"El despertar" de Kate Chopin Traductor traducir

«El despertar» es la segunda novela de Kate Chopin. Se publicó por primera vez en 1899 y se considera uno de los primeros ejemplos de ficción feminista. La novela comienza en la década de 1890 en Luisiana, en Grand Isle, un lugar de vacaciones de verano popular entre los criollos ricos que viven en las cercanías de Nueva Orleans. Edna Pontellier, su esposo, Léonce, y sus dos hijos están de vacaciones en las cabañas de Madame Lebrun. Léonce es un esposo amable y devoto, pero a menudo está preocupado por el trabajo. Debido a sus frecuentes ausencias laborales, Edna pasa la mayor parte de su tiempo con su amiga, Adèle Ratignolle, una mujer criolla casada que ejemplifica la sumisión y la elegancia femenina. Mirando a las mujeres criollas, y especialmente a Adèle, Edna comienza a ver lo que significa ser libre, incluso si esta libertad se limita solo a la palabra. Las mujeres criollas tenían muchas restricciones en cuanto a su comportamiento, pero podían ser francas y sin reservas en su discurso. Tal apertura al principio sorprende a Edna, pero luego la ayuda a liberar sus propias emociones y deseos reprimidos durante mucho tiempo. Esto también comienza el proceso de «despertar» de Edna, que es el foco de la novela. La transformación de Edna se acelera cuando se hace amiga de Robert Lebrun. Robert es un joven soltero que es conocido entre los residentes de Grand Isle por elegir una mujer cada verano a quien hace de "asistente". Aunque Robert a menudo elige mujeres casadas, sus atenciones se perciben como un romance fingido y nadie las toma en serio, en parte porque la decencia de las mujeres criollas siempre se da por sentada. Este verano, Robert se dedica a Edna y, a menudo, pasan el día juntos tomando el sol y charlando en la orilla. A medida que avanza el verano, la atención de Robert comienza a despertar en los cambios internos de Edna. Comienza a pintar de nuevo como lo hacía en su juventud, finalmente también supera su miedo a estar sola en el agua y aprende a nadar. Una noche de verano, después de nadar sola por primera vez, Edna se da cuenta de su independencia y sexualidad. También comienza a cuestionar la autoridad de su esposo sobre ella y se vuelve más comprensiva de sus propios deseos y emociones. Aunque Robert y Edna nunca hablan abiertamente sobre sus sentimientos, los dos se dan cuenta de la creciente intimidad entre ellos. Al reconocer su afecto por Edna, Robert rápidamente decide irse de Grand Isle a México. Aunque cuenta todo que se va a buscar fortuna, en realidad espera olvidar su amor prohibido por Edna. Cuando termina el verano y los Pontellier regresan a Nueva Orleans, se hace evidente que Edna no es la misma persona que era. Ya no ve su identidad como la de una esposa y madre, y en su lugar continúa fomentando su nuevo sentido de identidad. Se dedica a la pintura y descuida todas sus responsabilidades sociales. Léonce está preocupado por los cambios en su esposa y piensa que el motivo de los mismos puede ser una enfermedad mental, por lo que busca la guía del médico de familia, el doctor Mandelet. Como hombre sabio y perspicaz, el doctor Mandelet sospecha de inmediato que las transformaciones de Edna podrían estar provocadas por una aventura, pero decide no compartir esta observación con Léonce. En cambio, el doctor Mandelet le aconseja a Léonce que deje a Edna en paz y que la deje hacer lo que le plazca, y su extraño comportamiento pasará. Léonce sigue el consejo del médico y permite que Edna se quede en casa mientras él está de viaje de negocios. Tan pronto como su esposo se va, la suegra de Edna lleva a sus dos hijos a pasar un tiempo con ella en el campo. Sin su familia, Edna abandona por completo su antiguo estilo de vida. Decide mudarse a una casa más pequeña y declara que no está dispuesta a ser posesión de nadie. Aunque Edna todavía añora a Robert, comienza una aventura con una mujeriego del pueblo, Alcée Arobin, a quien dirige de su creciente sensualidad. Edna no siente un vínculo emocional con Alcée y mantiene el control durante toda su relación, negándose a sucumbir a la dominación masculina. Edna continúa su amistad con Adèle, ahora embarazada, y Mademoiselle Reisz, la pianista independiente y de espíritu libre. Edna