Un artista de México durante 15 años reproduce frescos de la Capilla Sixtina Traductor traducir

CIUDAD DE MÉXICO. Miguel Ángel de México se llama Miguel Macías. En los últimos 15 años, intentó reproducir la pintura de la Capilla Sixtina en el techo de la iglesia local de Nuestra Señora de la Ayuda Infinita. "Muchos dicen que estoy loco", admite Masias.

Los elementos de pintura de la Capilla Sixtina se reproducen parcialmente en todo el mundo y en muchos museos, así como en bares y restaurantes. Macías confía en que su trabajo será la única copia de todos los frescos que adornan la capilla. Por feliz coincidencia, la iglesia en la que trabaja el artista tiene un techo de casi el mismo tamaño y curvatura que la capilla del Vaticano. El techo de la iglesia mexicana es de 33 pies, que es aproximadamente 2 veces menos que el original y permite a los visitantes ver mejor las imágenes.

El devoto artista católico y aficionado, el Sr. Masias, tiene 71 años. La idea de repetir los mejores ejemplos de la pintura de Miguel Ángel se le ocurrió durante una visita a Roma, después de que se retiró en 1999. "En el momento en que ingresé a la capilla", recuerda, "me di cuenta de que era muy similar a nuestra iglesia local. Y me dije, ¿por qué no transferir a Miguel Ángel a mi área? "

El párroco dio su bendición, porque Masisas persiguió un buen objetivo: mostrar a los habitantes del barrio de trabajo de la ciudad de Moktesum una obra maestra que la mayoría de ellos nunca podrán ver en persona. "Considero que es una obra social", dice el artista.

Los amigos arquitectos ayudan a darse cuenta de lo que pretendía Miguel Masias, que dividió el techo en sectores y explicó cómo reproducir elementos arquitectónicos complejos y figuras de personas para que puedan verse desde abajo como en el original. En 2001, el artista pudo comenzar a trabajar.

"La escena icónica de Adán y Dios, que se extiende el uno hacia el otro, conocida en todo el mundo, fue la primera que escribí", dice Macías. "Fue la forma más fácil de llamar rápidamente la atención sobre mi trabajo".

No a todos les gustó lo que vieron. Algunos feligreses se quejaron de la aparición de desnudos sobre las imágenes de Nuestra Señora de Guadalupe, la patrona de México. Pero hubo quienes apoyaron al artista. El trabajo atrajo la atención de estudiantes artistas y medios locales. Como resultado, la parroquia se reponía con nuevos miembros que se mudaron aquí desde las iglesias vecinas.

Foto: Yuri Cortez / Agence France-Presse / Getty Images

"Me gustaría rezar aquí", dice Marta Salgado, una ama de casa. “Esto es increíble: puedes levantar la cabeza y ver estas increíbles pinturas y colores. Ellos inspiran "

El arzobispo de la Ciudad de México, cardenal Norberto Rivera, visitó la iglesia en 2006 y elogió la iniciativa, sin embargo, no ofreció asistencia financiera.

"A Miguel Ángel se le pagó con ducados de oro, tuvo el apoyo del Papa", dice el artista. "Pago todo esto desde mi propio bolsillo".

Masias compra todo lo que necesita para su jubilación y donaciones de amigos, familiares y personas de ideas afines. "Mi esposa siempre me dice que soy la única persona que paga para trabajar", se ríe.

A diferencia de Miguel Ángel, cuyas pinturas fueron pintadas en yeso fresco, Masias usa pinturas gigantes en su trabajo, que luego pega al techo y barnices. 10 de los 14 lienzos están terminados. Junto con el artista hay cuatro asistentes que realizan bocetos preliminares. Trabajan en el estudio en la terraza y en el techo de la iglesia, guiados por varios grandes libros de arte, copiando meticulosamente tonos y proporciones.

Antes de retirarse, Miguel Macías trabajó durante casi 20 años como diseñador gráfico en el Instituto Mexicano de Salud Pública, creando cualquier imagen gráfica desde un logotipo hasta un banner publicitario. Trabajando en la reconstrucción de la Capilla Sixtina durante muchos años, el artista comenzó a considerar al gran Miguel Ángel como un amigo cercano y se mostró reacio a compartir sus secretos de escritura.

"Cuando dibujo, a veces siento que Miguel Ángel me está penetrando", dice. “Cuando estoy desesperado y el trabajo es duro, le grito:“ ¡Por favor, ven y ayúdame! ¿Qué estás haciendo por allá?"!"

Miguel Ángel tardó unos cuatro años, de 1508 a 1512, en completar la pintura de la capilla, mientras que el artista mexicano ya había pasado 4 veces más tiempo. Tentativamente, será posible completar el trabajo en 3 años. Durante este tiempo, dos párrocos murieron, el último de los cuales, poco antes de su muerte, le dijo a Masias: "No tienes derecho a enfermarte o morir hasta que termines la película". "Trataré de no decepcionarlo", promete Miguel Macias.

Anna Sidorova © Gallerix.ru