El Vaticano planea restringir el acceso a la Capilla Sixtina Traductor traducir

La entrada a la Capilla Sixtina, que celebra estos días su 500 aniversario, podría estar restringida. El Vaticano lo comunicó el miércoles, alegando que el gran número de visitantes está dañando el fresco único de Miguel Ángel, considerado una de las maravillas artísticas del mundo. La escena, en la que Dios tiende la mano y da la vida a Adán mediante el toque de un dedo, está sufriendo actualmente mucho por el aliento, el sudor y el calor de los turistas. Entre 10.000 y 30.000 turistas visitan la capilla cada día.

Miguel Ángel Buonarroti - Creación de Adán, 1512 (Capilla Sixtina, Vaticano)

Durante la restauración de los años 90 se instaló un sistema de aire acondicionado en la Capilla, pero los críticos advierten de que esta medida ya no es suficiente para hacer frente a la cantidad de polvo y suciedad que arrastran los visitantes en la actualidad. El director del museo, Antonio Paolucci, ha pedido a los expertos que desarrollen un nuevo sistema de purificación del aire. Pero si no se encuentra una solución para el año que viene, las autoridades vaticanas se verán obligadas a reducir el número de turistas.

Miguel Ángel empleó casi 4 años en crear el famoso fresco del techo de la capilla. Hoy en día, la visita a la Capilla Sixtina está incluida en casi todos los programas turísticos de Roma. La capilla fue mandada construir por el Papa Julio II, que dirigió personalmente el oficio vespertino el día de su inauguración, el 31 de octubre de 1512. El actual Papa Benedicto XVI también celebró ayer el 500 aniversario de este monumento de arte e historia. En la actualidad, la capilla es utilizada por los cardenales católicos como lugar de reunión para el procedimiento de elección de un nuevo Papa. En días normales, la capilla es una de las reliquias más visitadas del mundo, pero a pesar de las hordas de turistas y fotógrafos (la fotografía está prohibida en la Capilla Sixtina) intenta mantener una atmósfera de recogimiento orante.

Para ver los casi 2.500 metros cuadrados de los coloridos frescos de Miguel Ángel, que comenzó en 1508, a veces hay que hacer cola durante horas. El Vaticano ya ha manifestado la idea de limitar el número de visitantes, ya que la capilla es un lugar religioso activo. Pero después de que uno de los principales críticos literarios italianos condenara públicamente la decisión, la situación ha vuelto a recrudecerse. En una carta abierta publicada en el diario Corriere Della Sera, Pietro Citati afirmaba que la capilla podría convertirse en el escenario de un «desastre inimaginable» porque los turistas se comportan como «manadas de borrachos» y «cualquier forma de contemplación se hace imposible». Antonio Paolucci respondió en un comunicado que «los días en los que sólo los grandes duques rusos y los lores ingleses podían acceder a las grandes obras maestras han pasado ciertamente a la historia», pero admitió el miércoles que el Vaticano probablemente no tendría elección al respecto. Habrá que limitar el número de visitantes a la Capilla Sixtina.

Anna Sidorova