"El nacimiento de la tragedia del espíritu de la música" de Friedrich Nietzsche, resumen Traductor traducir

Friedrich Nietzsche escribió El nacimiento de la tragedia para reconocer y celebrar el yin y el yang de la vida. En particular, Nietzsche buscó transmitir a sus lectores cuán importante es la dicotomía de la vida para el desarrollo de la personalidad y la creatividad humana. Este libro fue publicado originalmente en 1871.

En otras palabras, una persona puede encontrar significado y propósito tanto en la belleza y el orden como en la aspereza y el caos. Da vida literaria a tal dicotomía en el campo del arte que ayuda a moldear y dar autenticidad a la creatividad.

Nietzsche es un filósofo alemán que nació en 1844 y murió en 1900. Desafió los fundamentos del cristianismo y la ética en un intento de exponer el pensamiento frágil y brindar lo que él vio como la mejor base para el florecimiento humano. El nacimiento de la tragedia tiene sus partidarios y críticos.

Breve recuento

El nacimiento de la tragedia del espíritu de la música de Nietzsche es una de las contribuciones más importantes jamás realizadas a nuestra comprensión de la tragedia como forma de arte. En su libro, Nietzsche vuelve a los orígenes de la tragedia entre los antiguos griegos y su fiesta de Dionisio, que presentaba las grandes obras trágicas de Esquilo, Sófocles y Eurípides. Él cree que a través del teatro trágico los antiguos griegos encontraron una solución al problema del nihilismo, o una forma de "justificar la vida" frente a todos sus horrores y pesadillas. Por eso, Nietzsche consideraba la tragedia como la forma más elevada de arte.

Explica el contraste en la vida y en el teatro trágico entre "Apolonio" y "Dionisio". El apolíneo es el reino/realidad de la sobriedad y la discriminación de los límites, mientras que el dionisíaco es el reino de la unidad y el éxtasis completos, en el que se disuelven los límites entre las personas y las cosas. La vida, a su juicio, es una lucha constante entre estos dos principios, y en el teatro trágico es el canto del coro el que representa el principio dionisíaco, mientras que el diálogo y otras acciones representan el principio apolíneo. La mezcla de estos dos principios en el teatro trágico permitía al público sentir la vida y la condición de una persona, contemplando la tragedia.

Nietzsche explica que la conciencia dionisíaca tiene dos caras. Si bien puede ser una especie de hermandad universal, también puede ser peligroso, salvaje y destructivo. Los griegos, en su opinión, se salvaron de tal barbarie por su capacidad para trazar fronteras a través de la apolínea; fueron estas fronteras las que permitieron la formación de la antigua civilización griega.

La tragedia, como sugiere el título del libro, en la antigua Grecia nació de la música. Los actores aparecieron en actuaciones trágicas solo más tarde. Así, Nietzsche argumenta que aunque la audiencia empatizó hasta cierto punto con el héroe trágico, su principal identificación fue con el coro. Esta separación entre la identificación con el coro (dionisíaca) y los actores (apolínea) crea una tensión en la tragedia a través de la cual el público puede experimentar la alegría trágica, o lo que Aristóteles llamó "catarsis". Simpatizando con el destino y la caída del héroe trágico, la audiencia también comienza a caer hacia la muerte.

Sin embargo, dado que la audiencia se identifica principalmente con el coro, Nietzsche argumenta que pueden experimentar la realidad dionisíaca extática de que, de hecho, son parte de un todo único que puede sobrevivir a la destrucción de una sola persona, tal como una cascada puede sobrevivir a la destrucción. destrucción. gotas de lluvia individuales. A través de esta experiencia, nosotros, los espectadores, nos consolamos incluso frente al terrible dolor y sufrimiento.

Sin embargo, demasiado éxtasis puede conducir a una peligrosa intoxicación y barbarie. No sabemos por qué la tragedia nos consuela, porque estamos protegidos por la superficie apolínea de la obra, que nos engaña haciéndonos creer que la tragedia es el destino del individuo en el mundo de los demás. Cuando los antiguos griegos abandonaron el teatro, argumenta Nietzsche, se sintieron "extrañamente consolados" y al mismo tiempo "listos para la acción".