a menudo se siente conmovida por el juego de Mademoiselle Reisz y la visita regularmente. Durante una de las visitas, el pianista advierte a Edna de los sacrificios que requiere un artista. Mademoiselle Reisz también es buena amiga de Robert, y él se escribe regularmente con él. El pianista le muestra las cartas a Edna ya que en ellas Robert habla mayormente de su amor por ella. La amistad de Edna con Mademoiselle Reisz continúa su proceso de despertar, pues la pianista, una mujer autosuficiente que se dedicaba únicamente a su arte, sirve de modelo a seguir para Edna. Durante una de sus visitas a Mademoiselle Reisz, Edna se encuentra accidentalmente con Robert. Le duele que él no haya buscado reunirse con ella tan pronto como regresó de México. Aunque trata de mantener la distancia emocional y física con Edna, finalmente admite su amor por ella después de que Edna lo besa. A pesar de esto, él le recuerda que no pueden estar juntos porque ella es la esposa de otro hombre. Edna trata de explicarle que su marido ya no tiene ningún derecho sobre ella y que ella, como mujer independiente, puede vivir con quien quiera. Robert siente que no puede traspasar los límites morales y sociales y no está dispuesto a entrar en la aventura adúltera, incluso con una mujer a la que ama. Antes de que los dos puedan expresarse por completo, Edna es llamada al parto de Adèle y, antes de irse, le pide a Robert que la espere. Aunque el parto de Adèle es doloroso, encuentra la fuerza para pedirle a Edna que piense en el efecto de sus acciones en sus hijos. Edna comienza a darse cuenta de que sus hijos y su reputación se verán profundamente afectados si deja a su familia por otro hombre. Cuando Edna regresa a su casa, Robert ya no está allí y se ha dejado una nota de despedida en su lugar. Abrumada por los pensamientos sobre sus hijos y al darse cuenta de que incluso Robert eventualmente no cumpliría sus deseos, Edna siente una devastación y una soledad extremas. Decide regresar a Grand Isle, el lugar donde ha comenzado su despertar emocional y sexual. Al darse cuenta de que no puede volver a su vida anterior con Léonce, pero tampoco queriendo lastimar a sus hijos mediante el adulterio, se entrega al mar. Sigue siendo ambiguo si el suicidio está destinado a poner en primer plano el triunfo de la independencia de Edna o su sumisión final. y se ha dejado una nota de despedida en su lugar. Abrumada por los pensamientos sobre sus hijos y al darse cuenta de que incluso Robert eventualmente no cumpliría sus deseos, Edna siente una devastación y una soledad extremas. Decide regresar a Grand Isle, el lugar donde ha comenzado su despertar emocional y sexual. Al darse cuenta de que no puede volver a su vida anterior con Léonce, pero tampoco queriendo lastimar a sus hijos mediante el adulterio, se entrega al mar. Sigue siendo ambiguo si el suicidio está destinado a poner en primer plano el triunfo de la independencia de Edna o su sumisión final. y se ha dejado una nota de despedida en su lugar. Abrumada por los pensamientos sobre sus hijos y al darse cuenta de que incluso Robert eventualmente no cumpliría sus deseos, Edna siente una devastación y una soledad extremas. Decide regresar a Grand Isle, el lugar donde ha comenzado su despertar emocional y sexual. Al darse cuenta de que no puede volver a su vida anterior con Léonce, pero tampoco queriendo lastimar a sus hijos mediante el adulterio, se entrega al mar. Sigue siendo ambiguo si el suicidio está destinado a poner en primer plano el triunfo de la independencia de Edna o su sumisión final. el lugar donde ha comenzado su despertar emocional y sexual. Al darse cuenta de que no puede volver a su vida anterior con Léonce, pero tampoco queriendo lastimar a sus hijos mediante el adulterio, se entrega al mar. Sigue siendo ambiguo si el suicidio está destinado a poner en primer plano el triunfo de la independencia de Edna o su sumisión final. el lugar donde ha comenzado su despertar emocional y sexual. Al darse cuenta de que no puede volver a su vida anterior con Léonce, pero tampoco queriendo lastimar a sus hijos mediante el adulterio, se entrega al mar. Sigue siendo ambiguo si el suicidio está destinado a poner en primer plano el triunfo de la independencia de Edna o su sumisión final.