"Descalzo en el parque" de Neil Simon Traductor traducir

«Descalzos en el parque» es una obra de 1963 del dramaturgo estadounidense Neil Simon, ganador del premio Pulitzer. Nacido en el Bronx en 1927, Simon creció durante la Depresión. Las tensiones financieras propias de la época provocaron tensiones en el matrimonio de sus padres, y Simon buscó evasión en el cine, en particular con películas de comedia. La risa y la comedia le sirvieron de bálsamos emocionales, como lo hacen en sus obras semiautobiográficas. Sus obras suelen estar ambientadas en Nueva York y giran en torno a problemas identificables que enfrenta la gente común, especialmente en sus relaciones interpersonales.

«Descalzos en el parque» es un ejemplo de ello. Relata la difícil primera semana de matrimonio de Paul y Corie Bratter en su nuevo apartamento. Paul es un abogado severo y serio, mientras que Corie es una optimista de espíritu libre y gusto por las experiencias. Una trama paralela involucra a Corie estableciendo una relación entre su seria madre, Ethel, y el aventurero vecino de los Bratter, Víctor Velasco. El primer acto establece la tensión entre las personalidades de Corie y Paul. Se centra en los problemas del apartamento, como que no hay bañera, un agujero en el tragaluz, un radiador delicado y vecinos poco tradicionales, mientras que Corie sólo ve el encanto y la personalidad del apartamento. Quiere pasar la noche preparándose para su primer caso judicial, mientras que Corie quiere hacer algo salvaje y divertido. La madre de Corie, Ethel Banks, llega inesperadamente para inspeccionar el nuevo apartamento. Sus observaciones revelan que ve el apartamento en los mismos términos que Paul, aunque le expresa entusiasmo a Corie. Esto coloca a Ethel en un punto medio entre la pareja. Su temperamento se alinea con el de Paul, pero es capaz de adaptarse al punto de vista de Corie. Corie quiere que su madre encuentre el amor, pero Ethel se resiste, insistiendo en que es feliz tal como es. El primer acto termina con la presentación de Víctor Velasco, uno de los vecinos poco tradicionales que describe Paul. Al igual que Corie, es aventurero pero poco práctico. Con cuatro meses de retraso en el pago del alquiler, necesita colarse en su apartamento utilizando la ventana de Corie y Paul. Corie decide concertar una cita sorpresa a ciegas con su madre y Víctor. Dos escenas componen el segundo acto, la primera al inicio de la cita a ciegas de Ethel y Víctor y la segunda al final de la misma. La primera escena comienza con Corie preparándose para los acontecimientos de la noche. Paul regresa a casa del trabajo y la dificultad de la pareja para relacionarse entre sí se hace evidente de inmediato. Corie mantiene una conversación pública con él mientras sube los cinco pisos hasta su apartamento, pero Paul anhela guardar sus asuntos personales para sí. Corie tiene esperanzas y está entusiasmada con la noche que se avecina, pero Paul cree que será un desastre porque Ethel y Victor no tienen nada en común. Ethel llega creyendo que ella y los Bratter cenarán con los padres de Paul, y se pone ansiosa cuando Corie revela el verdadero propósito de la velada. Víctor llega con un plato inusual y exigente llamado knichi, plato que Simón preparó para la obra. Ethel intenta, sin éxito, comerlo según las instrucciones, mientras que Paul se niega y Corie lo disfruta. Cada acercamiento a knichi revela hasta qué punto el personaje puede involucrarse en enfoques cambiantes de la vida. El grupo se va a cenar. La segunda escena tiene lugar a las 2 de la madrugada cuando el grupo regresa al apartamento borracho y repleto de comida exótica. Los acontecimientos de la noche energizan a Víctor y Corie, pero dejan a Paul y Ethel agotados y entumecidos. Al darse cuenta de que ha excedido su límite, Ethel decide dar por terminada la noche y Víctor insiste en llevarla a casa.El respaldo entusiasta de Corie a la oferta de Víctor, junto con su aparente falta de atención a los sentimientos de su madre, enfurece a Paul y discuten. Corie acusa a Paul de ser incapaz de divertirse. Él está herido y quiere retirarse a dormir, pero Corie no puede dormir cuando está tan angustiada. Ella exige el divorcio y la pareja termina la velada con Paul durmiendo en el sofá y Corie encerrada en su