832-1898)
Ivan Ivanovich Shishkin – First Snow 1875 140h220
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Pintor: Ivan Ivanovich Shishkin
Entre las muchas y variadas obras de Shishkin hay una que no es propia de su estilo de pintura. Es la primera nieve. El cuadro fue pintado en 1875. Una mirada a la obra revela una tristeza húmeda y granizada, sugerente. Retrata la melancolía y la añoranza de los días cálidos del verano. La nieve que se derrite forma un manto de fango, como si sus pies se hundieran en el barro y quisiera arrojarse bajo una manta caliente.
Descripción del cuadro de Ivan Shishkin "Primera nieve".
Entre las muchas y variadas obras de Shishkin hay una que no es propia de su estilo de pintura. Es la primera nieve. El cuadro fue pintado en 1875. Una mirada a la obra revela una tristeza húmeda y granizada, sugerente. Retrata la melancolía y la añoranza de los días cálidos del verano. La nieve que se derrite forma un manto de fango, como si sus pies se hundieran en el barro y quisiera arrojarse bajo una manta caliente. La naturaleza está perturbada por la llegada del invierno, incluso el bosque parece helado por este tiempo.
Shishkin consigue describir con gran realismo el estado de ánimo de la naturaleza a finales del otoño. Su tema favorito es el bosque. En el cuadro "La primera nieve" se aprecia un estado lírico, inusual en las obras del autor. Los críticos y conocedores de arte no pasan por alto este cuadro. Evoca una sensación de nostalgia, humedad y soledad. Shishkin ha retratado con bastante precisión el cielo gris y la pesada nieve descongelada. La naturalidad reina en el lienzo, no hay nada superfluo e inventado.
Shishkin creía que la práctica es esencial en el proceso creativo y que sólo con su ayuda se puede entender lo que se está retratando y ver la belleza del momento. Por lo tanto, es necesario estudiar a fondo la naturaleza. En los paisajes no debe estar presente la imaginación del autor.
Hasta la fecha, el cuadro "Primera nieve" está protegido por el Museo Estatal de Arte Ruso de Kiev. Shishkin creó en sus cuadros no sólo el bosque, sino que mostró su poder y su fuerza. Para sus contemporáneos, su amor por la naturaleza convirtió a Shishkin en un símbolo que personificaba la belleza del bosque ruso y el poderío del pueblo. Se le llamaba el rey del bosque, guardabosques, comparado con el viejo y robusto pino. Otros pintores están aprendiendo a pintar a partir de las obras de Shishkin, incluso muchos niños conocen su obra. Sólo cabe esperar que esta obra de arte sea finalmente apreciada.
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Comentarios: 1 Ответы
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La obra presenta una escena invernal en un bosque caducifolio y conífero. El primer plano está dominado por troncos caídos cubiertos parcialmente por nieve reciente, reflejados tenuemente en charcos de agua oscura. La vegetación se compone de árboles delgados, algunos desnudos y otros aún conservando hojas marrones otoñales, intercalados con pinos altos y oscuros que se elevan hacia un cielo nublado y grisáceo.
La luz es difusa, creando una atmósfera melancólica y silenciosa. Se observa un contraste entre la blancura de la nieve y los tonos terrosos y sombríos del bosque, acentuando la sensación de frío y quietud. La perspectiva se dirige hacia el fondo, donde se vislumbra una abertura en el bosque que sugiere un espacio más amplio y luminoso, aunque también distante e inaccesible.
La composición no presenta figuras humanas ni animales, lo que enfatiza la naturaleza salvaje y prístina del paisaje. Sin embargo, la presencia de troncos talados insinúa una intervención humana previa, posiblemente relacionada con la explotación forestal. Esta sutil indicación introduce un subtexto sobre el impacto del hombre en el entorno natural.
La pintura evoca sentimientos de soledad, reflexión y transitoriedad. La nieve, símbolo de pureza y renovación, contrasta con la decadencia representada por los árboles caídos y las hojas secas, sugiriendo un ciclo vital inevitable. El cielo nublado y la paleta de colores apagados refuerzan una atmósfera introspectiva y contemplativa. Se puede interpretar como una representación del paso del tiempo, la fragilidad de la naturaleza y la relación entre el ser humano y su entorno. La obra no celebra la belleza idílica del invierno, sino que presenta un paisaje austero y realista, cargado de simbolismo y emoción.