Las autoridades francesas incautan cuadros de vanguardia rusos robados a un coleccionista Traductor traducir

Los alguaciles franceses confiscaron en febrero más de 100 obras de vanguardia de un laboratorio de arte en París tras sospechar que habían sido robadas a un coleccionista privado.

Según el Art Newspaper, el bufete de abogados internacional Dentons de Frankfurt afirma que las obras pertenecen a su cliente, Usman Khatib, un empresario e inversor de origen palestino que vive en Israel. La colección está valorada en más de 100 millones de euros (unos 10 mil millones de rublos) e incluye pinturas atribuidas a Wassily Kandinsky , Kazimir Malevich y Natalia Goncharova . El coleccionista afirma que las pinturas fueron robadas de un almacén que alquiló en Wiesbaden, Alemania, en diciembre de 2019.

El año pasado, los alguaciles confiscaron una colección de obras de un almacén de Frankfurt que, según Khatib, también le pertenecían. El abogado de Khatib no precisó el número exacto de obras confiscadas, afirmando en una entrevista con Art Newspaper que eran "varios cientos".

El hijo de Khatib, Castro Ben Leon Lawrence Jayyusi, lidera una campaña para recuperar unas 900 obras de arte perdidas en todo el mundo. Algunas de las obras de la colección familiar, dijo Jayusi, se vendieron durante el año pasado en subastas en Israel, Francia y Mónaco. Sus esfuerzos están financiados por la empresa de financiación de litigios LitFin Capital, con sede en Praga.

Khatib compró 871 obras de una colección de 1.800 pinturas en 2015 a Itzhak Zarug, un marchante de arte israelí que dirige una galería en Wiesbaden. Ante la sospecha de que se trataba de falsificaciones, la fiscalía de Wiesbaden se incautó de las obras tras su adquisición.

Aunque Zarug estaba en prisión bajo sospecha de liderar una banda de falsificadores, en 2018 un tribunal de Wiesbaden lo absolvió de los cargos de falsificación y conspiración. Sin embargo, Zarug y su colega fueron condenados por cargos menores por falsificar el origen y vender obras falsificadas.

En 2019, las autoridades devolvieron la colección de Zarug, que también incluía una pieza perteneciente a Khatib. Según documentos judiciales, la obra de arte fue posteriormente robada del almacén de Khatib en Wiesbaden.

Jayusi afirma conocer al ladrón y trató de negociar la devolución de la colección; sus llamados no fueron escuchados y acudió a los tribunales. En 2022, ninguna de las obras había sido devuelta y, según los informes, se estaban vendiendo en una subasta.

En 2023, el tribunal regional más alto de Frankfurt dictaminó que los alguaciles podían sacar las obras de Khatib del almacén. El equipo legal de la familia Khatib ya se ha puesto en contacto con dos casas de subastas en Francia e Israel, respectivamente, que se cree que están en posesión de obras de la colección perdida.

"Perseguiremos a los criminales en todo el mundo", afirma Jayusi en una entrevista con Art Newspaper. "Seguiremos recuperando nuestra propiedad y animaremos a cualquiera que esté pensando en comprar obras de vanguardia rusas a comprobar cuidadosamente su procedencia y garantizar que no se trata de un artículo robado que pertenece a nuestra familia".