habitación. El tercer acto tiene lugar a la mañana siguiente. Corie y Paul apenas hablan. Suena el teléfono y Corie responde, pareciendo estar concertando una cita. Cuando Paul toma el teléfono y exige saber quién está hablando, se da cuenta de que es una llamada de ventas. Él llama a Corie "una dama loca" y le pregunta cuándo lo quiere fuera del apartamento. Ella le dice de inmediato y él comienza a empacar sus cosas, bebiendo bebidas y murmurando para sí mismo. Otra llamada telefónica es la preocupada tía de Corie, quien informa que Ethel nunca regresó a casa la noche anterior. Corie se apresura a subir al apartamento de Víctor y luego regresa poco después en un estado de angustia. Encontró a su madre en el apartamento de Víctor vestida con su bata de baño. Ethel entra corriendo a la habitación para decirle a Corie que no ha entendido bien la situación. Paul, irónicamente, le pregunta a Corie si está feliz y luego se va. Víctor viene a buscar a Ethel y se ríen juntos de los percances de la noche anterior. Víctor la invita a cenar antes de regresar a su apartamento para prepararse. Corie y su madre tienen una conversación sincera. Ethel explica que se desmayó la noche anterior, como consecuencia de excederse en comida y bebida. Víctor intentó cargarla hasta su apartamento pero se cayó y se rompió el pie. Los vecinos los llevaron a ambos escaleras arriba, donde se quedaron dormidos. Corie revela que ella y Paul se van a divorciar y que se da cuenta de que no debería haberle exigido impulsivamente que se fuera. Le pregunta a Ethel qué debe hacer y Ethel le dice que debe llegar a un acuerdo y no "convertir todo en un juego". Ella le dice a Corie que busque a Paul y luego se va a su cita con Victor. Paul regresa al apartamento borracho, desaliñado y congelado, exigiendo que sea Corie quien abandone el apartamento. Ella nota que tiene fiebre y comienza a preocuparse por él, pero Paul quiere ser como los «vecinos locos». Él persigue a Corie por el apartamento y ella le dice que quiere recuperar al viejo Paul, el que la mantiene con los pies en la tierra y la cuida. Decidido a demostrar que puede divertirse, sube a la cornisa pero luego entra en pánico. Corie le dice que se quede quieto y que ella vendrá a buscarlo. Él le pregunta qué hacer y ella le dice que cante. La obra concluye cuando Paul y Corie lograron una sensación de equilibrio y comprensión mutua, reconociendo que cada uno complementa al otro.y la pareja termina la velada con Paul durmiendo en el sofá y Corie encerrada en su habitación. El tercer acto tiene lugar a la mañana siguiente. Corie y Paul apenas hablan. Suena el teléfono y Corie responde, pareciendo estar concertando una cita. Cuando Paul toma el teléfono y exige saber quién está hablando, se da cuenta de que es una llamada de ventas. Él llama a Corie "una dama loca" y le pregunta cuándo lo quiere fuera del apartamento. Ella le dice de inmediato y él comienza a empacar sus cosas, bebiendo bebidas y murmurando para sí mismo. Otra llamada telefónica es la preocupada tía de Corie, quien informa que Ethel nunca regresó a casa la noche anterior. Corie se apresura a subir al apartamento de Víctor y luego regresa poco después en un estado de angustia. Encontró a su madre en el apartamento de Víctor vestida con su bata de baño. Ethel entra corriendo a la habitación para decirle a Corie que no ha entendido bien la situación. Paul, irónicamente, le pregunta a Corie si está feliz y luego se va. Víctor viene a buscar a Ethel y se ríen juntos de los percances de la noche anterior. Víctor la invita a cenar antes de regresar a su apartamento para prepararse. Corie y su madre tienen una conversación sincera. Ethel explica que se desmayó la noche anterior, como consecuencia de excederse en comida y bebida. Víctor intentó cargarla hasta su apartamento pero se cayó y se rompió el pie. Los vecinos los llevaron a ambos escaleras arriba, donde se quedaron dormidos. Corie revela que ella y Paul se van a divorciar y que se da cuenta de que no debería haberle exigido impulsivamente que se fuera. Le pregunta a Ethel qué debe hacer y Ethel le dice que debe llegar a un acuerdo y no "convertir todo en un juego". Ella le dice a Corie que busque a Paul y luego se va a su cita con Victor. Paul regresa al apartamento borracho, desaliñado