1890 Fir Forest 36, 5h59, 5 Ivan Ivanovich Shishkin (1832-1898)

Descripción del cuadro "El bosque de abetos" de Ivan Shishkin

Ivan Shishkin es un merecido y hábil maestro del paisaje ruso. La obra del artista se basaba principalmente en un estudio meticuloso de la naturaleza, lo que supuso un gran paso en las bellas artes rusas. Los paisajes de Ivan Ivanovich eran realistas y reflejaban toda la riqueza y belleza de la naturaleza "viva". Shishkin fue y sigue siendo uno de los revolucionarios de la tendencia realista, alabando los bosques rusos. A día de hoy, las obras del maestro no han perdido su atractivo y siguen deleitando al espectador con su dibujo cincelado y su variedad de formas.

El cuadro "El bosque de abetos", creado en 1890, pertenece al período tardío de la creatividad y absorbió todas aquellas técnicas características, que desarrolló Shishkin durante los años de diligente y fructífera actividad. Traslado preciso y detallado de los árboles y las plantas, hábilmente subrayado y resaltado de los rasgos más finos: raza, color, textura... El estado estival de la naturaleza retratado en el lienzo está lleno de la riqueza de los tonos y de la unidad de la gama global.

Trabajando con pasión el epicismo y la monumentalidad de la composición, el maestro recurre al escalonamiento de la luz y al fortalecimiento del principio de los contrastes. Los rayos de sol del mediodía tocan el suelo bajo los árboles y suben por los troncos centenarios de los pinos, resaltando la paleta de colores y la perfección del mundo forestal plasmado en el lienzo. Shishkin tiene una preferencia inexplicable por el paisaje, considerando la naturaleza una inspiración inagotable para su creatividad y capaz de presentar cada vez imágenes nuevas y sorprendentemente pintorescas y vívidas.

La paradoja del cuadro es que la manera pictórica de Shishkin y las imágenes realistas superan cualquier característica emocional del sujeto. Un estudio perfecto, pero sólo uno de los muchos otros que son incidentales e igual de "similares" a la realidad. Muchos críticos, que reconocen el innegable talento de Ivan Ivanovich, han señalado su falta de poesía y de alma. Esto hizo que la habilidad de Shishkin como pintor perdiera su ventaja en los dibujos en color en lugar de sus versiones monocromáticas.

Por decirlo suavemente, los críticos reprocharon así al maestro la cercanía de sus obras a la fotografía. Sin embargo, las obras de Ivan Shishkin crearon una imagen autóctona única de la naturaleza rusa, cercana al ideal folclórico y con una originalidad rusa sin precedentes.