Entrevista de trabajo Traductor traducir
Durante mucho tiempo se ha observado que la impresión del primer encuentro dura mucho tiempo y pesa más que los hechos más convincentes que se conocen sobre la persona. Por lo tanto, cuando vaya a una entrevista, siga algunas reglas simples que lo ayudarán a conquistar tanto a los gerentes potenciales como a los reclutadores.
Antes de la entrevista es necesario dormir bien por la noche, incluso puedes acostarte un poco más temprano de lo habitual. Las semillas de girasol se consideran un remedio comprobado para mejorar el sueño nocturno: un par de horas antes de acostarse, se muele o tritura una cucharada de semillas peladas y se agrega a los alimentos que se comen en la cena.
Cuando vaya a una entrevista, no debe comer alimentos con un olor fuerte: ajo, cebolla o pescado. Inmediatamente antes de una entrevista, no conviene tomar un refrigerio abundante ni beber varias tazas de café, ya que la comida rica relaja y el exceso de cafeína provoca nerviosismo.
Antes de la entrevista, será útil comer una ensalada de tónica de zanahoria: picar las zanahorias, añadir nueces ralladas, crema agria o mantequilla y una cucharada de miel. Las uvas o manzanas consumidas poco antes de un evento importante ayudarán a aumentar la concentración. Una buena adición a su dieta vitamínica sería una bebida de espino amarillo que mejorará su bienestar durante todo el día: triture una cucharada de bayas de espino amarillo, agregue agua hervida caliente, déjela reposar durante unos 5 minutos y endulce al gusto.
La ropa que elijas para una entrevista no sólo debe ser limpia, sino también cómoda. Incluso un buen traje de negocios no le ayudará a dar una impresión positiva si le provoca incomodidad o rigidez en sus movimientos. No es deseable acudir a un evento importante con ropa recién comprada, porque todavía hay que acostumbrarse a ella y, sin duda, se hará sentir un ligero nerviosismo en el momento más responsable.
La severidad en la vestimenta no implica en absoluto falta de individualidad. Añade a tu traje algún detalle original apropiado: un broche, gemelos, alfiler de corbata, pulsera o reloj de proporciones tradicionales. Debe evitar prendas provocativas como pantalones ajustados o camisas de manga corta; al fin y al cabo, se trata de una reunión de negocios, no amistosa.
Debe planificar su ruta para llegar al lugar designado entre 10 y 15 minutos antes del inicio de la entrevista. Es importante disponer de algo de tiempo para ponerse en orden, mirar a su alrededor, relajarse o concentrarse. Es aconsejable preparar inmediatamente una libreta y un bolígrafo para dar la impresión de una persona serena, enérgica y dispuesta a actuar de inmediato.
Para movilizar los recursos físicos y emocionales del cuerpo, antes de una entrevista, se recomienda frotarse las palmas hasta que aparezca una sensación de calor; este movimiento no solo carga el sistema nervioso, sino que también se asocia inconscientemente con el éxito. Masajea tus antebrazos de la misma manera, luego amasa tus dedos y muñecas. En las manos se concentra una gran cantidad de terminaciones nerviosas, cuya estimulación activa el cerebro.
Al comienzo de la comunicación con los representantes de los empleadores, es necesario recordar sus nombres. Dirigirse a las personas por su nombre las hace más responsables de las palabras que dicen, les resulta más difícil ocultar hechos importantes y el interlocutor deja de ser percibido inconscientemente como un "extraño".
Cuando se habla de experiencia laboral, se debe evitar el plural: un cierto “nosotros” colectivo puede confundir a un empleador que quiere conocer los logros de una persona específica, no de una organización. Una impresión negativa se produce por el uso por parte del solicitante de palabras parásitas en su discurso como "como si", "por así decirlo" y "es lo mismo". Tampoco debe tamborilear con los dedos sobre la mesa o el maletín, cruzar los brazos sobre el pecho, juguetear con el dobladillo de la ropa, ajustarse el cabello con frecuencia, sentarse mirando a un punto o mirar fijamente los objetos circundantes.
Es recomendable formular con antelación las respuestas a preguntas predecibles sobre las fortalezas y debilidades del solicitante, los motivos de despidos anteriores y los planes para el futuro, para que pueda acudir a la entrevista con la retaguardia protegida. No importa cuán negativa sea la experiencia laboral en tu lugar anterior, no hay necesidad de criticar demasiado al anterior gerente o las insoportables condiciones de trabajo, ya que todo esto sólo puedes comprenderlo y sentirlo si te encuentras en las mismas circunstancias. La presión de las emociones y los intentos de convertir una conversación entre personas que apenas conoce en una confesión pueden dejar incluso al entrevistador más leal con la impresión de que el solicitante no estará satisfecho. Se pueden obtener muchos más beneficios haciendo una contrapregunta: “¿Por qué quedó vacante el puesto?” De esta manera podrá conocer todos los aspectos de su predecesor y cómo debería ser un candidato ideal para un puesto vacante, desde el punto de vista del empleador.
Ser no sólo un buen narrador, sino también un oyente atento es una cualidad importante a la hora de contratar. Simplemente no asientas constantemente ni te comportes de manera demasiado servil. Cualquier persona que pueda escuchar con paciencia, dignidad y sin interrumpir las opiniones de los demás es muy valorada en cualquier equipo. Se recomienda posponer cuestiones tan importantes e incómodas como el salario o las bonificaciones hasta la parte final de la entrevista: es muy posible que en ese momento ya hayan perdido su relevancia.
Una vez finalizada la entrevista, el solicitante tiene varias formas de saber qué impresión causó. En primer lugar, puede preguntar directamente al entrevistador si las calificaciones y la experiencia del solicitante se corresponden con la gama de responsabilidades previstas para el puesto vacante. Si ya se ha formado una opinión, lo más probable es que después de una pregunta directa el entrevistador se "divida". No te molestes por una respuesta negativa: te ayudará a evitar expectativas vanas y a continuar activamente con tu búsqueda de empleo. En segundo lugar, el solicitante puede pedir permiso al entrevistador para llamar después de un tiempo y conocer el destino de la vacante. Por supuesto, puedes llamar sin permiso, pero corres el riesgo de parecer intrusivo.