Fra Filippo Lippi: pintor renacentista italiano, Florencia Traductor traducir

Uno de los más famosos maestros del Quatrocento, Fra Filippo Lippi (también conocido como Fra Filippo Lippi del Carmine) fue una figura prominente del Renacimiento en Florencia durante el siglo XV. (No debe confundirse con su hijo y alumno, Filippino Lippi (1457-1504), que llegó a ser un artista de éxito). Lippi se especializó principalmente en arte religioso, incluyendo retablos y frescos . Pintó tanto al óleo como al temple y, siendo un excelente colorista, demostró habilidad en el dibujo y notables conocimientos técnicos para la época.

Pinturas de Fra Filippo Lippi

Lo poco que sabemos de la vida de Lippi procede de «Vidas de los artistas» Giorgio Vasari, biógrafo e historiador del Renacimiento italiano del siglo XVI . Pasó gran parte de su vida en la pobreza, aunque parece que recibió el mecenazgo de la poderosa familia Médicis de Florencia, empezando por Cosme de Médicis. Su fama se extendió más allá de Florencia, pero periódicamente se vio ensombrecido por litigios y escándalos. El estilo pictórico inicial de Lippi se basaba en el del revolucionario pintor del Renacimiento temprano Mazaccio (1401-28/9), pero más tarde se decantó por un estilo más decorativo, colorista y lírico. Las pinturas religiosas más conocidas de Lippi son sus frescos en las catedrales de Prato y Spoleto.

Primeros años

Lippi nació en Florencia hacia 1406. Sus padres murieron cuando aún era un niño, y a los 14 años fue enviado a vivir con los monjes carmelitas en Florencia. En 1421, a la edad de 16 años, tomó la tonsura e ingresó en el monasterio de Santa Maria del Carmine. Allí pudo observar a Masolino y Mazaccio, que se dedicaban a pintar los frescos de la capilla Brancacci, lo que ejerció una gran influencia en él.

Según Vasari, el joven Lippi no tenía ningún interés en estudiar libros, prefiriendo pasar el tiempo dibujando caricaturas. El abad del monasterio se fijó en su evidente talento y dio a Lippi la oportunidad de estudiar pintura . Aunque finalmente Lippi tuvo que abandonar el monasterio, no parece que abandonara sus votos, pues en una carta escrita en 1439 afirmaba ser «el monje más pobre de Florencia».

Las actividades de Lippi entre 1431 y 1437 prácticamente no se han estudiado, ya que la mayoría de sus obras conservadas datan de 1440 en adelante. En 1441 pintó un retablo para las monjas de Sant’Ambrogio, conservado en la Accademia delle Arti de Florencia. Esta obra contiene un autorretrato del artista.

La Antigua Galería de Berlín (SMPK) conserva una notable pintura al temple sobre tabla del artista, de 1447, titulada «El milagro de San Ambrosio». El cuadro representa la curación milagrosa de un niño que yace en la cama rodeado de un grupo de mujeres vestidas de colores. El escorzo y la técnica del gran angular, utilizados por Lippi, muestran la influencia de la pintura flamenca de la misma época. Pintó con regularidad cuadros decorativos para sus mecenas. La National Gallery de Londres posee varias obras de Lippi, entre ellas «Anunciación» y «Siete santos» (ambas de 1450-3), traídas del palacio de los Médicis en Roma. Esta pareja de cuadros estuvo probablemente incorporada en un mueble, tal vez encima de una puerta o en el cabecero de una cama.

Obras de madurez

En 1456 Lippi comenzó su mayor contribución al Renacimiento florentino, pintando frescos en la catedral de Prato, cerca de Florencia. Dos años más tarde conoció a Lucrecia Buti, hija de una rica familia florentina, que estaba al cuidado de las monjas del convento de Prato o era novicia. Le pidió que protagonizara uno de sus retratos de la Virgen y luego la secuestró. Se quedó embarazada y le permitieron casarse con ella. Su hijo Filippino se convertiría en un artista de gran éxito.

Los frescos que Lippi pintó en la catedral de Prato se consideran sus obras más importantes y monumentales, y representan las vidas de San Juan Bautista y San Esteban. El trabajo de las figuras que utilizó influyó en sus futuros alumnos, entre ellos su hijo Filippino Lippi y Sandro Botticelli (1445-1510). Lippi fue una figura muy respetada en la pintura del Renacimiento temprano, produjo muchas obras a gran escala, pero sus pinturas más pequeñas, encargadas por los ricos comerciantes de Florencia, no tuvieron rival en su época y se ganaron los frecuentes elogios de Miguel Ángel (1475-1564).

Últimos años

Lippi murió en 1469 mientras trabajaba en los frescos de la catedral de Spoleto. Los frescos contienen representaciones de la Anunciación, el Entierro, la Adoración del Niño y la Coronación de la Virgen ; añadió un autorretrato entre la multitud, así como imágenes de sus aprendices y de su hijo.

La naturaleza de su muerte sigue siendo controvertida. Se rumorea que pudo ser envenenado por la familia de su esposa o incluso por la propia Lucrecia, pero probablemente se trate sólo de especulaciones. Fue enterrado en la catedral de Spoleto y se le recuerda con un monumento encargado por Lorenzo el Magnífico. Le sobrevivieron su hijo y sus discípulos, entre ellos Sandro Botticello y Jacopo del Sellaio de Florencia (1441-1493).

Otras obras

Virgen de Tarquinia (1437) Galería Nacional de Arte Antiguo, Roma.
Retablo Barbadense (1437) Museo del Louvre, París.
Anunciación de Martelli (c. 1440) San Lorenzo, Florencia.
Retrato de un hombre y una mujer en una vidriera (1440) Metropolitan Museum of Art, Nueva York.
Virgen con el Niño (c. 1452) Galería Pitti, Florencia.
Anunciación (c. 1443-50) Antigua Pinakothek, Múnich.
Anunciación (1445-50) Galleria Doria Pamphilius, Roma.
Milagro de San Ambrosio (1447) Antigua Galería, SMPK, Berlín
Vida de San Esteban y San Juan Bautista (1452-66) Frescos de la Catedral de Prato.
Virgen con el Niño (c. 1455) Galería de los Uffizi, Florencia.
Adoración en el bosque (c. 1450s) Museos Estatales, Berlín.

Las pinturas de Fra Filippo Lippi pueden verse en muchos de los mejores museos de arte del mundo, especialmente en la Galería de los Uffizi de Florencia.