Narcissus Michelangelo Merisi da Caravaggio (1571-1610)

Descripción del cuadro Narciso de Michelangelo Merisi da Caravaggio

El verdadero nombre de Caravaggio era Michelangelo Merisi. Recibió su apodo del pueblo donde nació, Caravaggio, cerca de Milán. Trabajó como albañil, pero su amor por el arte y la creatividad le atrajeron. Aprendió su arte de la gente que pintaba los frescos, ayudándoles a mezclar las pinturas. Como es autodidacta, es un artista que no conoce estilos, y crea el suyo propio, no descubierto por nadie. Su energía hacia la vida también es evidente en sus pinturas.

Por aquel entonces un poema erótico "Adonis" pasaba de mano en mano, cuando el inquieto artista lo conoció decidió retratar a este joven. Se inclina sobre un arroyo para beber agua, al ver su reflejo se enamora de sí mismo con tal fuerza que pierde el interés por todo lo que le rodea. Mira su reflejo con asombro, como si lo viera por primera vez, está hipnotizado y sorprendido.

El sentimiento no le aporta ni felicidad ni satisfacción. La leyenda cuenta que, tras su muerte, el joven se reencarna en una delicada flor que lleva su nombre. Así es como la mujer, que se sintió infeliz por un amor no correspondido, se vengó de él, pidiendo a la diosa Némesis que castigara al orgulloso hombre.

Caravaggio, en su pintura, divide el mundo en dos partes, el mundo real y el espejo, que ayuda a entender y ver todas las cosas que nos rodean. Cuando observamos los acontecimientos, como es habitual, no nos damos cuenta de mucho que se hace visible al revés. Es este tipo de mirada la que te ayuda a ver y comprender más profundamente algunas de las características de las cosas.

El artista muestra la tensión del héroe, su insatisfacción interior con el estado de las cosas. El principal mérito del cuadro está en la contemplación de una situación invertida que parece poner todo en su sitio, en la relación entre el creador y su creación. Esta obra muestra la visión no tradicional del artista sobre el estado real de las cosas.