Friso de Cap Blanc:
Escultura de Relieve Magdaleniense, Dordoña Traductor traducir

Descubierto en 1908, Cap Blanc es un abrigo rocoso de los cromañones conocido sobre todo por su friso monumental de escultura prehistórica, que data de alrededor del 15.000 a.C., si no antes. Junto con el trabajo en piedra de las cuevas de Roc de Ceres (17.200 a.C..) y Roc-aux-Sorcières (Vienne), la escultura en relieve de Cap Blanc, tallada directamente en la superficie contorneada de la pared posterior del abrigo, se considera un importante punto de referencia del arte rupestre creado durante la primera época del arte de la Madeleine (c. 15.000-10.000 a.C.).

Es el único friso de escultura prehistórica en piedra del mundo que sigue expuesto al público. Los arqueólogos que trabajan en Cap Blanc también han desenterrado un enterramiento humano bien conservado, así como una excelente colección de herramientas típicas de la Madeleine. Entre estas últimas hay varias herramientas de piedra de gran tamaño que, según las pruebas, se utilizaron para fabricar los caballos, renos y bisontes representados en el friso. Este yacimiento también cuenta con una zona museística que proporciona información sobre el arte rupestre hallado en Cap Blanc, así como sobre otros elementos del arte paleolítico producido en Francia durante la última Edad de Hielo. Nótese que gran parte del material hallado en Cap Blanc se encuentra actualmente en el Musée d’Aquitaine de Burdeos.

Para comprender cómo encaja la escultura de Cap Blanc en la evolución global de la cantería antigua, véase: Cronología del arte prehistórico (a partir de 2,5 millones a.C.).

Localización, descubrimiento, excavación

El abrigo rocoso de Cap Blanc (L’Abri du Cap Blanc) está situado en una ladera escarpada y boscosa, a unos 9 kilómetros al este de Les Ezy, cerca del anterior yacimiento Gravettiense de Venus de Laussel (c. 23.000 a.C.), en el valle del río Beaune. El abrigo fue descubierto por primera vez en 1908 por trabajadores contratados para excavar la cueva por el Dr. Gaston Lalanne, de Burdeos. Desgraciadamente, como nunca se había encontrado nada parecido, las esculturas no se descubrieron hasta que las piquetas las habían dañado considerablemente.

Tras menos de tres meses de trabajo, se descubrió la mayor parte del arte de la Edad de Piedra, aunque en un estado dañado. En 1911, el arqueólogo Denis Peyrony (1869-1954) llevó a cabo una excavación más profesional, principalmente para proteger el yacimiento, y mucho más tarde, en 1992, Alain Rousseau y Jacques Tixier realizaron una investigación más centrada en el yacimiento. Esto condujo a la búsqueda de restos acumulados, tanto para identificar pequeños fragmentos de arte rupestre, que pudieron desprenderse de las paredes de piedra caliza durante las primeras excavaciones, como para recuperar material arqueológico que pudo pasar desapercibido en su momento.

El resultado fue el descubrimiento de numerosos artefactos líticos y óseos que databan del periodo anterior del arte solutreano, lo que planteó la pregunta obvia de si el friso escultórico no podría haberse comenzado algo antes de lo previsto.

Friso del Cap Blanc

El friso de piedra original cubría unos 13 metros, es decir, las tres cuartas partes de la pared trasera del refugio. Incluye representaciones de ciervos, bisontes y caballos; el caballo central mide unos 2 metros de largo y data del 15.000 a.C. aproximadamente. En total, el friso representa 14 caballos (o partes de ellos), 13 bisontes y 2 renos, así como más de una docena de animales no identificados.

Como en todos los frisos de la Edad de Piedra, aquí se encontraron restos de pigmento ocre rojo, lo que indica que las coloridas tallas debían de ser visibles desde cierta distancia. Los dos primeros animales de la izquierda son grandes caballos que miran hacia la derecha; uno de ellos tiene una anilla tallada en la piedra caliza sobre la cabeza, presumiblemente para colgar o sujetar algo.

A la derecha se encuentra la figura más grande e imponente del friso: un enorme caballo de más de 2 metros de largo, orientado hacia la izquierda. Sobre él se ven dos pequeñas cabezas de ciervo. A la derecha hay una posible imagen de una mano humana, dos caballos más, muy dañados y orientados hacia la derecha, y dos probables bisontes orientados hacia la izquierda. En las dos parejas de caballos orientados hacia la derecha, la cabeza del primero oculta la grupa del segundo. Al igual que en La Chaire a Calvin, un abrigo rocoso cerca de Angulema, aquí parece haber habido alguna remodelación del friso con animales de sustitución.

Dos fragmentos del friso (una cabeza de caballo y una cabeza de búfalo) y numerosas herramientas y objetos de la cueva se encuentran actualmente en el Museo de Aquitania en Burdeos, pero estos fragmentos del friso han sido sustituidos por vaciados de yeso.

Delante del friso se encuentra un molde del esqueleto de una niña Magdalena que fue enterrada aquí, aparentemente en un lugar de honor, delante de un gran caballo. (El esqueleto original se conserva en el Field Museum de Chicago)

Para las primeras tallas en piedra, véase: El arte más antiguo de la Edad de Piedra: 100 de las mejores obras .