Titian – Venus with a Dog, a Cupid and a Partridge
Ubicación: Uffizi gallery, Florence (Galleria degli Uffizi).
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En el lienzo se observa una figura femenina recostada sobre un lecho cubierto con telas color carmesí y marrón oscuro. La mujer, desnuda, presenta una complexión clara y una postura relajada; su mirada está dirigida hacia el espectador, transmitiendo una sensación de calma y accesibilidad. Un collar delicado adorna su cuello, mientras que rosas dispersas sobre sus muslos sugieren un ambiente de sensualidad y placer.
A su lado, abrazado a ella, se encuentra un niño pequeño, presumiblemente Cupido, cuya figura contrasta con la madurez de la mujer. Su presencia introduce el tema del amor juvenil y la inocencia.
En primer plano, a los pies de la mujer, destaca un perro blanco que parece estar en movimiento, posiblemente persiguiendo una perdiz o ave similar que se encuentra sobre un pequeño muro o repisa. La inclusión de estos animales añade un elemento dinámico a la composición y puede interpretarse como símbolos de fidelidad (el perro) y deseo (la perdiz).
Un jarrón con flores reposa sobre una pequeña mesa, complementando el ambiente bucólico y evocador del amor y la belleza. El fondo presenta un paisaje difuso con árboles y montañas, lo que sugiere un entorno natural idealizado.
La luz en la pintura es suave y difusa, creando sombras sutiles que resaltan las formas de los cuerpos y las texturas de las telas. La paleta de colores se centra en tonos cálidos como el carmesí, el ocre y el blanco, lo que contribuye a una atmósfera íntima y sensual.
Subtextos potenciales: la obra podría aludir a la fertilidad y la procreación, dado el simbolismo del amor (Cupido), la belleza femenina y la presencia de animales asociados con la naturaleza y la reproducción. La actitud relajada de la mujer y su mirada directa sugieren una aceptación abierta del deseo y el placer. El contraste entre la figura adulta y la infantil podría representar las diferentes etapas del amor o la relación entre Venus y Eros. La perdiz, tradicionalmente asociada a la caza y al cortejo, refuerza esta interpretación. En general, la pintura parece celebrar los aspectos positivos del amor carnal y la belleza natural, aunque con una sutil insinuación de vulnerabilidad y transitoriedad.