Rye Ivan Ivanovich Shishkin (1832-1898)
Ivan Ivanovich Shishkin – Rye
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Pintor: Ivan Ivanovich Shishkin
Ubicación: The State Tretyakov Gallery, Moscow (Государственная Третьяковская галерея).
El centeno se dora a lo largo de un camino surcado en algún lugar más allá del horizonte, sus espigas llenas se aferran al suelo. Parece arrastrarse bajo las ruedas del tráfico que pasa, como si les rogara que lo retiren. Un campo interminable de centeno, árboles altos, un gran cielo azul, un tiempo tranquilo, insectos volando. Hace un poco de calor, pero no tanto como para estropear la impresión de la belleza del entorno.
Descripción del cuadro El Centeno de Ivan Shishkin
El centeno se dora a lo largo de un camino surcado en algún lugar más allá del horizonte, sus espigas llenas se aferran al suelo. Parece arrastrarse bajo las ruedas del tráfico que pasa, como si les rogara que lo retiren. Un campo interminable de centeno, árboles altos, un gran cielo azul, un tiempo tranquilo, insectos volando.
Hace un poco de calor, pero no tanto como para estropear la impresión de la belleza del entorno. La imagen invita a sumergirse en esta vasta extensión de campos y grano suave.
La pista de la carretera está acompañada de una hierba suave y sedosa, que invita a tumbarse y descansar en medio del sol abrasador. Los poderosos pinos vuelven a aparecer en el cuadro como signo de la grandeza de la patria.
El artista ha combinado con bastante éxito cosas inconexas: el campo de centeno atravesado por la pista de la carretera, la hierba verde y brillante que brota entre el suelo pisoteado, los altos pinos que en principio sólo crean la impresión de incompletud de la obra en este apacible paisaje de verano. Al fin y al cabo, uno quiere entender: ¿a dónde van todo el tiempo y cómo han llegado aquí por arte de magia?
Esta pintura es conocida por mucha gente no exactamente como una obra de Shishkin, sino como un cuadro común, representado en calendarios, portadas de revistas. Y no es extraño en absoluto, por qué tales obras, en este estilo se valoran más. Al fin y al cabo, llevan en sí el poder y la grandeza de la tierra rusa, la generosidad y la riqueza de la patria, el encanto y el esplendor de los campos de cultivo, porque todas estas delicias son creadas por manos humanas, verdaderos patriotas y trabajadores.
Shishkin nos ha presentado el paisaje como una acentuación de lo que vemos a diario, pero al que no prestamos atención. Lo que la madre naturaleza nos ha dado, pero somos incapaces de conservarlo todo. Nos muestra la naturalidad del mundo que nos rodea, para protegernos de nosotros mismos, de nuestras influencias destructivas.
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Comentarios: 8 Ответы
Классная
Ответы
Шедевр. Черный квадрат хоть и концептуальная картина но прости Господи такое даже моя 4-летняя дочь нарисует. А вот так написать пейзаж чтобы картина казалась живой смогут единицы. В Шишкинских пейзажах хочется жить, до того реалистично и в то же время сказочно и тепло они выглядят.
100% Мега Хит и по сей день, как по мне это ШЕДЕВР!
hi happy it s games
Жизненно!!!
красота
ммм
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La obra presenta un vasto campo de cereal maduro, probablemente centeno dada su tonalidad dorada y la densidad del cultivo. El horizonte se extiende bajo un cielo amplio y luminoso, con nubes dispersas que sugieren una tarde tranquila o el amanecer de un día caluroso. La luz incide directamente sobre las espigas, resaltando texturas y creando un efecto vibrante en la masa vegetal.
En primer plano, un camino terroso serpentea a través del campo, marcando una clara división entre lo cultivado y lo salvaje. Este sendero, sin figuras humanas visibles, invita a la contemplación sobre el destino o la ausencia de actividad humana. La presencia de árboles solitarios, distribuidos irregularmente en el paisaje, actúa como un contrapunto vertical al predominio horizontal del cereal. Estos árboles, con sus copas frondosas y troncos robustos, parecen testigos silenciosos del paso del tiempo y las estaciones.
La paleta cromática se centra en tonos cálidos – amarillos ocre, dorados y marrones – que evocan la abundancia de la cosecha y la fertilidad de la tierra. Sin embargo, el cielo azul pálido y los sutiles matices grises en las sombras introducen una sensación de calma melancólica.
Subtextos potenciales sugieren una reflexión sobre la relación entre el hombre y la naturaleza. La inmensidad del campo podría simbolizar tanto la promesa de sustento como la vulnerabilidad ante las fuerzas naturales. El camino vacío, a su vez, puede interpretarse como un indicio de soledad, abandono o incluso la inevitabilidad del cambio. La obra no celebra una cosecha triunfal; más bien, transmite una atmósfera contemplativa y ligeramente nostálgica, donde la belleza natural se entrelaza con una sutil sensación de precariedad existencial. Se percibe una quietud que invita a reflexionar sobre el ciclo vital, la fugacidad del tiempo y la conexión intrínseca entre el ser humano y su entorno rural.