"Tío Vanya", resumen Traductor traducir

Anton Chekhov escribió la obra "Tío Vanya" en 1897; su estreno tuvo lugar en Moscú dos años después. En una obra de teatro de cuatro actos, una pareja de la ciudad, un profesor y su esposa, viajan al pueblo para inspeccionar su propiedad e informar a los residentes que pronto la venderán para hacer una inversión mayor. La obra está representada por teatros de todo el mundo.

La obra comienza con una enfermera anciana Marina Timofeevna y Mikhail Lvovich Astrov, un médico provincial, hablando de su relación. Se conocen desde que murió la primera esposa del viejo profesor, hace once años. Astrov se queja de que el trabajo duro lo ha hecho mayor de lo que debería ser, es de mediana edad.

A ellos se une el "tío" Vanya (Ivan Petrovich Voinitsky). Tiene 47 años y con la ayuda de Sonya, la hija del profesor con su primera esposa, gestiona la finca que proporciona el estilo de vida urbano del viejo profesor. Se queja del ajetreo que todo el mundo ha levantado tras la llegada ayer del profesor y su mujer mucho más joven y guapísima, Elena.

En medio de sus quejas, la trinidad se da cuenta de que otro grupo se les acerca: el viejo profesor (Alexander Vladimirovich Serebryakov), Elena, Sonya y Telegin (un terrateniente pobre que vive a expensas del estado). Vanya se burla de Serebryakov cuando se da cuenta de que sus insultos no serán escuchados. La madre de Vanya, Maria (Maria Vasilievna Voinitskaya), le dice que lo deje y agradezca al profesor por permitirles trabajar en su tierra. María adora al profesor y se siente abrumada por la belleza de Elena.

Astrov hace un discurso en solitario sobre la importancia de preservar los bosques de Rusia, y Vanya, sin una advertencia especial, le dice a Elena que está enamorado de ella.

El segundo acto comienza unos días después. Antes de irse a dormir, Serebryakov se queja con Elena sobre la vejez. Sonya envía a buscar al Doctor Astrov, pero el viejo profesor se niega a aceptarlo.

Cuando Serebryakov se duerme, Elena y el tío Vanya hablan: ella trata sobre la infeliz vida hogareña con el viejo profesor, él trata sobre su desafortunada juventud. El tío Vanya lamenta no haber hablado con Elena diez años antes, cuando su amor habría sido posible. También lamenta no haber idolatrado al profesor, porque le hacía parecer exigua su propia vida. Cuando Vanya comienza a hablar sobre cómo quiere a Elena, finalmente se va.

Astrov, al no tener un paciente que pueda ayudar, se emborracha un poco, entra y habla con Vanya. Sonya pasa y dice que ambos deben concentrarse en el trabajo honesto; esta es la única forma de vivir verdaderamente feliz.

Parece que está comenzando una tormenta y Astrov le cuenta a Sonya sobre su desgracia. Está claro, pero solo para la audiencia, que Sonya ama a Astrov.

Astrov se va a casa y Elena entra para hablar con Sonya. En los últimos días, estos dos no se tienen mucho cariño: Sonya considera a Elena una cazafortunas y Elena Sonya es una aburrida engreída. Pero tan pronto como comienzan a hablar con franqueza, se revelan sus secretos el uno al otro. Elena admite que cuando se casó por primera vez con el profesor, lo amaba, pero con el tiempo, su amor fue sacudido. Sonya, a su vez, admite que está enamorada del médico. Elena fomenta esta posible relación, que llena de alegría a Sonya.

En el tercer acto, Serebryakov llama a Vanya, Sonya y Elena a la sala de estar. Vanya molesta a Elena, pero ella lo ignora. Sonya cuenta que desde hace seis años está enamorada del médico y él nunca se percató de su ardor. Elena se ofrece a hablar con él sobre esto, pero Sonya no está segura: si él se niega, ella será aplastada, y si continúan en el estado ambiguo en el que se encuentran, podrá vivir todos los días con esperanza.

Elena le pregunta a Astrov sobre sus sentimientos y él responde que no, que no ama a Sonya. Pero, según él, Elena le preguntó al respecto, porque realmente quiere saber si Astrov la ama, y ​​en este caso la respuesta es definitivamente positiva. La besa inesperadamente. Vanya accidentalmente ve un beso. Elena está furiosa por este curso de los acontecimientos y quiere irse de inmediato. No le importa que el profesor aún no haya hecho su declaración. Ella le dice directamente a Sonya que Astrov no la ama.

Antes de que todos se vayan, Serebryakov anuncia que está vendiendo la propiedad para pagar todas las deudas de la familia; si invierte en varias acciones y bonos, entonces, en su opinión, la familia podrá comprar una casa de vacaciones en Finlandia. Se entiende que esta casa estará disponible solo para Elena y él.

Vanya está furiosa. Le dice a Serebryakov que está actuando de manera egoísta, empujando a Vanya, Sonya y Maria fuera de su casa, también acusa al profesor de ingratitud por todos los sacrificios que hizo Vanya para mantener la propiedad. Serebryakov lo insulta. María le dice a su hijo que se calme. Vanya abandona el escenario. Serebryakov lo convence de que ponga fin a la discusión. Un disparo sonó entre bastidores.

El viejo profesor regresa y sube corriendo al escenario. Vanya lo persigue, que corre con un revólver cargado.

El viejo profesor regresa y sube corriendo al escenario. Vanya lo persigue, que corre con un revólver cargado. Dispara al profesor, pero falla. Emocionalmente exhausto y disgustado con su propio capricho, el tío Vanya se cae en una silla.

El acto final comienza pocas horas después del disparo. La vieja niñera Marina y la campesina Telegin están terminando sus quehaceres domésticos y comentan que el viejo profesor y Elena se van de la finca.

Astrov, en una conversación con Vanya, afirma que ambos son, de hecho, personas decentes, cuya conciencia ha sido vulgarizada de la vida en el campo durante la última década. En un estado de depresión, Vanya tomó en secreto un frasco de morfina de la farmacia de Astrov, pensando en el suicidio. Con la ayuda de Sonya, Astrov finalmente lo convence de que le dé la botella y siga adelante.

Cuando Elena se despide de Astrov, admite que su beso fue algo agradable para ella. Se abrazan una vez más y él le entrega su lápiz como recuerdo. Milagrosamente, el viejo profesor y Vanya se reconcilian, diciendo que ambos olvidarán la pelea entre ellos.

Vanya, Sonya y Marya continúan viviendo su vida provincial. La obra termina con el famoso soliloquio de Sonya, en el que afirma que encontrarán la paz en el más allá.