Nietzsche afirma que en manos de Eurípides, que escribió después de Esquilo y al mismo tiempo que Sófocles, la tragedia (como él la define) murió. Afirma que el “socratismo” ha entrado en su obra, y el socratismo es una visión de la realidad como apolínea, es decir, teóricamente, la ciencia y la tecnología pueden resolver cualquier problema del mundo. Si esto es así, entonces no hay necesidad de algo del "consuelo metafísico" que uno encuentra en la experiencia dionisíaca. Nietzsche argumenta que la cultura moderna se basa en este tipo de ilusión, sin darse cuenta de que el dolor y la mortalidad son tan inseparables de nuestras vidas como lo fueron para los antiguos griegos. Sugiere que necesitamos revivir la tragedia y dice que podemos encontrarla en la forma de los dramas musicales de Wagner, un hombre del que Nietzsche era amigo y al que admiraba mucho.

Lista de personajes

apolíneos

Hay dos tipos de ciudadanos griegos en los cálculos de Nietzsche. El primero es el apolíneo, un hombre sobrio cuya cultura presagia la perfección física y, a menudo, la capacidad de lucha.

dionisíacos

El culto de los dionisíacos era un grupo religioso griego popular que celebraba las fiestas con la representación de grandes tragedias. Esta es la segunda clase de griegos, aquellos que están preocupados por la perspectiva metafísica de la superación del sufrimiento, convirtiendo la vida en gloria.

trágicos

Por tragedia dionisíaca, Nietzsche se refiere a las obras trágicas escritas por trágicos griegos como Esquilo, Sófocles y el gran Eurípides. Nietzsche considera a estos artistas como los mejores de todos los tiempos, porque parecen entender bien el problema de la vida: la fama es necesaria para que la vida valga la pena, aunque lleve a la condena.

Aristóteles

Al hablar de la tragedia griega, Nietzsche debe volverse hacia Aristóteles, cuya visión de la tragedia griega en particular ayudó a dar forma al arte del drama en el mundo occidental. La posición de Aristóteles era que la tragedia produce catarsis a través de la simpatía. Nietzsche añade que la tragedia es como una experiencia grupal y por lo tanto una experiencia extática.

Temas

La tragedia como respuesta al nihilismo

La naturaleza de la tragedia griega significa que los personajes están obligados a enfrentarse a lo desconocido. Sus destinos siempre se consideran en el contexto de la obra, por lo que el verdadero tema de la tragedia griega no es el orgullo, sino la falta de sentido de la vida. Los griegos sabían esto de sí mismos, y Aristóteles escribió extensamente sobre cómo el arte dio forma a la cultura. La idea de una multitud viendo una obra que hace que todos sientan algo profundo y doloroso en el contexto de su identidad grupal es una respuesta al nihilismo, dice Nietzsche, porque ayuda a todos a comprender el contexto más amplio de su vida.

La tragedia como la forma más alta de arte

Nietzsche también prueba seriamente que la tragedia griega es el pináculo del arte humano. Hay muchas razones por las que uno podría decir eso, pero para Nietzsche, este es solo un criterio que distingue la tragedia de todas las demás formas de arte: diagnostica correctamente el problema de la vida humana, a saber, que siempre pensamos que todo tiene un significado. incluso cuando estamos cavando nuestra propia tumba. Para entender esto, considere la arrogancia de un héroe que cree que nunca enfrentará la adversidad. El castigo apropiado para esto (según la forma trágica) es que los dioses muestren al héroe las limitaciones de su humanidad. Eso es lo que Nietzsche está tratando de hacer como pensador y escritor: quiere perturbar a aquellos que tienen un falso sentido de certeza en la vida. Por eso Nietzsche considera la tragedia griega como el arte más puro,