y congelado, exigiendo que sea Corie quien abandone el apartamento. Ella nota que tiene fiebre y comienza a preocuparse por él, pero Paul quiere ser como los «vecinos locos». Él persigue a Corie por el apartamento y ella le dice que quiere recuperar al viejo Paul, el que la mantiene con los pies en la tierra y la cuida. Decidido a demostrar que puede divertirse, sube a la cornisa pero luego entra en pánico. Corie le dice que se quede quieto y que ella vendrá a buscarlo. Él le pregunta qué hacer y ella le dice que cante. La obra concluye cuando Paul y Corie lograron una sensación de equilibrio y comprensión mutua, reconociendo que cada uno complementa al otro.y la pareja termina la velada con Paul durmiendo en el sofá y Corie encerrada en su habitación. El tercer acto tiene lugar a la mañana siguiente. Corie y Paul apenas hablan. Suena el teléfono y Corie responde, pareciendo estar concertando una cita. Cuando Paul toma el teléfono y exige saber quién está hablando, se da cuenta de que es una llamada de ventas. Él llama a Corie "una dama loca" y le pregunta cuándo lo quiere fuera del apartamento. Ella le dice de inmediato y él comienza a empacar sus cosas, bebiendo bebidas y murmurando para sí mismo. Otra llamada telefónica es la preocupada tía de Corie, quien informa que Ethel nunca regresó a casa la noche anterior. Corie se apresura a subir al apartamento de Víctor y luego regresa poco después en un estado de angustia. Encontró a su madre en el apartamento de Víctor vestida con su bata de baño. Ethel entra corriendo a la habitación para decirle a Corie que no ha entendido bien la situación. Paul, irónicamente, le pregunta a Corie si está feliz y luego se va. Víctor viene a buscar a Ethel y se ríen juntos de los percances de la noche anterior. Víctor la invita a cenar antes de regresar a su apartamento para prepararse. Corie y su madre tienen una conversación sincera. Ethel explica que se desmayó la noche anterior, como consecuencia de excederse en comida y bebida. Víctor intentó cargarla hasta su apartamento pero se cayó y se rompió el pie. Los vecinos los llevaron a ambos escaleras arriba, donde se quedaron dormidos. Corie revela que ella y Paul se van a divorciar y que se da cuenta de que no debería haberle exigido impulsivamente que se fuera. Le pregunta a Ethel qué debe hacer y Ethel le dice que debe llegar a un acuerdo y no "convertir todo en un juego". Ella le dice a Corie que busque a Paul y luego se va a su cita con Victor. Paul regresa al apartamento borracho, desaliñado y congelado, exigiendo que sea Corie quien abandone el apartamento. Ella nota que tiene fiebre y comienza a preocuparse por él, pero Paul quiere ser como los «vecinos locos». Él persigue a Corie por el apartamento y ella le dice que quiere recuperar al viejo Paul, el que la mantiene con los pies en la tierra y la cuida. Decidido a demostrar que puede divertirse, sube a la cornisa pero luego entra en pánico. Corie le dice que se quede quieto y que ella vendrá a buscarlo. Él le pregunta qué hacer y ella le dice que cante. La obra concluye cuando Paul y Corie lograron una sensación de equilibrio y comprensión mutua, reconociendo que cada uno complementa al otro.Otra llamada telefónica es la preocupada tía de Corie, quien informa que Ethel nunca regresó a casa la noche anterior. Corie se apresura a subir al apartamento de Víctor y luego regresa poco después en un estado de angustia. Encontró a su madre en el apartamento de Víctor vestida con su bata de baño. Ethel entra corriendo a la habitación para decirle a Corie que no ha entendido bien la situación. Paul, irónicamente, le pregunta a Corie si está feliz y luego se va. Víctor viene a buscar a Ethel y se ríen juntos de los percances de la noche anterior. Víctor la invita a cenar antes de regresar a su apartamento para prepararse. Corie y su madre tienen una conversación sincera. Ethel explica que se desmayó la noche anterior, como consecuencia de excederse en comida y bebida. Víctor intentó cargarla hasta su apartamento pero se cayó y se rompió el pie. Los vecinos los llevaron a ambos escaleras arriba, donde se quedaron dormidos. Corie revela que ella y Paul se van a divorciar y que se da cuenta de que no debería haberle exigido impulsivamente que se fuera. Le pregunta a Ethel