Desarrollo hidroeléctrico:
impactos ambientales y sociales
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El desarrollo hidroeléctrico tiene importantes impactos ambientales y sociales que requieren una cuidadosa consideración y gestión. Si bien las centrales hidroeléctricas producen electricidad sin emitir directamente contaminantes atmosféricos, su construcción y operación pueden tener profundos impactos en el medio ambiente y la sociedad.
Impactos ambientales de la energía hidroeléctrica
La construcción de centrales hidroeléctricas, especialmente los grandes proyectos de represas, provoca cambios multifacéticos en los ecosistemas naturales. Estos cambios afectan tanto a los componentes terrestres como a los acuáticos del entorno.
Inundaciones terrestres y pérdida de hábitat. Una de las consecuencias más evidentes es la inundación de vastas áreas durante la creación de embalses. Esto provoca la destrucción de bosques, hábitats naturales para la fauna silvestre, tierras agrícolas y paisajes valiosos. La pérdida de hábitats terrestres persiste durante toda la vida útil del embalse. Por ejemplo, la construcción de los 1956 embalses identificados daría lugar, según algunos estudios, a una nueva superficie global de embalse de 240 000 km², lo que casi duplicaría la superficie actual de embalses artificiales de 300 000 km².
La inundación de tierras provoca la pérdida de hábitat para las especies terrestres. Esto supone una grave amenaza para la biodiversidad, ya que muchas especies animales y vegetales se ven privadas de su hábitat habitual. También se pierden tierras agrícolas ubicadas en la zona inundada, lo que puede tener consecuencias económicas para las poblaciones locales.
Cambios en el régimen hidrológico y la calidad del agua. Las presas y los embalses alteran significativamente el régimen hidrológico natural de los ríos. Pueden reducir los caudales, aumentar la temperatura del agua y empeorar su calidad. La retención de agua en los embalses provoca cambios en las fluctuaciones naturales del nivel del agua, lo que afecta a los ecosistemas costeros.
Los cambios en las características del caudal, la temperatura y la composición química del agua, así como el transporte de sedimentos, pueden afectar negativamente a la flora y fauna autóctona de un río y sus alrededores. Las presas suelen dejar los cauces río abajo prácticamente secos, lo que perjudica especialmente a las comunidades que dependen de los servicios ecosistémicos fluviales. El aumento de la evaporación de la gran superficie de agua abierta de un embalse reduce el caudal medio anual río abajo, lo que a su vez altera los hábitats de agua dulce.
Los embalses pueden ser fuentes de gases de efecto invernadero como el metano y el dióxido de carbono. Estos gases se forman por la descomposición anaeróbica de la materia orgánica sumergida durante la creación del embalse. Si bien la energía hidroeléctrica suele considerarse una fuente de energía baja en carbono, los estudios muestran una variabilidad significativa en las emisiones de un embalse a otro. Algunos embalses pueden tener mayores emisiones de gases de efecto invernadero por unidad de electricidad producida que las centrales eléctricas de combustibles fósiles. Las emisiones exactas de gases de efecto invernadero de los embalses hidroeléctricos siguen siendo inciertas y dependen de diversos factores específicos de la ubicación y la región.
La descomposición de materia orgánica, como las plantas, al inundar los embalses libera estos gases. Las emisiones de metano son particularmente importantes, ya que es un potente gas de efecto invernadero. Estas emisiones contribuyen al cambio climático, y el consiguiente aumento de la temperatura podría acelerar la extinción de especies.
Impacto en la migración de peces y la biodiversidad acuática. Las presas son barreras físicas que pueden impedir que peces como el salmón y el sábalo migren a zonas de desove río arriba. Esto puede devastar poblaciones, como ocurrió con el salmón Chinook en el río Klamath, en la frontera entre Oregón y California. Las turbinas hidroeléctricas también pueden matar y herir a algunos peces que pasan a través de ellas.
La interrupción de las rutas migratorias de los peces constituye un grave problema para la conservación de los ecosistemas acuáticos. La disminución de las poblaciones de peces puede tener un efecto dominó en toda la cadena alimentaria. Si bien existen soluciones técnicas como las escalas y los elevadores para peces, su eficacia puede ser limitada. Por ejemplo, la presa Safety Harbor, en el río Susquehanna, Pensilvania, utiliza elevadores para elevar el sábalo migratorio desde la base de la presa hasta la parte superior del embalse. Se están realizando investigaciones y desarrollos de turbinas que podrían reducir la mortalidad de los peces a menos del 2 %, en comparación con el 5-10 % de las mejores turbinas existentes.
Erosión y acumulación de sedimentos. Las presas pueden alterar los patrones de transporte y deposición de sedimentos en un río. La retención de sedimentos en un embalse puede provocar la erosión del lecho y las riberas río abajo, y reducir el aporte de nutrientes a los deltas y las zonas costeras. La acumulación de sedimentos en el propio embalse reduce su capacidad de almacenamiento útil con el tiempo y puede afectar al funcionamiento de una central hidroeléctrica.
Impactos de los materiales de construcción. La producción de hormigón y acero utilizados en la construcción de presas hidroeléctricas requiere equipos que pueden generar emisiones. Si las fuentes de energía para producir estos materiales son combustibles fósiles, las emisiones de estos equipos pueden estar asociadas a la electricidad generada por la central hidroeléctrica. Sin embargo, dada la larga vida útil de una central hidroeléctrica (50 a 100 años), estas emisiones iniciales suelen compensarse con la posterior producción de electricidad sin emisiones. No obstante, la extracción de arena y grava también causa la destrucción del hábitat.
