Las fotos del Mini-Monet de 14 años de Norfolk costaron 2 millones de libras Traductor traducir

NORFOLK. Como a todos los adolescentes, a Kieron Williamson, de 14 años, le gusta jugar al balón con sus amigos después del colegio en el campo de su pueblo, Ladham, en Norfolk, East Anglia. Pero fuera del campo de fútbol, es muy diferente de sus compañeros. Hasta hace unos años, los periodistas apodaban a Kieron Williamson «Mini-Mone». Sus obras aparecieron por primera vez en exposiciones cuando el joven artista tenía sólo seis años, y hoy los cuadros de Kieron valen 2 millones de libras cada uno.

«Era un niño sencillo y corriente, y en un instante se convirtió en el centro de atención», recuerda su padre, Keith (Keith Williamson). - «Todo el mundo se volvió loco».

La historia empezó cuando, en unas vacaciones familiares en Cornualles, Kieron, que sólo tenía cinco años, vio a su hermana mayor dibujando y pidió que le dieran un cuaderno de dibujo y lápices. «Nunca había dibujado nada», recuerda el niño, “pero enseguida me enamoré del dibujo”. La obra tuvo tanto éxito que le reservaron un pequeño espacio en la galería del pueblo. «Ahí empezó todo. Ni siquiera pensaba en vender nada de mi trabajo, sólo disfrutaba pintando», continúa. - «Me sorprendió que tanta gente quisiera comprar mis cuadros».

El éxito no tardó en llegar al brillante muchacho, que en pocos años se hizo literalmente millonario. Hoy, según su padre, sus cuadros valen «una locura» de dinero. «Nos sorprendió descubrir, y esto es muy extraño a primera vista, pero a pesar de todo el dinero que ha ganado a lo largo de los años, no tiene ningún interés en comprar nada. No le gustan nada los juegos de ordenador. O juega a su partido de fútbol favorito o escucha música mientras pinta».

¿Cuáles son las canciones que inspiran al joven artista? «The Housemartins y Beautiful South, me gusta la música relajante», dice Williamson. - «La música ayuda mucho, sobre todo para aliviar el estrés en esos días en que las cosas no salen bien. A veces puedo pasarme todo el día intentando pintar un cuadro y no hay manera de que salga bien. Cuando eso ocurre, lo mejor es dejarlo todo y salir a dar un paseo para despejar la mente y volver a casa con la esperanza de que aparezca algo genial en el lienzo».

Kieron atribuye a la perseverancia la clave de su éxito: crea cientos de cuadros al año (aunque sólo dos de ellos cuelgan en casa de sus padres). «Me obligo a mí mismo, intento estar a la altura de mis propias exigencias». Pero no sólo la fama y el éxito se abatieron sobre Kieron, sino que él y su familia se convirtieron rápidamente en blanco de duras críticas. Mientras los escépticos empezaban a examinar sus cuadros con lupa, el público empezó a condenar a sus padres de forma demasiado explícita por las enormes ganancias de su hijo.

«Es una gran pesadilla legal y ética», dice Michelle (Michelle Williamson), la madre de Kieron. - La gente que ve su éxito sólo ve el dinero y piensa que es divertido. No se dan cuenta de lo mucho que nos cuesta mantener el equilibrio en la familia. Como padres, tenemos que protegerle de la explotación, asegurarnos de que hacemos lo correcto. Y desde fuera parece que lo único que hacemos es que trabaje». Compradores de China, Canadá y otros países se pelean literalmente por su obra. A veces un cuadro se vende en cuestión de minutos».

A pesar de todo, Kiron sigue siendo un niño sencillo y bonachón. Lo que más le frustra es la falta de apoyo a los niños superdotados en las escuelas. «Necesitamos más apoyo para los grupos creativos, es la mejor manera de darse a conocer, entrar en contacto con otros artistas locales y desarrollar tus habilidades y talentos».

Las perspectivas de futuro de Mini-Mone «» parecen razonablemente convincentes, aunque le gusta pensar en lo que estaría haciendo si nunca hubiera cogido un pincel. «Jugaría al fútbol o iría en bicicleta», ríe Kieron. Sus padres tienen esperanzas más ambiciosas para el futuro. «Me gustaría que fuera conocido como uno de los grandes artistas», reflexiona Keith Williamson. - «Puede que no lo vea en vida, pero espero que él sí».

Anna Sidorova © Gallerix.ru

Crédito: http://www.kieronwilliamson.com/