qué debe hacer y Ethel le dice que debe llegar a un acuerdo y no "convertir todo en un juego". Ella le dice a Corie que busque a Paul y luego se va a su cita con Victor. Paul regresa al apartamento borracho, desaliñado y congelado, exigiendo que sea Corie quien abandone el apartamento. Ella nota que tiene fiebre y comienza a preocuparse por él, pero Paul quiere ser como los «vecinos locos». Él persigue a Corie por el apartamento y ella le dice que quiere recuperar al viejo Paul, el que la mantiene con los pies en la tierra y la cuida. Decidido a demostrar que puede divertirse, sube a la cornisa pero luego entra en pánico. Corie le dice que se quede quieto y que ella vendrá a buscarlo. Él le pregunta qué hacer y ella le dice que cante. La obra concluye cuando Paul y Corie lograron una sensación de equilibrio y comprensión mutua, reconociendo que cada uno complementa al otro.Otra llamada telefónica es la preocupada tía de Corie, quien informa que Ethel nunca regresó a casa la noche anterior. Corie se apresura a subir al apartamento de Víctor y luego regresa poco después en un estado de angustia. Encontró a su madre en el apartamento de Víctor vestida con su bata de baño. Ethel entra corriendo a la habitación para decirle a Corie que no ha entendido bien la situación. Paul, irónicamente, le pregunta a Corie si está feliz y luego se va. Víctor viene a buscar a Ethel y se ríen juntos de los percances de la noche anterior. Víctor la invita a cenar antes de regresar a su apartamento para prepararse. Corie y su madre tienen una conversación sincera. Ethel explica que se desmayó la noche anterior, como consecuencia de excederse en comida y bebida. Víctor intentó cargarla hasta su apartamento pero se cayó y se rompió el pie. Los vecinos los llevaron a ambos escaleras arriba, donde se quedaron dormidos. Corie revela que ella y Paul se van a divorciar y que se da cuenta de que no debería haberle exigido impulsivamente que se fuera. Le pregunta a Ethel qué debe hacer y Ethel le dice que debe llegar a un acuerdo y no "convertir todo en un juego". Ella le dice a Corie que busque a Paul y luego se va a su cita con Victor. Paul regresa al apartamento borracho, desaliñado y congelado, exigiendo que sea Corie quien abandone el apartamento. Ella nota que tiene fiebre y comienza a preocuparse por él, pero Paul quiere ser como los «vecinos locos». Él persigue a Corie por el apartamento y ella le dice que quiere recuperar al viejo Paul, el que la mantiene con los pies en la tierra y la cuida. Decidido a demostrar que puede divertirse, sube a la cornisa pero luego entra en pánico. Corie le dice que se quede quieto y que ella vendrá a buscarlo. Él le pregunta qué hacer y ella le dice que cante. La obra concluye cuando Paul y Corie lograron una sensación de equilibrio y comprensión mutua, reconociendo que cada uno complementa al otro.Paul regresa al apartamento borracho, desaliñado y congelado, exigiendo que sea Corie quien abandone el apartamento. Ella nota que tiene fiebre y comienza a preocuparse por él, pero Paul quiere ser como los «vecinos locos». Él persigue a Corie por el apartamento y ella le dice que quiere recuperar al viejo Paul, el que la mantiene con los pies en la tierra y la cuida. Decidido a demostrar que puede divertirse, sube a la cornisa pero luego entra en pánico. Corie le dice que se quede quieto y que ella vendrá a buscarlo. Él le pregunta qué hacer y ella le dice que cante. La obra concluye cuando Paul y Corie lograron una sensación de equilibrio y comprensión mutua, reconociendo que cada uno complementa al otro.Paul regresa al apartamento borracho, desaliñado y congelado, exigiendo que sea Corie quien abandone el apartamento. Ella nota que tiene fiebre y comienza a preocuparse por él, pero Paul quiere ser como los «vecinos locos». Él persigue a Corie por el apartamento y ella le dice que quiere recuperar al viejo Paul, el que la mantiene con los pies en la tierra y la cuida. Decidido a demostrar que puede divertirse, sube a la cornisa pero luego entra en pánico. Corie le dice que se quede quieto y que ella vendrá a buscarlo. Él le pregunta qué hacer y ella le dice que cante. La obra concluye cuando Paul y Corie lograron una sensación de equilibrio y comprensión mutua, reconociendo que cada uno complementa al otro.