Evolución de los dialectos chinos:
el putonghua y sus variantes regionales
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El chino es un grupo de lenguas perteneciente a la familia lingüística sino-tibetana y lo hablan aproximadamente 1390 millones de personas, lo que representa aproximadamente el 17 % de la población mundial. Si bien los hablantes nativos de chino suelen considerar sus diversas variedades como dialectos de una misma lengua, los lingüistas señalan que muchas de ellas no son mutuamente inteligibles y pueden considerarse lenguas independientes dentro de una misma familia lingüística. El mandarín estándar, o putonghua, ha sido declarado idioma oficial de la República Popular China y se ha convertido en una herramienta importante para la unidad lingüística del país. Sin embargo, continúa coexistiendo con muchas otras variedades regionales del chino, cada una con sus propias características.
2 Clasificación de los dialectos chinos
3 El surgimiento y la estandarización del mandarín
4 Características lingüísticas del putonghua
5 Variaciones regionales del putonghua en China
6 Variaciones del mandarín estándar fuera de China continental
7 Relación entre el putonghua y los dialectos
8 Estado actual y perspectivas de desarrollo de los dialectos chinos
Historia del desarrollo de la lengua china
La historia del idioma chino se remonta a varios milenios. La evidencia arqueológica sugiere que los primeros ejemplos de chino escrito datan de alrededor del año 1500 a. C., pero las formas habladas del idioma existían mucho antes.
Lengua china antigua
El chino antiguo, utilizado desde aproximadamente el siglo XI a. C. hasta el siglo II d. C., era bastante diferente del chino moderno. Tenía una estructura silábica más simple y muchas palabras monosilábicas. Fue el idioma en el que se escribieron textos filosóficos clásicos como Confucio y el Tao Te Ching.
Durante este período, el idioma chino estaba relativamente unificado, aunque ya existían algunas diferencias regionales. Es importante destacar que la forma escrita del idioma sirvió como factor unificador para las diferentes regiones, permitiendo la comunicación incluso con diferencias fonéticas.
chino medio
El período chino medio (aproximadamente del siglo VI al X d. C.) se considera una etapa crucial en la evolución de los dialectos chinos. Fue durante esta época, la dinastía Tang, que la cultura china alcanzó su máximo apogeo, y el idioma de esta época tuvo una influencia significativa en el desarrollo del mandarín moderno.
Según fuentes históricas, durante el período chino medio ya eran evidentes las marcadas diferencias entre las variedades septentrional y meridional de la lengua. Estas diferencias se debían a barreras geográficas como montañas y ríos, especialmente en el sureste de China, donde la diversidad lingüística era más pronunciada.
La influencia mongol en el siglo XIII, con el establecimiento de la dinastía Yuan, propició el auge del dialecto de la capital, Dadu (la actual Pekín). Este dialecto comenzó a ganar prestigio y sentó las bases del mandarín moderno.
Formación de grupos dialectales modernos
Hacia finales del período chino medio, comenzaron a formarse los principales grupos dialectales que conocemos hoy. Este proceso se aceleró debido a los cambios políticos y las migraciones de población durante la sucesión de dinastías.
La expansión de los dialectos del mandarín en el norte de China se debió a las características geográficas de la región: llanuras abiertas que facilitaban la comunicación y el intercambio cultural. En contraste, los sistemas montañosos y fluviales del sur de China crearon barreras naturales que facilitaron la diversificación lingüística y la preservación de formas arcaicas.
A finales de las dinastías Ming y principios de las Qing (siglos XVI y XVII), el idioma oficial, llamado guanhua ("lengua oficial"), se basó inicialmente en el dialecto de Nanjing. Posteriormente, en el siglo XVII, la dinastía Qing comenzó a establecer academias de ortopedia para estandarizar la pronunciación según el modelo de Pekín, pero estos esfuerzos tuvieron un éxito limitado.
Clasificación de los dialectos chinos
La clasificación científica de los dialectos chinos es un fenómeno relativamente reciente. Los primeros intentos sistemáticos fueron realizados por Fan-Kuei Li en 1937, cuyo trabajo, con pequeñas modificaciones, sentó las bases de la clasificación moderna.
Métodos de clasificación
Las primeras clasificaciones de los dialectos chinos solían ajustarse a los límites provinciales o a las principales características geográficas. En 1936, Wang Li propuso la primera clasificación basada en criterios fonéticos, en particular la evolución de las iniciales sonoras del chino medio.
La clasificación de Li Fang-kuei de 1937 dividió el mandarín en los grupos norte, bajo Yangtsé y suroeste. La clasificación de siete grupos de Yuan Jiahua (1960), ampliamente aceptada, dividió el mandarín en los subgrupos norte, noroeste, suroeste y Jianghuai (bajo Yangtsé).
Los métodos de clasificación modernos utilizan una combinación de criterios fonológicos, léxicos y gramaticales. Se presta especial atención a la evolución de los diversos dialectos a partir del chino medio, especialmente en lo que respecta a los sistemas tonales y las consonantes.
Principales grupos dialectales
Según el Atlas Lingüístico de China, los dialectos chinos se organizan en una estructura jerárquica que incluye supergrupos, grupos, subgrupos, conglomerados y dialectos locales. La mayoría de las clasificaciones distinguen entre 7 y 13 grupos regionales principales.
El mandarín es el grupo más numeroso, hablado por aproximadamente el 66% (unos 800 millones) de hablantes de chino. Le siguen el min (75 millones, incluyendo el min nan del sur), el wu (74 millones, incluyendo el shanghainés) y el yue (68 millones, incluyendo el cantonés).
Algunos lingüistas distinguen grupos adicionales, como Jin (anteriormente considerado parte del grupo mandarín), Hui (a veces clasificado como parte del grupo Wu o mandarín) y Pinghua (a veces considerado parte del grupo Yue).
Geografía de la distribución dialectal
La distribución geográfica de los dialectos chinos está estrechamente relacionada con las características físicas del país y su desarrollo histórico. Los dialectos del mandarín predominan en el norte y el oeste de China, caracterizados por extensas llanuras.
Moviéndonos de norte a sur a lo largo de la costa, podemos encontrar los dialectos Wu (en las áreas de Shanghai y Zhejiang), Min (en Fujian, así como en las islas de Taiwán y Hainan) y Yue (en Guangdong y Guangxi).
Los dialectos xiang se encuentran en la provincia de Hunan, el dialecto gan en la provincia de Jiangxi y los dialectos hakka en diversas zonas montañosas de varias provincias del sur. Los dialectos jin se encuentran principalmente en la provincia de Shanxi y algunas zonas vecinas.
Es importante señalar que las fronteras entre los grupos dialectales no siempre son claras. En las zonas fronterizas, a menudo se encuentran dialectos de transición que presentan características de varios grupos. La frontera entre el mandarín del suroeste y los dialectos xiang es especialmente difusa.
El surgimiento y la estandarización del mandarín
La formación de una única lengua estándar para toda China fue un proceso largo, condicionado por factores tanto lingüísticos como políticos.
Antecedentes históricos
Hasta el siglo XX, el papel de la lengua china común lo desempeñaba el wenyan, una lengua escrita clásica basada en el chino antiguo. Sin embargo, difería significativamente de las formas habladas y solo era accesible para la élite culta.
Durante la dinastía Qing, el idioma oficial hablado, el guanhua (habla oficial), se basaba originalmente en el dialecto de Nanjing. A finales del siglo XIX, el dialecto de Pekín sustituyó gradualmente a Nanjing en la corte imperial. A pesar de ello, no existía un estándar único de mandarín para la población general.
El Movimiento de la Nueva Cultura a principios del siglo XX condujo al abandono de la lengua escrita clásica en favor del Baihua, una forma escrita basada en el mandarín hablado. Esto creó condiciones favorables para la posterior estandarización de la lengua nacional.
Proceso de estandarización
En 1913, después de la fundación de la República de China, se creó la Comisión de Normalización de la Pronunciación, que planeó utilizar el guanhua como base de un dialecto nacional, rebautizándolo como guoyu ("idioma nacional").
