Parábola de los ciegos, Pieter Bruegel:
análisis, interpretación Traductor traducir

La parábola de los ciegos
Por Pieter Bruegel el Viejo.
Un ejemplo del siglo XVI.
Arte de la reforma protestante.

Descripción

Artista Pieter Bruegel el Viejo (1525-69)
Medio : Pintura al temple sobre lienzo
Género : pintura temática bíblica
Movimiento : Renacimiento holandés
Museo : Museo Nazionale di Capodimonte, Nápoles.

Para el significado de otras obras maestras, ver: Pinturas famosas analizadas .

Educación artística
Analizar Pintores flamencos
como Pieter Brugel, mira nuestro
artículos educativos:
Evaluación de arte
y también:
Cómo apreciar las pinturas.

Al igual que varias de las otras composiciones de Bruegel, incluidas Cazadores en la nieve (1565) y Boda campesina (1567), ambos en el Museo de Historia del Arte de Viena, este trabajo tardío de arte religioso por Pieter Bruegel el Viejo se basa en una disposición espacial diagonal, que se presenta aquí en su forma más extrema. Uno de los mejores pinturas renacentistas en su simple interpretación de una parábola del Nuevo Testamento, el trabajo es la mezcla sutil usual de Bruegel de pintura de género, sermón moralista y pintura de paisaje. Los grupos de mendigos ciegos eran una vista común en la Europa del siglo XVI, y eran un tema de preocupación regular para Bruegel. Incorporó a un grupo de ellos en La lucha entre el Carnaval y la Cuaresma (1559, Kunsthistorisches Museum, Viena), y un individuo ciego en El Sermón de San Juan Bautista (1566, Museo de Bellas Artes, Budapest). Su pintura de ellos en este trabajo no es sentimental, pero es tan precisa que los médicos han podido reconocer varios de sus trastornos oculares: el tercero de la izquierda sufre de leucoma de la córnea, mientras que el hombre frente a él tiene amaurosis. La pintura cuelga en el Museo Capodimonte, Nápoles.

Significado y análisis

En la mayoría de los casos, las imágenes de Bruegel solo recibieron sus nombres actuales mucho después de que fueron pintadas, y algunas de sus obras son conocidas hoy por una variedad de títulos. El nombre dado a esta composición particular, que a veces también se llama La caída de los ciegos, es una referencia a la parábola de Cristo que involucra a los fariseos (Mateo 15:14): "Y si el ciego guía al ciego, ambos caerán en la zanja ". La parábola bíblica ilustra una condición espiritual, ceguera interna a la verdadera palabra de Dios, que Bruegel representa con un poder trágico. Sin embargo, como veremos, el debate continúa sobre la visión de Bruegel de la Iglesia.

Junto con su obra hermana The Misanthrope (1568, Museo Nazionale di Capodimonte, Nápoles), que también está pintada en temple sobre lienzo en un renacimiento tardío de la técnica que Bruegel había aprendido en Mechelen en su juventud, esta gran pintura comparte una aversión por los fuertes color y una preferencia correspondiente por tintes delicados como malva, gris, verde tenue y pardo (marrón grisáceo). Compare esto con la ardiente paleta de su extraña imagen semi-religiosa. Mad Meg (Dulle Griet) o con la técnica de grisaille.

El tema elegido por Breugel para esta obra maestra aparece entre los aproximadamente 100 proverbios en Proverbios holandeses (1559, Gemaldegalerie SMPK, Berlín), pero ahora se destaca por una gran composición de poder abrumador.

La inevitable caída se expresa en la gran diagonal descendente de las cabezas y brazos de las víctimas sostenidas a lo largo de la imagen y subrayadas por diagonales paralelas y de refuerzo en sus muletas de madera y en el suelo inclinado. Las diagonales más débiles que se contrarrestan, necesarias para un equilibrio formal incluso en las composiciones construidas más expresivamente, son proporcionadas por los propios cuerpos oblicuos, el segundo bastón de la izquierda y el patético arbusto desnudo en la parte inferior izquierda.

