John William Waterhouse – Ariadne
Ubicación: Private Collection
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La obra presenta una figura femenina recostada sobre un diván o lecho elevado, en un jardín que se abre a un paisaje marítimo. La mujer, vestida con una túnica roja vibrante y un manto azul oscuro, exhibe una postura relajada, casi indolente; sus ojos están cerrados y su mano derecha sostiene la cabeza como si estuviera sumida en un sueño o meditación profunda. Su piel es clara, contrastando con el intenso color de su vestimenta.
El entorno inmediato está poblado por exuberante vegetación: rosas blancas y flores moradas adornan el espacio alrededor del lecho. Dos leopardos, uno a cada lado, flanquean la figura femenina; no muestran agresividad, sino una actitud vigilante o protectora. La presencia de estos animales introduce un elemento salvaje y exótico en la escena.
En el fondo, se vislumbra un puerto con embarcaciones, lo que sugiere un contexto geográfico mediterráneo o similar. El cielo está cubierto por nubes grises, creando una atmósfera melancólica y onírica. La arquitectura visible – muros de piedra y elementos decorativos – denota cierta opulencia y refinamiento.
La composición general se caracteriza por la horizontalidad, enfatizada por el lecho y la línea del horizonte. El uso del color es notable: el rojo intenso de la túnica atrae inmediatamente la atención, mientras que los tonos más oscuros del manto y el paisaje contribuyen a crear una sensación de profundidad y misterio.
Subtextos potenciales sugieren una reflexión sobre la vulnerabilidad y la fuerza. La mujer, aparentemente indefensa en su estado de reposo, está protegida por animales poderosos. El entorno lujoso contrasta con la atmósfera melancólica, insinuando quizás un sentimiento de soledad o pérdida. La embarcación en el puerto podría simbolizar una partida inminente o un viaje hacia lo desconocido. La escena evoca temas relacionados con el deseo, la espera y la conexión entre la naturaleza salvaje y la civilización. El gesto de la mujer, sumida en sus pensamientos, invita a la contemplación sobre su destino y su relación con el mundo que la rodea.