Tras la fundación de la República Popular China en 1949, el nuevo gobierno continuó estandarizando el idioma, que pasó a llamarse putonghua ("lengua común"). En 1956, se adoptó la "Resolución del Comité Central del PCCh y del Consejo de Estado sobre la Erradicación del Analfabetismo", que consolidó los planes del gobierno para reformar la escritura china.
El chino estándar (putonghua) se basa en la fonología del dialecto de Pekín, con un vocabulario derivado del mandarín y una gramática basada en la literatura del baihua escrito moderno. Es uno de los idiomas oficiales de la República Popular China y uno de los cuatro idiomas oficiales de Singapur.
Política lingüística en China
Desde su fundación, la política lingüística de China se ha centrado en difundir el mandarín como medio de unificación y alfabetización nacional. En 1979, el primer ministro Lee Kuan Yew lanzó la campaña "Habla mandarín", que aceleró el proceso de estandarización.
El establecimiento de un sistema de educación primaria centrado en la enseñanza del mandarín estándar fue clave en la difusión del mandarín chino tanto en China continental como en Taiwán. Sin embargo, la situación fue diferente en Hong Kong y Macao, donde la influencia colonial perduró durante mucho tiempo.
En Hong Kong, Macao, Guangdong y partes de Guangxi, el cantonés conserva su importancia como lengua cotidiana en los negocios y la educación. Sin embargo, la influencia del mandarín sigue creciendo en estas regiones, especialmente después de que Hong Kong y Macao quedaran bajo el dominio chino.
Características lingüísticas del putonghua
El putonghua, como forma estandarizada del chino, tiene características lingüísticas claramente definidas que lo distinguen de otros dialectos.
Fonética y sistema tonal
El sistema fonológico del mandarín es relativamente simple en comparación con otros dialectos chinos. Incluye unas 22 consonantes iniciales, 36 finales y 4 tonos, además de un tono neutro.
Una de las características distintivas del putonghua es la presencia de consonantes retroflejas (zh, ch, sh, r), ausentes en muchos dialectos del sur. Además, el putonghua conserva la distinción entre las finales -n y -ng, que se ha perdido en otras variedades del chino.
El sistema tonal del mandarín consta de cuatro tonos: el primero (alto y plano), el segundo (ascendente), el tercero (descendente-ascendente) y el cuarto (descendente). También existe un tono neutro, sin altura fija, que suele pronunciarse brevemente.
Una característica importante del mandarín es la presencia del sandhi tonal: cambios de tono según el entorno. El ejemplo más famoso es el cambio del tercer tono al segundo cuando este precede a otro tercer tono.
Características gramaticales
La gramática del putonghua, al igual que la de otras variedades del chino, se caracteriza por la ausencia de flexiones y el uso del orden de las palabras y de palabras funcionales para expresar relaciones gramaticales.
El orden básico de palabras en mandarín es sujeto-predicado-objeto (SVO). Los atributos suelen preceder a las palabras que modifican, y en oraciones complejas, las cláusulas subordinadas preceden a las cláusulas principales.
El mandarín utiliza un sistema de contrapalabras (clasificadores), que son obligatorios para indicar el número de sustantivos. La elección del clasificador depende de las características semánticas del sustantivo.
Las relaciones temporales en putonghua no se expresan cambiando la forma verbal, sino utilizando partículas aspectuales como -了 (le) para una acción completada, -着 (zhe) para un estado continuo y -过 (guo) para una acción que tuvo lugar en el pasado.
Características léxicas
El vocabulario del mandarín putonghua se formó sobre la base de los dialectos del mandarín del norte con la adición de elementos de otros dialectos y préstamos extranjeros.
Durante el proceso de estandarización, muchas palabras dialectales fueron reemplazadas por sus equivalentes del norte, aunque algunos términos del sur también se incorporaron al idioma estándar. Además, se crearon numerosos neologismos para denotar nuevos conceptos y tecnologías.
El idioma chino ha adoptado numerosas palabras extranjeras que se han adaptado a la pronunciación y los dialectos chinos, un proceso conocido como sinificación de palabras extranjeras. Estos préstamos suelen ser adaptaciones fonéticas de términos extranjeros que utilizan caracteres chinos existentes.
