On the high road. Retreat, retreat. 1887-1895 Vasily Vereshchagin (1842-1904)

El lienzo presenta una escena invernal dominada por la blancura de la nieve y el grisáceo cielo. En primer plano, un grupo de figuras vestidas con uniformes oscuros se agrupan en lo que parece ser un camino o sendero elevado, posiblemente cubierto de hielo. La composición sugiere un movimiento hacia la izquierda, aunque lento y vacilante.
El autor ha representado a los individuos no como héroes individuales, sino como una masa colectiva, con rostros apenas distinguibles y posturas encorvadas que denotan fatiga o desánimo. La presencia de armas dispersas en el suelo – fusiles, bayonetas, partes de carruajes– indica un conflicto reciente y la huella visible del combate.
El fondo está ocupado por una densa arboleda de árboles desnudos, cubiertos de nieve, que se extienden hasta perderse en la distancia. La paleta cromática es fría y apagada, con predominio de blancos, grises y marrones oscuros, lo cual refuerza la sensación de desolación y dureza del entorno.
La luz tenue y difusa no ilumina completamente la escena; más bien, crea sombras largas y profundas que acentúan el dramatismo y la atmósfera melancólica. Se observa un poste con franjas rojas y blancas en el centro, cuya función es ambigua: podría ser una señalización del camino o un vestigio de infraestructura civil destruida por la guerra.
Subyacentemente, la obra parece explorar las consecuencias humanas del conflicto bélico. No se celebra la victoria ni se glorifica el heroísmo; en cambio, se enfatiza el sufrimiento, la derrota y la pérdida. La naturaleza implacable – el invierno gélido y la nieve omnipresente– actúa como un símbolo de la indiferencia ante el destino de los hombres. La agrupación de las figuras sugiere una necesidad de consuelo mutuo o, quizás, una resignación colectiva frente a la adversidad. El camino elevado podría interpretarse como una metáfora del arduo trayecto hacia la recuperación o, incluso, hacia la muerte.