La pintura robada de Max Lieberman fue devuelta a los herederos legales. Traductor traducir

La pintura "El retorno de Tobias" (Die Heimkehr des Tobias) del artista judío alemán Max Lieberman (1847-1935), fotografiada en el "Centro de Estudios Judaicos" de Berlín (Centrum Judaicum), regresó a sus legítimos propietarios. El Museo Nacional de Israel devolvió el famoso lienzo impresionista a los herederos del antiguo propietario, el artista alemán de origen judío Max Lieberman. El trabajo prestado de Lieberman para la exposición fue robado en los años 30 del Museo Judío de Berlín. Después del final de la Segunda Guerra Mundial, la Organización Sucesora de la Restitución Judía (JRSO) con sede en EE. UU. Comenzó a recolectar objetos de arte cuyos propietarios anteriores a la guerra eran desconocidos, con el objetivo de distribuir aún más el patrimonio cultural judío a las organizaciones judías de todo el mundo. La pintura de Lieberman fue una de las más de mil obras que JRSO regresó en 1955 al Museo Bezalel, el precursor del Museo de Israel en Jerusalén.

Según representantes del Museo Nacional de Israel, la pintura de Max Lieberman "El regreso de Tobías" (1934), robada de la Alemania nazi, fue transferida a los herederos legales décadas después de su secuestro. Actualmente, el lienzo está en Berlín.

Max Lieberman, quien murió en 1935 a la edad de 85 años, fue inusualmente talentoso, prolífico y solicitado en toda su biografía creativa. Durante mucho tiempo, el artista dirigió la asociación de artistas independientes, la Secesión de Berlín, y de 1920 a 1930 se desempeñó como presidente de la Academia de Arte Prusiana. Algunas de sus pinturas hoy están valoradas en más de un millón de dólares.

Según el director del Museo de Israel, James Snyder, en los años 30, el Museo Judío de Berlín prestó la pintura del artista "El regreso de Tobías". Durante la Segunda Guerra Mundial, este lienzo, junto con muchos otros, fue robado del museo por los nazis alemanes.

Al final de la guerra, las obras de arte robadas o confiscadas por los nazis, cuyos propietarios anteriores a la guerra eran desconocidos, comenzaron a transferirse a la Organización Sucesora de la Restitución Judía Estadounidense (JRSO). JSRO más tarde devolvió la herencia cultural judía a organizaciones judías de todo el mundo.

La pintura de Liberman fue una de las más de mil obras que JRSO devolvió en la década de 1950 al Museo Bezalel, el precursor del Museo de Israel en Jerusalén.

"En los últimos años, como parte de los preparativos para la exhibición de artefactos robados por los nazis, los historiadores del arte han hecho mucho para estudiar la historia de la pintura", dice Snyder. El lienzo de Lieberman se incluyó en la lista de 12 obras, que se decidió enviar a la exposición en Alemania. "

Los resultados del estudio de la pintura de Lieberman confirmaron que el "Regreso de Tobías" fue transferido al museo para su uso temporal y, por lo tanto, debería ser devuelto a los herederos legítimos. Al final de la exposición de tres meses, que se llevará a cabo en Berlín, el lienzo permanecerá en Alemania con sus legítimos propietarios.

"El hecho de que Max Lieberman fuera un destacado artista alemán que vivía en Berlín, junto con estudios que nos permitieron establecer que el" Retorno de Tobías "pertenecía al artista, confirmó aún más nuestro deseo de devolver la pintura a sus descendientes", dijo Snyder.

Según el Museo de Israel, "El regreso de Tobías" ya es la tercera pintura consecutiva devuelta a sus legítimos herederos. La trama de la imagen fue tomada del libro de Tobit, que es parte de la Biblia católica y ortodoxa y es uno de los libros deuterocanónicos del Antiguo Testamento. El lienzo ilustra la escena del regreso del hijo de Tobit, Tobias, con una cura para la ceguera de su anciano padre.

El tasador de arte israelí Shimon Leumi de la galería Shorashim en Tel Aviv, estimó la pintura de Lieberman en 150-200 mil dólares, enfatizando que en relación con el creciente interés en la obra del artista en Alemania, se podría ganar un millón de dólares por las obras de Lieberman y mayor.

“Lieberman y su esposa Maria eran grandes conocedores del arte y ávidos coleccionistas que compraron miles de pinturas y dibujos, prefiriendo, en primer lugar, el género del impresionismo. Sin embargo, en los años 1930–40, casi todas las pinturas de la colección fueron vendidas o expropiadas ”, dijo el Dr. Martin Fass, Director del Museo Lieberman en Berlín.

Según los expertos, hoy en el mundo alrededor de 250-600 mil no son reclamados por los propietarios de obras de arte incautadas por los nazis y que quedan a disposición de museos, gobiernos y coleccionistas privados.

"En los últimos años, el Museo de Israel ha devuelto unas 30 obras de arte a sus legítimos propietarios y herederos", dijo la portavoz Dena Sher.