El putonghua tiende a formar palabras bisílabas en lugar de las monosílabas típicas del chino antiguo. Esto se debe a la necesidad de distinguir los homónimos, cuyo número ha aumentado debido a las simplificaciones fonológicas durante la evolución del idioma.
Variaciones regionales del putonghua en China
Aunque el mandarín es una forma estandarizada del chino, en la práctica existe una considerable variación regional en su implementación. Esto se debe a la influencia de los dialectos locales y a factores históricos.
variante del noreste
El putonghua del noreste, hablado en las provincias de Heilongjiang, Jilin y Liaoning (excluida la península de Liaodong), está estrechamente relacionado con el chino estándar y tiene pocas diferencias de vocabulario.
Esta variante se caracteriza por algunas características fonéticas, como una pronunciación más dura de las consonantes retroflejas y patrones de entonación específicos. Las diferencias tonales entre la variante nororiental y el putonghua estándar son mínimas.
El mandarín nororiental suele considerarse el más cercano al mandarín estándar, y existe un alto grado de inteligibilidad mutua entre ambos. Algunos académicos incluso consideran que el mandarín de Pekín y el mandarín nororiental forman un solo grupo dialectal.
Variante de Pekín
El dialecto de Pekín, hablado en Pekín y zonas aledañas como Chengde y el norte de Hebei, así como en algunas zonas de reciente inmigración a gran escala como el norte de Xinjiang, constituye la base del chino estándar.
Sin embargo, existen algunas diferencias entre el mandarín urbano de Pekín y el mandarín estándar. El mandarín urbano de Pekín suele contener elementos léxicos que no se encuentran en el idioma estándar y también presenta una erización más pronunciada: la adición del sufijo retroflejo -儿 (-r) a las palabras.
Pekín también se caracteriza por un uso más frecuente del tono neutro, especialmente en el habla coloquial, y de algunas expresiones y modismos específicos asociados a la cultura local.
Opción suroeste
El mandarín del suroeste, hablado en las provincias de Hubei, Sichuan, Guizhou, Yunnan y las zonas de habla mandarín de Hunan, Guangxi y el sur de Shaanxi, muestra cambios fonológicos, léxicos y tonales significativos en comparación con el putonghua estándar.
El dialecto de Sichuan, el representante más conocido de este grupo, se caracteriza por la simplificación de las consonantes iniciales y la modificación del sistema tonal. La comprensión mutua con los hablantes del dialecto de Pekín puede ser limitada, especialmente al hablar rápidamente o usar expresiones locales.
Las variedades del mandarín del suroeste se han visto fuertemente influenciadas por los dialectos no mandarín con los que coexisten, lo que ha dado lugar a características fonéticas y léxicas únicas. La frontera entre el mandarín del suroeste y los dialectos xiang es particularmente difusa.
Otras variaciones regionales
El mandarín del Bajo Yangtsé (o Jianghuai), hablado en partes de las provincias de Jiangsu y Anhui en la orilla norte del Yangtsé, y en algunas áreas de la orilla sur, muestra cambios fonológicos y léxicos significativos en comparación con el estándar de Beijing.
El mandarín Jin-Lu, hablado en las provincias de Hebei y Shandong, pero excluida la península de Shandong, se caracteriza por marcadas diferencias tonales y léxicas, aunque generalmente conserva un alto grado de inteligibilidad mutua con el mandarín de Pekín.
El mandarín Lanyin, hablado en la provincia central y occidental de Gansu y en la región autónoma de Ningxia, así como en el norte de Xinjiang, tiene sus propias características únicas debido a su aislamiento geográfico y a la influencia de las lenguas vecinas no han.
Variaciones del mandarín estándar fuera de China continental
Fuera de China, se han desarrollado sus propias versiones del mandarín estándar, adaptadas a las condiciones locales e influenciadas por otros idiomas y dialectos.
Mandarín taiwanés (Guoyu)
El putonghua en China continental y el guoyu en Taiwán son muy similares y derivan del mismo estándar, basado en la fonología del chino mandarín de Pekín y la gramática del baihua escrito de principios del siglo XX.