No menos importantes para producir la impresión de una caída sin esperanza son las líneas verticales y horizontales en el fondo proporcionadas por el prado, la colina suavemente curvada, los árboles y la iglesia; Marcan los contrastes necesarios con las diagonales, mientras que las formas cónicas de las casas de la izquierda apoyan el desarrollo de los diagnósticos en la procesión que emana de ellos. Pero hay más. Un diagnóstico directo e ininterrumpido no solo tendría una forma aburrida y pedante, sino que también perdería la tensión, el drama impresionante que contiene la historia. Si bien el líder yace postrado en la zanja y el que está a su lado está claramente condenado, parece aparecer un rayo parpadeante de esperanza para el resto, expresado por un intervalo sin caída, un intervalo que por un momento incluso parece recibir sanción por la fuerte vertical contrastante de la iglesia. Pero la curva anterior de los hombres que se acercan desde la izquierda destruye esa esperanza inútil, y la patética inclinación hacia arriba de las cabezas de los hombres principales de ese grupo nos recuerda, más bien nos transmite ópticamente, que, siendo ciegos, ni siquiera pueden comprender lo que sucede al frente y, por lo tanto, están destinados a compartir el destino de sus líderes.

Es probable que todos leamos este fragmento de Arte bíblico como la representación sin igual de un evento trágico y no podemos estar equivocados al respecto; solo necesitamos mirar las caras de estos hombres. Es cierto que la gente de la época de Bruegel no se sintió muy compadecida al ver a los lisiados y se puede suponer que las personas ciegas han sido puestas en la misma categoría. El extraordinario ciego en la propia pintura de Bruegel – El Sermón de San Juan Bautista (1566, Museo de Bellas Artes, Budapest) – aún no ha revelado su secreto. Pero en La parábola de los ciegos, todos estos hombres patéticos son como en la Biblia, víctimas. Cristo vio a los fariseos como "líderes ciegos de los ciegos", y habría sido posible representar esta historia en términos de un grupo de víctimas inocentes de un líder cruel e irresponsable. Pero Bruegel evita esta interpretación por completo. Su grupo de hombres ciegos son símbolos de la humanidad en su conjunto. No hay líderes de los que hablar, en otras palabras, nadie a quien culpar, y todos están condenados a caer, porque han perdido de vista el verdadero mensaje de Cristo.

Masacre de los inocentes (1565-7) es otra de las obras bíblicas de Bruegel cuyo mensaje es menos culpable de lo que parece. En este caso, una comunidad de pueblos flamencos es saqueada por la caballería española que tiene la orden de matar a todos los niños recién nacidos. Sin embargo, uno tiene la sensación de que Bruegel considera que el episodio simboliza a la humanidad en general, una humanidad que ha perdido el rumbo, en lugar de un episodio específico de brutalidad.

Pero, ¿cuál es la visión de Bruegel de la Iglesia? A juzgar por el hecho de que ninguno de sus llamados " pinturas religiosas "se consideró que era lo suficientemente apropiado para la instalación dentro de una iglesia o monasterio, parece que su iconografía era demasiado robusta para la mayoría de las autoridades de la iglesia. En esta pintura, la imagen vertical de la iglesia en el fondo se puede interpretar de una de dos maneras: o se mantiene fuerte y sólido, en vívido contraste con la línea asombrosa de la humanidad en primer plano, o es una organización ineficaz que ha fallado significativamente en evitar que la catástrofe se desarrolle antes. En general, uno siente que la segunda interpretación es más en línea con la posición de Bruegel.

Pieter Bruegel el Viejo

Hacia el final de su corta vida, Bruegel comenzó a dedicar un gran esfuerzo a explorar la idea pictórica de la figura que cae. Estos estudios alcanzaron un punto culminante en La parábola de los ciegos, cuya unidad de forma, composición, contenido y expresión lo convierte en una contribución significativa a Europa pintura. Así las cosas, Bruegel apenas sobrevivió a su creación, muriendo al año siguiente en su casa en Bruselas. A pesar de su trágicamente corta vida útil, la calidad y creatividad de su producción sobreviviente de alrededor de 45 pinturas lo convierten en uno de los mejores pintores de género y también uno de los mejores paisajistas en Historia. Junto con Jan Van Eyck (1390-1441), Roger van der Weyden (1400-1464) e Hieronymus Bosch (1450-1516), es una de las cuatro figuras más importantes de Renacimiento del norte en Flandes y Holanda.

Más información

Para obtener más información sobre la pintura del siglo XVI en el norte de Europa, consulte los siguientes artículos: