Franz Von Stuck – Tilla Durieux as Circe
Ubicación: Old and New National Galleries, Museum Berggruen (Alte und Neue Nationalgalerie, Museum Berggruen), Berlin.
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En el lienzo se observa a una mujer retratada en perfil derecho, destacando su rostro pálido y delicado contra un fondo oscuro e indefinido que sugiere la noche o un espacio interior profundo. Su cabello, rojizo y abundante, está recogido en un elaborado peinado que añade volumen y dinamismo a la composición. La mirada de la figura es directa, casi desafiante, con una sutil sonrisa que insinúa misterio y poder.
La mujer viste una prenda drapeada de color azul oscuro, que deja al descubierto uno de sus hombros y parte del pecho, evocando las vestimentas clásicas. En su mano derecha sostiene un cáliz dorado, el cual se convierte en el foco principal de atención debido a su brillo y la luz que refleja. La forma del cáliz es orgánica e irregular, sugiriendo antigüedad o una conexión con la naturaleza.
La paleta cromática es limitada, dominada por tonos oscuros como el negro, el azul y el ocre, contrastados por el blanco de la piel y el dorado del objeto. Esta elección contribuye a crear una atmósfera enigmática y sensual. La pincelada es suelta y expresiva, con un tratamiento difuso que enfatiza las sombras y los volúmenes.
La figura parece estar ofreciendo o contemplando el contenido del cáliz. Este gesto, junto con la expresión de la mujer, puede interpretarse como una invitación a participar en un ritual secreto o a sucumbir a una tentación peligrosa. El objeto en sí mismo podría simbolizar la transformación, la intoxicación o el conocimiento prohibido.
La representación sugiere una figura femenina fuerte y dominante, capaz de ejercer influencia sobre los demás. La combinación de elementos clásicos con un estilo pictórico moderno evoca una sensación de atemporalidad y universalidad. Se percibe una tensión entre la belleza y la amenaza, lo visible y lo oculto, invitando al espectador a reflexionar sobre la naturaleza del poder, el deseo y la seducción. La oscuridad circundante refuerza la idea de un mundo interior complejo y fascinante, donde los límites entre la realidad y la fantasía se difuminan.