Yellow-red-blue Vasily Kandinsky (1866-1944)

Análisis de la pintura
La composición se caracteriza por una ausencia casi total de referencias figurativas reconocibles. El campo pictórico está poblado por formas geométricas abstractas: rectángulos, triángulos, círculos y líneas de diversa longitud y grosor, distribuidas sobre un fondo difuminado que exhibe tonalidades ocre, amarillas, rojas y púrpuras.
En el lado izquierdo del lienzo, predominan las figuras más estructuradas, como un rectángulo amarillo prominente y una serie de líneas rectas y angulares en tonos azules y negros. Estas formas sugieren una cierta organización, aunque no se trata de una estructura rígida sino más bien de una disposición dinámica. A la derecha, la composición se vuelve más fluida e irregular; un conjunto de figuras poligonales oscuras, principalmente en tonos morados y verdes, parecen interactuar con líneas curvas y onduladas que atraviesan el espacio.
La paleta cromática es intensa y contrastada. El amarillo vibrante compite con el rojo intenso y el azul profundo, creando una sensación de tensión visual. La presencia de pequeños cuadrados multicolores en la parte inferior derecha introduce un elemento de fragmentación y complejidad. El uso del negro, tanto en líneas como en formas sólidas, actúa como contrapunto a los colores más luminosos, acentuando su brillo.
La ausencia de perspectiva tradicional y la falta de objetos reconocibles sugieren una exploración de las relaciones puramente formales entre color, línea y espacio. La pintura parece enfocarse en la expresión de emociones o estados internos a través del lenguaje abstracto. Se puede inferir un interés por la musicalidad; la disposición de los elementos recuerda a una partitura, con líneas que podrían interpretarse como notas o ritmos visuales.
La obra no busca representar el mundo exterior sino más bien evocar sensaciones y sentimientos mediante la combinación de formas y colores. La tensión entre orden y caos, estructura y fluidez, podría reflejar un intento por capturar la complejidad de la experiencia humana. El dinamismo general de la composición sugiere movimiento y energía, mientras que la paleta cromática intensa transmite una sensación de vitalidad y pasión.