Sergei Diaghilev:
Fundador ruso de Ballets Russes:
biografía
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Más acerca de las artes visuales rusas
Para más sobre Arte ruso, y su contribución al impacto del ballet ruso de Diaghilev en París, ver: Pintura rusa del siglo XIX.
Pintura medieval rusa (c.950-1100)
Novgorod School of Icon Painting (1100-1500)
Escuela de pintura de Moscú (1500-1700)
Arte petrino (1686-1725)
Pintura rusa (siglo XVIII)
Biografía
Una influencia importante en la temprana arte Moderno Sergei Pavlovich Diaghilev fue un empresario ruso que alcanzó la fama en Europa como fundador de la Ballets Russes (Ballet ruso) Visionario, inspirador, pero un duro capataz, tenía un talento inusual para atraer al grandes artistas modernos del Ecole de Paris en su círculo Los pintores que trabajaron en diseños para la compañía de ballet de Diaghilev incluyeron a los famosos cubistas. Pablo Picasso (1881-1973) y Georges Braque (1882-1963), el artista metafísico Giorgio de Chirico (1888-1978), los surrealistas Joan Miró (1893-1983) y Max Ernst (1891-1976), el pintor de género parisino Maurice Utrillo (1883-1955), y los fauvistas Andre Derain (1880-1954) y Henri Matisse (1869-1954). Además de estos artistas, Diaghilev estaba especialmente cerca de dos Artistas rusos en quien confiaba mucho, cuando lanzó por primera vez su compañía de ballet: eran Leon Bakst (1866-1924), quien creó disfraces y decorados para ballets como The Firebird (1910, música compuesta por Igor Stravinsky), L’Apres-midi d’un Faune (1912, compuesto por Debussy), Daphnis y Chloe (1912, música compuesta por Ravel); y Alexander Benois (1870-1960) cuyos diseños más notables fueron para la producción de Diaghilev de Petrushka de Stravinsky (1911). Otros pintores rusos utilizados por Diaghilev incluidos Mikhail Larionov (1881-1964) y su esposa Natalia Goncharova (1881-1962).
Primeros años
Sergei Pavlovich Diaghilev nació en una familia acomodada en la provincia de Novgorod, Rusia. Cuando era adolescente, era un pianista talentoso, y a los 18 años fue a estudiar derecho y música en San Petersburgo, donde se unió a un grupo cultural, conocido como "The Nevsky Pickwickians", cuyos miembros incluían a los pintores Bakst y Benois, como así como coleccionistas de arte como Savva Mamontov (1841-1918). En 1899, Diaghilev (con la ayuda de Mamontov y otros) fundó la revista World of Art (Mir iskusstva), para intercambiar ideas con artistas de toda Europa. En el mismo año, se convirtió en asistente del Príncipe Volkonsky, director de los teatros imperiales. Esta posición le permitió una responsabilidad significativa sobre asuntos teatrales y Diaghilev aprovechó al máximo. Rápidamente encontró trabajo para sus amigos Bakst y Benois, diseñando decorados para el drama francés Le Coeur de la Marquise y la ópera de Alexander Taneyev Cupid’s Revenge. Desafortunadamente, dentro de dos años, su creatividad dramática y su manera intransigente lo llevaron a su despido.
Usando sus habilidades organizativas, Diaghilev se centró por un tiempo en organizar exposiciones. En 1905, por ejemplo, después de rastrear ampliamente por gemas poco conocidas de Rusia arte de retrato, realizó una exposición masiva de retratos rusos en el Palacio Tauride en San Petersburgo. Al año siguiente fue un paso más allá. De hecho, es justo decir que 1906 se convirtió en un hito en la historia del arte moderno ruso, debido a la exposición gigante de pintura rusa en el Salón de otoño en París, con decoraciones de Leon Bakst. (Para otras exposiciones importantes de pintura rusa, ver: Exposición de cola de burro 1911-12; y Knave of Diamonds Artist Group 1910-17.)
Nota: Para biografías de otros dos mecenas rusos importantes de las artes, ver: Sergei Shchukin (1854-1936) y Ivan Morozov (1871-1921).
Ballets Russes
Siguieron más espectáculos de arte, así como varios conciertos de música rusa (compuesta por Mussorgsky y otros). Luego, en 1909, compró una compañía de ballet, que pronto se bautizaría como Ballets Russes, que rápidamente se convirtió en un gran éxito, sobre todo por sus bailarines (Nijinsky y Pavlova), su color y trajes y escenarios fabulosamente extravagantes, supervisados por su director artístico Leon Bakst, y sus coreógrafos Michel Fokine y Leonide Massine. Cuando el Ballet ruso de Diaghilev con sus artistas exóticos y sus vívidas prendas llegó a París, tuvo un gran impacto en la ciudad. Los drapeadores y las mermeladas lucharon por emular las telas chillonas y los diseños de sus visitantes eslavos, y la gran vitalidad de las producciones de Diaghilev rápidamente barrió a París del opaco eduardianismo. Diaghilev recorrió Europa y América con los Ballets Rusos durante dos décadas hasta su muerte en 1929. Sin embargo, la compañía nunca actuó en Rusia y él mismo nunca regresó a su tierra natal después de la revolución bolchevique de 1917.
Además de revolucionar las artes escénicas de la coreografía y la danza, las producciones exóticas, atrevidas y coloridas del ballet ruso de Diaghilev tuvieron un efecto significativo a principios del siglo XX. arte visual, debido a su influencia en Pintores expresionistas y en el Movimiento expresionista como un todo. También influyeron en los diseños emergentes de la Arte deco estilo. El Ballet también presentó al público occidental al ruso arte popular, cuentos, música y motivos de diseño extraídos del ruso pintura de icono.
Sin embargo, hubo fracasos, de los cuales el más notorio fue la noche de apertura de The Rite of Spring (abril de 1913), cuando la música hipermoderna de Stravinsky más la coreografía de Nijinsky y los sets de Nikolai Roerich resultaron ser demasiado para la audiencia conservadora que rápidamente se amotinó. La producción de Diaghilev en Londres de La bella durmiente de Tchaikovsky en 1921 también fue un desastre (en este caso, un desastre financiero), a pesar de sus magníficos escenarios y disfraces. Diaghilev tampoco fue fácil de trabajar. En 1913 se las arregló para enamorarse por completo con su bailarín principal Nijinsky (un ex amante de Diaghilev) y su escenógrafo Alexandre Benois.
Después de tres décadas de éxito en diferentes tipos de arte Diaghilev murió en Venecia por complicaciones causadas por la diabetes, a la edad relativamente temprana de 57 años.
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