La pronunciación estándar del guoyu se basa generalmente en el vocabulario prescrito de la época, mientras que el mandarín estándar ha integrado la pronunciación coloquial de algunas palabras. Entre las características notables del guoyu se incluyen cualidades tonales ligeramente diferentes a las del mandarín, la ausencia de erización y la ausencia de consonantes retroflejas en la mayoría de los contextos.
El guoyu también incluye vocabulario del hokkien (minnan) y del japonés. El chino escrito en Taiwán generalmente utiliza caracteres tradicionales, a diferencia de los caracteres simplificados que se usan en China continental. También existen algunas diferencias gramaticales, a menudo debidas a la influencia del hokkien.
Existe un espectro de variantes del guoyu en Taiwán, desde la más formal y estandarizada hasta la menos formal, con una fuerte influencia del hokkien. En un extremo se encuentra el guoyu estándar (標準國語; Biāozhǔn guóyǔ), el idioma oficial de Taiwán. Muy poca gente habla guoyu estándar puro, y el mandarín hablado coloquialmente en Taiwán puede denominarse, de forma general, "guoyu taiwanés".
Mandarín estándar de Singapur
El mandarín singapurense estándar es la forma estándar del mandarín singapurense. Se utiliza en todos los medios de comunicación oficiales chinos de Singapur, incluyendo todos los programas de televisión de los canales 8 y U, diversas emisoras de radio y en las clases de chino en todas las escuelas públicas de Singapur.
El mandarín estándar de Singapur es similar al putonghua en fonología, vocabulario y gramática. Existen pequeñas diferencias en el uso de vocabulario.
El mandarín se ha utilizado como lengua franca en Singapur, junto con el hokkien, desde el final de la Segunda Guerra Mundial. Antes de la estandarización del mandarín singapurense en 1979, se utilizaba principalmente de forma coloquial, basada en el habla de Pekín, con inclusiones de diversas variedades del sur del chino no mandarín, como el hokkien, el teochu, el cantonés, el hainanés y el hakka.
Otras opciones
Además de estas, existen otras variedades de mandarín fuera de las regiones de habla china tradicional. Por ejemplo, el dungan, hablado en Kazajistán y Kirguistán, es un dialecto del mandarín de las tierras bajas centrales.
Las diásporas chinas en todo el mundo desarrollan sus propias variantes del mandarín, a menudo influenciadas por las lenguas locales. Estas variantes pueden diferir significativamente del mandarín estándar, especialmente en vocabulario y entonación.
Algunos países del Sudeste Asiático, como Malasia e Indonesia, que tienen importantes comunidades chinas, han desarrollado sus propias variantes del mandarín, con características distintivas influenciadas tanto por los dialectos del sur de China hablados por los inmigrantes como por las lenguas locales.
Relación entre el putonghua y los dialectos
La relación entre el putonghua estándar y los dialectos regionales del chino es multifacética e incluye aspectos tanto lingüísticos como socioculturales.
Comprensión mutua y barreras de comunicación
El grado de inteligibilidad mutua entre los hablantes de putonghua y los diversos dialectos varía según el grupo dialectal. Los dialectos del mandarín del norte suelen ser mutuamente inteligibles con el putonghua estándar, aunque pueden surgir dificultades al hablar rápidamente o al usar expresiones locales.
Los dialectos sureños, como el wu, el min, el hakka y el yue, a menudo no son mutuamente inteligibles con el mandarín. Es más, incluso dentro de un mismo grupo dialectal pueden existir diferencias significativas. Por ejemplo, en la provincia de Fujian, donde predominan los dialectos min, el mismo conjunto de dialectos se divide en no menos de cinco subdivisiones distintas que son mutuamente incomprensibles.
Las diferencias entre el mandarín y otros "dialectos" chinos son comparables a las diferencias entre el inglés y sus parientes germánicos (alemán, noruego, holandés, sueco, etc.).
Jerarquía y prestigio lingüístico
En la China moderna, el putonghua goza del máximo estatus y prestigio oficial. Es el idioma de la educación, los medios de comunicación y la comunicación oficial. El dominio del putonghua estándar se asocia con la educación y el estatus social.
