"Grosella espinosa" de Chéjov, un resumen Traductor traducir

"Grosella espinosa" es una historia del escritor ruso Anton Chéjov. Publicado en 1898, es la segunda parte de la llamada "Pequeña trilogía", que incluye "El hombre en un estuche" y "Sobre el amor".

En el centro de la trama está el veterinario Ivan Ivanovich Chimsha-Himalayan, quien cuenta la historia de su hermano menor Nikolai Ivanovich.

Cuando comienza la historia, el cielo está encapotado y encapotado. Iván cruza el campo con otra persona, Burkin, que trabaja como maestra. Mientras se prepara para contarle una historia a su amigo, Iván enciende su pipa. En el momento en que hace esto, el cielo se abre y comienza a llover a cántaros. Los hombres corren en busca de refugio a la finca vecina de su amigo Alyokhin. Encuentran a su amigo de pie junto a un granero cubierto de barro por trabajar en el barro. Invita a sus amigos a la casa para que puedan darse un chapuzón.

Al entrar en la casa, encuentran a la hermosa niña Pelageya. Ella trae a los hombres jabón y toallas, y los tres comienzan a lavarse. Ivan y Burkin ven cómo el agua alrededor de Alekhine se vuelve marrón. Alekhin es joven, no está casado y es trabajador. También tiende a descuidar su apariencia en ausencia de invitados. Alekhin explica que no se ha lavado durante mucho tiempo. De repente Iván sale corriendo a la calle y se lanza a la amplia extensión de agua frente a la casa, agitando los brazos y pidiendo a Dios misericordia.

Los hombres devuelven a Iván a la casa, donde Pelageya les invita a tomar el té. Iván finalmente cuenta la historia que le iba a contar a Burkin antes de la tormenta. Explica cómo él y su hermano menor Nikolai pasaron su infancia "corriendo por el pueblo" después de que la propiedad de su difunto padre fuera liquidada para pagar deudas y facturas judiciales.

Nikolai odiaba su trabajo como funcionario del gobierno y soñaba con comprar su propia propiedad en el pueblo. Se sentía muy limitado por el entorno de su lugar de trabajo y la política interna de su vida diaria, y anhelaba volver a la felicidad de su infancia.

Nikolai, vencido por la codicia, se casó con una viuda rica a la que no amaba, pero creía que ella podría proporcionarle la vida que soñaba. Fantaseaba con comprar una casa en la ciudad con un terreno donde podría cultivar grosellas. Estaba tan obsesionado con esta fantasía que nada podía detenerlo. Ivan Ivanovich no compartió el sueño de su hermano, considerándolo una desviación de la realidad y una limitación innecesaria del campo de actividad. En lugar de retirarse en una finca, una persona debería ver el mundo y ser activa en la sociedad, creía.

Cuando su esposa finalmente murió, Nikolai adquirió rápidamente la propiedad, donde plantó al menos veinte arbustos de grosella espinosa. Años más tarde, cuando Iván fue a visitar a su hermano, descubrió en él una presunción insoportable, para nada como lo recordaba. La finca estaba abarrotada de zanjas, vallas y setos, dando la impresión de un completo desorden. El perro con aspecto de cerdo le ladró al visitante y sacó al cocinero descalzo, que también parecía un cerdo. El cocinero envió a Ivan Ivanitch a su hermano, que había engordado y también parecía un cerdo. El lector comprende qué tan lejos está esta finca del sueño que Nikolai Ivanovich imaginó en su juventud.

Nikolai Ivanovich invitó a su hermano a admirar sus grosellas y probar sus frutos maduros, pero Ivan recuerda que incluso las grosellas frescas tenían un sabor amargo.

Durante esta visita, Iván recuerda cómo se sentía cada vez más desanimado, mirando a su hermano engreído y satisfecho de sí mismo, pensando que su actitud hacia la vida es un reflejo de alguien para quien la vida fluye sin problemas. Le gustaría traer a su hermano de regreso a la tierra y recordarle que algunas personas enfrentan grandes dificultades.

Al final de la historia, Iván reflexiona sobre su propia felicidad y sentimientos de satisfacción. Razona que solía ser tan complaciente como todas las demás personas ricas y creía que todas las personas algún día serían libres. Desafortunadamente, Ivan admite que ahora es demasiado "mayor y no está en forma para la pelea" y le pide a Alekhin que haga algo.

A pesar de la apasionante historia de Ivan, Alekhin y Burkin no están impresionados por su historia. Aunque Alekhin tiene sueño, pospone irse a la cama con la esperanza de que la conversación se vuelva más interesante. Está intrigado por algo de lo que están discutiendo los dos hombres, pero qué no se informa exactamente. Pronto los tres se van a la cama y el olor de la pipa de Iván evita que Burkin se duerma. La historia termina con el comentario de que la lluvia ha estado golpeando las ventanas toda la noche.