El papel de la audiencia

En una obra de verdadero genio artístico, y este título que Nietzsche probablemente atribuiría a cualquiera de los grandes trágicos griegos, el significado es extremadamente claro. La historia es una amenaza para los espectadores. Pero, a diferencia de experimentar una historia como un personaje de una historia (como suele ser el caso en la vida), todos los personajes se eliminan del papel de espectadores. El papel de esta audiencia es de gran interés para Nietzsche. Discute con Aristóteles por qué a la gente le gusta el teatro, pero en su opinión sobre el público no está de acuerdo con el filósofo griego. Nietzsche cree que estar en un grupo permite a los participantes sentir una sensación de seguridad, lo que abre su conciencia. Podrían alejarse si ocurriera una tragedia en la calle, pero en el contexto del teatro, el público casi se ve obligado a soportar cualquier emoción que el artista pueda evocar.

Consecuencias del conocimiento

El conocimiento dionisíaco es una comprensión de las realidades más íntimas de nuestro mundo y, en ocasiones, El nacimiento de la tragedia demuestra que a menudo es mejor no saber la verdad sobre nuestra existencia, el universo y el cosmos.

Aunque El nacimiento de la tragedia es un libro multifacético que toca muchos temas, uno de ellos es el valor y las consecuencias del conocimiento. Este tema fue relevante a fines del siglo XIX, cuando la epistemología tradicional europea comenzó a mostrar debilidad frente al progreso científico. La cultura occidental ha confiado en el conveniente centro ideológico del cristianismo durante siglos, pero a medida que el modernismo se desarrolló rápidamente, los métodos científicos proliferaron junto con los descubrimientos en las ciencias físicas que amenazaban con explicar nuestro mundo y universo en términos físicos en lugar de metafísicos. La teoría de la evolución de Darwin agravó el conflicto ya creciente entre la ideología religiosa y los hechos científicos, y el hombre del siglo XIX se vio obligado a repensarse a sí mismo, su lugar, propósito y valor en el mundo que habitaba.

Sin embargo, fue una herida autoinfligida, el resultado de nuestra búsqueda socrática del conocimiento, lo que, según Nietzsche, aceleró el positivismo científico, lo que finalmente condujo a la descentración del cristianismo. Y cuando eso sucedió, los pensadores occidentales luchaban con una crisis existencial. El colapso de la religión en el siglo XIX creó una crisis psicológica y epistemológica generalizada que Nietzsche temía que pudiera conducir al nihilismo: la creencia de que no vale la pena vivir la vida.

Nietzsche es un cínico y un crítico, en el mejor de los casos. No tiende a elogiar a nadie ni a nada a la ligera, pero en El nacimiento de la tragedia, Nietzsche simplemente no puede resistirse. Nunca antes en ningún arte humano, en ningún arte posterior, se concibió una experiencia artística tan original y verdadera como la de los trágicos griegos. Esta es, al menos, la opinión de Nietzsche, y la desarrolla en estos ensayos, explicando finalmente el papel que jugó la tragedia griega en la formación de un público educado.

Verá, en las tragedias griegas, la iluminación del héroe no es opcional. Gracias a la pasión y el fervor que los dionisíacos aportaban a las representaciones teatrales (por ejemplo, era probable que todos estuvieran muy borrachos), las tragedias griegas podían llegar a tener un alcance muy grandioso, hasta el punto de que a veces las obras se percibían como mitos religiosos. Y como el propio teatro proporcionaba la estructura que hacía que la gente realmente prestara atención, todo el mundo estaba presenciando lo mismo al mismo tiempo, lo que significaba que el efecto de la obra se multiplicaba una vez más por la psicología de grupo del público. Como resultado, la narración se convirtió en una especie de experiencia religiosa destinada a perturbar y molestar a aquellos que se enorgullecían de su evaluación de la vida.

El orgullo para Nietzsche se veía así: una persona que no le teme a lo desconocido, que cree que las preguntas más importantes de la vida simplemente se "resolverán solas" o algo así, estaría orgullosa, porque la vida está tan llena de sufrimiento y caos. que incluso los mejores, los más fuertes y los más sabios entre nosotros no pueden escapar de la vida sin sufrir una seria derrota. Para Nietzsche, este era el valor de la tragedia, y fue con este propósito que fue creada.