Los dialectos regionales, especialmente los que no son mandarín, suelen percibirse como menos prestigiosos, aunque la actitud hacia ellos está cambiando. En ciudades como Shanghái, Cantón y Hong Kong, los dialectos locales (Shanghái, cantonés) conservan un alto estatus y se utilizan en la vida cotidiana junto con el mandarín.
Curiosamente, algunos estudios sugieren que las variedades estándar y locales pueden disfrutar de niveles similares de solidaridad entre hablantes, aunque las variedades estándar suelen estar asociadas con un mayor estatus, educación y liderazgo.
Aspectos sociolingüísticos
El uso de una u otra variante del chino puede depender del contexto social. En situaciones formales, predomina el mandarín, mientras que en contextos informales se suele recurrir a dialectos locales.
Muchos chinos son bilingües o incluso trilingües, y alternan libremente entre el mandarín, un dialecto local, y una lengua extranjera (a menudo el inglés) según la situación. Este fenómeno se conoce como alternancia de código y es un componente importante de la situación lingüística en la China moderna.
Las preferencias lingüísticas suelen estar vinculadas a la edad y la educación. Las generaciones más jóvenes, que crecieron en una era de difusión masiva del mandarín a través de la educación y los medios de comunicación, tienden a dominar mejor el idioma estándar que los dialectos locales, lo que genera preocupación por la persistencia de la diversidad dialectal.
Estado actual y perspectivas de desarrollo de los dialectos chinos
La situación lingüística en China continúa evolucionando bajo la influencia de diversos factores, incluidas las políticas gubernamentales, los cambios económicos y las innovaciones tecnológicas.
El impacto de la globalización y los medios de comunicación
La difusión de los medios de comunicación, especialmente la televisión e internet, ha contribuido a estandarizar el idioma. La mayoría de los programas de televisión y radio en China se emiten en mandarín, lo que ha incrementado su influencia, especialmente entre los jóvenes.
Sin embargo, en los últimos años se ha observado una tendencia contraria: un creciente interés por las culturas y dialectos regionales, reflejado en la aparición de contenidos mediáticos en dialectos locales, especialmente en internet. Algunas cadenas de televisión regionales también emiten programas en dialectos locales.
La globalización y los contactos internacionales contribuyen al desarrollo del idioma chino. El inglés y otros préstamos extranjeros se incorporan al idioma chino, especialmente en las áreas de tecnología, cultura pop y negocios. Sin embargo, el proceso de adaptación de palabras extranjeras puede variar entre el mandarín y los dialectos regionales.
Preservación de la diversidad dialectal
En los últimos años, ha aumentado la conciencia sobre el valor de la diversidad dialectal como patrimonio cultural inmaterial. Algunas provincias y ciudades han tomado medidas para proteger y promover los dialectos locales.
Investigadores y entusiastas crean diccionarios y materiales didácticos para dialectos en peligro de extinción y graban el habla de hablantes de edad avanzada para preservar la información lingüística. Se celebran festivales y concursos dedicados a la poesía, las canciones y los cuentos de hadas dialectales.
Sin embargo, muchas de las variedades menos habladas del chino corren el riesgo de desaparecer. La urbanización, la migración y un sistema educativo centrado en el mandarín implican que las generaciones más jóvenes dominan cada vez menos los dialectos locales.
Tendencias en el desarrollo del mandarín
El mandarín continúa evolucionando para adaptarse a las realidades modernas. Desde la década de 1950, ha adoptado numerosas palabras y expresiones nuevas para reflejar los cambios en la sociedad, la tecnología y las relaciones internacionales.
Es interesante observar cómo el putonghua se está convirtiendo en una lengua policéntrica, con diferencias de pronunciación y vocabulario entre sus tres variantes: chino continental (putonghua), taiwanés (guoyu) y singapurense. Estas diferencias reflejan distintas influencias políticas, culturales y lingüísticas.
Tecnologías modernas como el reconocimiento de voz y la traducción automática se enfrentan a desafíos relacionados con la diversidad dialectal del chino, pero también facilitan su documentación y estudio. El desarrollo de algoritmos que puedan manejar diferentes variedades del chino es un área importante de investigación en lingüística computacional.
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