Cambio climático regional. La construcción de grandes estructuras hidráulicas, como las presas, puede tener un impacto en el clima regional. Esto puede incluir cambios en el balance hídrico local y, posiblemente, en los patrones de lluvia. Las investigaciones sugieren la necesidad de realizar evaluaciones ambientales más exhaustivas y adoptar medidas políticas para abordar los impactos en la biodiversidad, el clima, el uso del suelo y las actividades humanas antes de planificar la construcción de presas.
Impactos sociales de la energía hidroeléctrica
El desarrollo hidroeléctrico tiene un impacto significativo en la vida de las personas, especialmente de quienes viven cerca de los ríos y dependen de sus recursos. Estos impactos pueden ser diversos y afectar los aspectos económicos, culturales y sociales de la vida.
Reubicación de Poblaciones. La creación de embalses a menudo requiere la reubicación de las personas que viven en zonas inundadas. Esto puede resultar en la pérdida de viviendas, tierras y formas de vida tradicionales. El proceso de reubicación en sí mismo es complejo y puede causar tensiones sociales y dificultades económicas para las comunidades afectadas.
Impacto en los medios de vida tradicionales. Los proyectos hidroeléctricos pueden alterar los medios de vida tradicionales de las poblaciones rurales. Los cambios en las condiciones de los ecosistemas causados por las centrales hidroeléctricas alteran los regímenes hidrológicos naturales. Las centrales hidroeléctricas desvían el agua, dejando a menudo los lechos de los ríos prácticamente secos, lo que posteriormente afecta a las comunidades que dependen de los servicios ecosistémicos de los ríos. Los posibles impactos ambientales pueden generar impactos sociales muy variables y específicos de cada comunidad. Como resultado, es probable que los medios de vida tradicionales de las poblaciones rurales cambien en términos de actividades ambientales, agrícolas, económicas y socioculturales.
En la península balcánica, por ejemplo, el Modelo de Impacto Social estima que 470.000 personas podrían verse afectadas por las centrales hidroeléctricas existentes. Esta cifra podría ascender a aproximadamente 1,3 millones si asumimos que todas las centrales hidroeléctricas en construcción o planificadas se ponen en funcionamiento en el futuro. Esto significa que alrededor del 3% de los 42 millones de habitantes de la región balcánica podrían ver afectados sus medios de vida. Estas cifras se consideran estimaciones conservadoras, ya que representan el número de personas que viven cerca de los tramos fluviales afectados.
Pérdida del patrimonio cultural. Los embalses pueden abarcar no solo áreas naturales y tierras agrícolas, sino también sitios arqueológicos de valor cultural e histórico. La pérdida de estos sitios constituye una pérdida irreparable para el patrimonio cultural de la región y de toda la humanidad.
Impacto en la salud pública. Los cambios en la calidad del agua y el medio ambiente asociados a los proyectos hidroeléctricos pueden afectar indirectamente la salud pública. El agua estancada en los embalses puede facilitar la reproducción de vectores de enfermedades. El deterioro de la calidad del agua potable también constituye una amenaza.
Conflictos y desigualdad. La planificación e implementación de proyectos hidroeléctricos puede generar conflictos entre diferentes grupos de interés: poblaciones locales, inversionistas y organismos gubernamentales. Con frecuencia, los beneficios de los proyectos se distribuyen de forma desigual, y los grupos más vulnerables de la población pueden soportar una carga desproporcionadamente pesada de consecuencias negativas.
Mitigación de impactos negativos y desarrollo sostenible
A pesar de los importantes problemas ambientales y sociales, existen enfoques encaminados a reducir el impacto negativo de la energía hidroeléctrica y aumentar su sostenibilidad.
Ubicación y diseño cuidadosos. La ubicación cuidadosa de las centrales hidroeléctricas es clave para minimizar el impacto ambiental. Se deben realizar evaluaciones ambientales exhaustivas antes de tomar decisiones de construcción. Las tecnologías innovadoras y los modos de operación optimizados también pueden ayudar a reducir los impactos negativos.
Medidas de protección de la biodiversidad. Se emplean diversos métodos para mitigar el impacto en las poblaciones de peces, como la construcción de pasos y escalas para peces que les permiten cruzar presas y llegar a las zonas de desove. Se están desarrollando turbinas con un diseño respetuoso con los peces para reducir la mortalidad y las lesiones. La conservación de la biodiversidad se reconoce como un parámetro clave para el desarrollo sostenible. Sin embargo, muchos nuevos proyectos hidroeléctricos subestiman su impacto en la biodiversidad.
Considerando los intereses de la población local. Es importante garantizar la participación de la población local en la toma de decisiones y que los beneficios de los proyectos se distribuyan equitativamente. Se deben desarrollar programas de compensación y apoyo para quienes se ven obligados a reubicarse o pierden sus fuentes tradicionales de ingresos.
El cambio climático y los riesgos para la energía hidroeléctrica. El cambio climático en sí mismo representa una amenaza para la energía hidroeléctrica. Los cambios en los patrones de lluvia y el aumento de las sequías pueden reducir los caudales de las centrales hidroeléctricas. Por ejemplo, el suroeste de Estados Unidos está experimentando una megasequía que dura 22 años y que ha reducido drásticamente los niveles de agua de los lagos Powell y Mead, que alimentan centrales hidroeléctricas como la presa Hoover. Esto pone de relieve la necesidad de que el sector se adapte a las condiciones climáticas cambiantes.
La energía hidroeléctrica contribuye al equilibrio energético mundial, pero su desarrollo requiere un enfoque equilibrado. Los beneficios económicos deben sopesarse cuidadosamente frente a los costos ambientales y sociales. Las evaluaciones de impacto exhaustivas, la introducción de tecnologías avanzadas y la consideración de los intereses de todas las partes interesadas son elementos importantes para garantizar que los proyectos hidroeléctricos contribuyan al desarrollo sostenible en lugar de agravar los problemas existentes.